Capítulo 301 - La Boda
O’Casey aterrizó en el medio del lago, mientras que, al mismo tