Capítulo 714 - Reunidos De Muchos Lugares
Los cielos estaban oscuros, y la vasta tierra parecía seca y estéril.
Esa era la parte Norte del Reino No Muerto, las Tierras Áridas ‘Ashbelle’.
Grupos de esqueletos estaban dispersos por las tierras áridas, junto con grupos de zombis.
Los no muertos generalmente se movían en grupos; muy pocos se atrevían a moverse por sí mismos.
De repente, esos zombis tambaleantes de repente se giraron para mirar en una dirección.
Un sonido rítmico podía ser escuchado desde el suelo.
—Graaaaaaawr.
Un zombi de pelaje dorado levantó su cabeza, soltando un aullido.
Instantáneamente, el grupo de zombis comenzó a moverse a gran velocidad, pero momentos después, más de diez manchas negras emergieron del suelo a gran velocidad.
Esas diez manchas eran ‘Caballeros Negros’, no muertos bastante poderosos en el Reino No Muerto.
Incluso el Caballero Negro más débil era al menos un no muerto de quinto rango.
Ese escuadrón de Caballeros Negros tenía un total de diecinueve miembros, con el líder vestido con una armadura rojo sangre.
Su rostro estaba cubierto por una visera, pero su mirada fría se dirigió hacia el área circundante.
Esos no muertos más débiles estaban tan aterrorizados que huyeron apresuradamente, pero los Caballero Negros fueron capaces de alcanzarlos fácilmente.
—¡Aaaaaaaah!
El líder Caballero Negro levantó su cabeza, dejando escapar un furioso rugido, como si estuviese desahogando su ira.
Los dieciocho Caballeros Negros no lo entendían; su lord era un Caballero Negro de nivel Santo muy poderoso, un monarca del Reino No Muerto que tenía su propio castillo y un gran número de Caballeros Negros bajo su control.
Pero hoy, su monarca había liderado a sus Caballeros Negros a galopar al azar, atravesando furiosamente las tierras áridas.
¡Galopar sin sentido mientras se desahogaba!
—Suficiente.
Regresemos —dijo el Caballero Negro líder con calma.
—Sí, milord.
Los diecinueve Caballeros Negros comenzaron a galopar hacia atrás una vez más.
En las Tierras Áridas de Ashbelle, cada Santo era considerado un experto supremo, y ese Caballero Negro era uno de los mejores expertos de esa región.
—Yo...
de repente recuperé mis recuerdos de mi vida anterior.
¿Qué está pasando?
El Caballero Negro líder estaba lleno de confusión y conmoción.
—Yo...
¿Alguna vez seré capaz de regresar al Plano Yulan? —se dijo en silencio.
—Mis hijos.
Linley.
Wharton.
¿Cómo estarán? Han pasado más de dos mil años.
¿Ahora son Guerreros Sangre de Dragón de nivel Santo, o todavía no han alcanzado el rango Santo? ¿Se convirtieron en no muertos?
El corazón del Caballero Negro líder estaba lleno de emociones complejas.
Desde que recuperó sus recuerdos, su mente nunca había dejado de reflexionar.
Ese Caballero Negro líder era el padre de Linley...
¡Hogg!
Desde que pudo recuperar los recuerdos de su vida pasada, él ya no fue capaz de permanecer tranquilo.
Él extrañaba a sus hijos.
También quería obtener venganza por su esposa.
Pero comprendía que, dado que habían pasado más de dos mil años, el Duque Patterson, del Reino de Fenlai, probablemente había muerto de edad hace mucho tiempo.
En un abrir y cerrar de ojos, pasaron cuarenta años desde el día en el que Hogg recuperó sus recuerdos.
En el castillo de los Caballeros Negros.
Hogg todavía estaba vestido con esa armadura roja ensangrentada.
Estaba de pie en la cima del castillo, con la cabeza levantada mientras miraba hacia el cielo oscuro.
De repente, una figura voló a gran velocidad hacia ahí.
—¿Eh?
Hogg estaba conmocionado.
*¡Whoosh!*
La persona cargó directamente hacia abajo a una velocidad extremadamente alta.
—¿Quién es?
Hogg dejó escapar un gruñido bajo.
*¡Clang!*
En el mismo instante, todos los Caballeros Negros con armadura dentro del castillo se pusieron de pie.
—Jaja...
La persona soltó una carcajada, y luego una aterradora y majestuosa presencia se extendió.
Una poderosa presencia divina cubrió todo el castillo, y todos los Caballeros Negros sintieron que el fin había llegado.
Todos ellos se arrodillaron aterrorizados; esa era una diferencia absoluta en niveles.
Hogg levantó su cabeza para mirar a esa persona.
Era alguien que parecía un joven, con el cabello corto y plateado y el rostro de un bebé.
—¿Hogg? —dijo el joven casualmente.
¡Él estaba sorprendido!
Antes de recuperar sus recuerdos, no tenía idea de que su nombre era ‘Hogg’.
Como lo veía en ese mundo...
aparte de él mismo, no debería haber nadie más que supiese cuál era su verdadera identidad.
Pero esa persona ante él acababa de dirigirse a él por su nombre.
—¿Quién eres? —miró a esa persona—.
¿Fuiste tú quien me devolvió mis recuerdos?
—No tengo ese poder —el joven rio suavemente—.
Solo los Soberanos son capaces de restaurar tus recuerdos.
¡Ven conmigo!
—¿Soberano? Yo...
Hogg ni siquiera tuvo la oportunidad de discutir antes de que una oleada de poder divino se extendiese y lo atara.
El joven se llevó a la fuerza a Hogg, y los dos volaron hacia el Sur.
Ese joven incluso murmuró: —Este no muerto realmente estaba muy lejos.
Tuve que venir desde el Inframundo hasta este lugar, y ahora a regresar hasta la Montaña Abisal.
Esto realmente es todo un viaje.
Los muchos Caballeros Negros del castillo se quedaron mirando, sin palabras, mientras su monarca era arrastrado.
No pudieron hacer nada al respecto.
El padre de Linley.
Yale.
George.
Dixie.
El padre y la madre de Bebe.
El Jefe Soberano de la Muerte hizo arreglos para que la gente los llevase a la Montaña Abisal.
El Inframundo.
La base de la Montaña Abisal.
Dentro de la Posada Abisal.
Linley estaba sentado en una silla, mientras que Bebe estaba de pie, frunciendo el ceño.
—Jefe.
Hemos estado aquí por más de diez años, pero nadie ha llegado.
¿Cuánto más se supone que debemos esperar?
Linley y Bebe habían llegado a la Montaña Abisal hace mucho tiempo, pero como no había otras residencias en la Montaña Abisal, el Jefe Soberano de la Muerte había permitido que permaneciesen dentro de la Posada.
Pero, ¿quién hubiese imaginado que, a pesar del paso de más de diez años, Linley aún no había visto llegar a una sola persona?
—Sigue esperando —se sentó tranquilamente en su silla, hojeando un libro—.
El Soberano hizo arreglos para que gente fuese a buscar al jefe Yale y a los demás y los trajese de regreso.
Todos están en diferentes lugares.
Mi padre está en el Reino No Muerto, y desde allí hasta aquí es todo un viaje.
No es que sean lentos; más bien, es que fuimos demasiado rápidos para volar desde el Tártaro a la Montaña Abisal.
A pesar que montaron una forma de vida metálica, Linley había sido capaz de usar su Voluntad en la forma de vida metálica y hacer que se moviese mucho más rápido.
En menos de diez años, habían viajado desde el Tártaro hasta la Montaña Abisal.
Repentinamente… levantó su cabeza para mirar hacia los cielos.
Bebe miró a Linley con sorpresa.
—Jefe, ¿qué pasa?
—Una poderosa aura —dijo en voz baja.
En el Inframundo, él tenía increíbles poderes de control sobre el área circundante; después de todo, las paredes espaciales del Inframundo eran mucho más débiles que en el Campo de Batalla Planar.
Al sentir que un experto se acercaba, extendió su sentido divino...
A cien kilómetros, una forma de vida metálica con forma de pez dorado volaba hacia la posada, con George y ese hombre de cabello dorado y túnica violeta en su interior.
George miró al hombre vestido de violeta.
—Este Espectro de Siete Estrellas, Beverly, dijo que fue a buscarme por orden del Soberano, pero dice que no tiene idea de por qué el Soberano desea verme.
Él no lo entendía; era un Semidiós, una figura menor.
Personas como él dentro del Inframundo habían más allá de la cuenta.
¿Por qué el Soberano querría verlo?
—Aquí estamos —dijo Beverly.
La forma de vida metálica desapareció de repente, con Beverly y George apareciendo en el aire.
—¡Segundo hermano! —sonó una voz de absoluto deleite, mientras que, al mismo tiempo, una figura aparecía de repente frente a George y Beverly.
—¿Qué tipo de velocidad es esa? ¡Soy un Espectro de Siete Estrellas, pero ni siquiera fui capaz de reaccionar!
Beverly quedó completamente aturdido.
Él no tenía idea; incluso los expertos nivel comandante, cuando se enfrentaban a la velocidad de un Paragon, encontrarían difícil reaccionar, y ni hablar de él, un Espectro de Siete Estrellas ordinario.
El cuerpo de George tembló a medida que miraba fijamente a la persona frente a él.
Esa figura familiar, ese rostro familiar, esa sonrisa familiar...
—¡Tercer hermano!
Estaba tan emocionado que su rostro se puso rojo inmediatamente, y cargó hacia delante, envolviendo sus brazos con fuerza alrededor de Linley.
—Jaja, segundo hermano, finalmente te he encontré —abrazó con fuerza a su amigo por un largo tiempo antes de soltarlo.
Linley se emocionó incomparablemente al ver a George, su amigo de toda la vida.
—Tercer hermano, tú...
¿Por qué estás aquí?
Solo en ese momento finalmente pensó en esa pregunta.
En cuanto a Beverly, él se inclinó ligeramente hacia la dirección de la Montaña Abisal, luego giró y se fue.
George, viendo eso, no pudo evitar sentirse sorprendido.
—Beverly, ese Espectro de Siete Estrellas, se suponía que me llevaría a ver al Soberano.
¿Él se está yendo?
—Le pedí al Soberano que hiciese los arreglos para que te trajesen aquí.
Linley rio alegremente.
—Tercer hermano, ¿le pediste al Soberano...?
Estaba aturdido.
Después de haber vivido en el Inframundo durante mucho tiempo, había aprendido de los diversos niveles de poder dentro del Inframundo.
Incluso los expertos de más alto nivel como los Lords Prefectos, no eran más que hormigas a los ojos de los Soberanos.
Pedirle a un Soberano que lo ayudase...
la diferencia entre una Deidad y un Soberano era como la diferencia entre un mortal ordinario y una Deidad.
Un mortal, ¿pedirle ayuda a una Deidad? Eso era completamente inconcebible.
—Jaja.
¿Cuál es el problema? —Bebe apareció de repente, riendo—.
George, en un momento, Yale y Dixie también vendrán.
—¿Jefe Yale? —observó hacia Linley con incredulidad—.
Tercer hermano, ¿en realidad le pediste a un Soberano que hiciese los arreglos para que encontrase a tanta gente y la trajesen aquí? Esto...
¿Cuál es la relación entre tú y ese Soberano?
—Ven, vamos adentro primero —dijo con una sonrisa.
La ubicación de George había estado bastante cerca de la Montaña Abisal, por lo que no le había llevado demasiado tiempo llegar.
Poco después de la llegada de George...
¡Llegó Dixie! Y luego llegaron los padres de Bebe, con Yale después.
¡Yale había llegado!
George y Dixie habían muerto antes que Yale.
Por lo que no entendían cuán terrible había sido su muerte, pero después de llegar a la Posada Abisal, Linley y Bebe les habían informado sobre lo sucedido después de sus muertes en el continente Yulan.
Después de escuchar los detalles, no pudieron evitar sentirse furiosos.
—¡Tercer hermano! ¡Segundo, hermano! ¿Están aquí?
Tan pronto como Yale llegó, al ver a Linley y George, él estaba lleno de absoluta alegría.
—Jefe Yale.
Linley y George no pudieron evitar apresurarse hacia él.
Los tres amigos se abrazaron fuertemente el uno al otro.
Cuando Yale pensó en todo el sufrimiento que había soportado a lo largo de los años, y cómo hoy, se encontró con sus amigos más queridos una vez más, no pudo evitar derramar lágrimas.
Esa noche, en el banquete.
—¡Realmente no me lo imaginaba! —los ojos de Yale estaban húmedos, pero su rostro estaba lleno de una sonrisa emocionada—.
Pensé que después de morir, todo habría terminado, pero quién se hubiese imaginado que...
yo, un no muerto, en realidad recuperaría mis recuerdos de mi vida pasada, y también sería traído aquí.
¡Nosotros, los tres hermanos, nos reunimos una vez más! Tercer hermano, tengo que agradecerte.
Me dejas sentir una vez más la esperanza.
Espero continuar el linaje de mi clan Dawson.
¡Espero venganza!
El cercano Dixie también suspiró.
—El Inframundo es increíblemente peligroso.
Originalmente había logrado entrenar hasta el punto de desarrollar un clon divino, pero poco después de entrar al Inframundo, morí.
Afortunadamente, fui cauteloso y dejé mi cuerpo original de nivel Santo dentro del Reino No Muerto.
Había pensado que tendría que seguir viviendo y muriendo en esos campos de matanza.
Linley, gracias.
En el pasado, en el Instituto Ernst, Linley y Dixie habían sido aclamados como las dos estrellas del Instituto.
Pero ahora…
Ese joven mago sostenía una influencia increíblemente poderosa, hasta el punto de poder pedir ayuda a un Soberano.
—Suficiente sobre esos asuntos.
Lo que importa es que todos estamos juntos de nuevo —Linley levantó su copa de vino en un brindis—.
Vengan.
Lo que es pasado es pasado.
¡Vamos, salud!
—¡Salud!
Bebe también gritó alegremente.
Al lado de Bebe había un hombre y una mujer.
La madre de Bebe tenía una apariencia muy amable, y estaba vestida con una larga túnica violeta.
En cuanto al padre de Bebe, una fuerte y funesta aura emanaba de él, lo que lo hacía parecer muy frío y distante.
Pero en esa situación, incluso él reveló una sonrisa.
Yale, Dixie y los padres de Bebe.
En el camino hacia la montaña, le dieron a Yale una chispa de Semidiós y él la refinó y se convirtió en una Deidad.
Lo mismo había pasado con los padres de Bebe.
Solo Dixie...
se mantuvo como un Santo.
Él todavía quería confiar en sus propios esfuerzos y continuar entrenando.
Para los no muertos de nivel Santo, siempre que devorasen suficientes almas, una vez que su propia alma alcanzase un cierto nivel de fuerza, se convertirían en Santos.
Pero pasar de ser un Santo a una Deidad requería un entendimiento de las Leyes.
Yale y los padres de Bebe, ellos no entendían nada sobre esos asuntos, y, por lo tanto, naturalmente eligieron fusionarse con una chispa divina para convertirse en una Deidad.
Linley estaba ansioso e impaciente.
Todos los demás habían llegado, pero su padre, ‘Hogg’, aún no había llegado.
Él incluso había ido a preguntar al Jefe Soberano de la Muerte, pero el Jefe Soberano de la Muerte solo le había dicho que siguiese esperando.
*¡Swish!*
Una forma de vida metálica negra en forma de espada volaba hacia la Montaña Abisal a alta velocidad.
Dentro estaba el Caballero Negro nivel Santo, ‘Hogg’, así como el joven de cabello plateado.
Hogg ya se había convertido en una Deidad, pero, por supuesto, lo había hecho fusionándose con una chispa divina.
Él tenía un nivel muy bajo de comprensión de las Leyes, y probablemente pasaría incontables años sin poder convertirse en una Deidad por su cuenta.
—Estamos a punto de llegar —dijo el joven de cabello plateado con una risa tranquila—.
Esta misión finalmente ha llegado a su fin.
—Gracias.
Hogg aún se inclinó agradecido.
—¿Por qué darme las gracias?
El joven de cabello plateado hizo que la forma de vida metálica desapareciese con un pensamiento.
Hogg y el joven de cabello plateado aparecieron en el aire, no muy lejos de la Posada Abisal, y justo en ese momento, una mancha se movió repentinamente a través de los cielos, tan rápido como para asustar enormemente al joven de cabello plateado.
La mancha se solidificó frente a ellos.
—¿Hm?
Hogg observó cuidadosamente a la persona que tenía delante.
El hombre frente a él estaba vestido en una túnica azul cielo y tenía el cabello largo y castaño.
Su rostro se veía exactamente como en el pasado.
—¿Él es...?
Pero Hogg aún no se atrevía a creerlo.
Tenía la sensación...
de que la persona frente a él acabase de teletransportarse.
Incluso ese Espectro de Siete Estrellas a su lado no era capaz de tal velocidad.
¿Cómo podría ser ese experto su hijo?
—Tú...
¿Tú eres...?
El joven de cabello plateado estaba muy asustado.
¡Pero la mirada de Linley estaba fija en Hogg!
En la mente de Linley, apareció una escena tras otra.
La resolución y la soledad de su padre.
En aquel entonces, él había protegido a Linley y a Wharton, esos dos niños.
La petición de su padre.
Su esperanza de que adquiriese la cuchilla de guerra ‘Sacrificadora’.
La amargura de su padre, escondida dentro de su corazón, la cual había llevado solo.
La muerte de su padre.
Solamente una carta había sido dejada detrás, y solo cuando la leyó se dio cuenta de lo trágica que había sido la vida de su padre.
………
Linley miró fijamente al hombre frente a él, tan emocionado que sus ojos se humedecieron.
—¡Padre! —dijo.
Hogg miró fijamente con incredulidad a la persona frente a él.
Cuando murió, Linley era solo un joven.
A pesar de que podía ver las huellas características del joven Linley en el rostro del hombre que tenía delante, en términos de comportamiento y de todo lo demás, el actual Linley, una de las Deidades supremas del universo, era demasiado diferente de cuando había sido un niño.
—¿Linley? ¿E-Eres tú?
Hogg no pudo evitar sentirse aturdido y emocionado a medida que lo observaba de cerca.
—¡Soy yo, padre!
Él ya no fue capaz de controlarse, y sus lágrimas cayeron.
Yale, George, Bebe y los demás solo observaron desde lejos, sonriendo conforme veían a padre e hijo reuniéndose de nuevo, después que tres mil años.
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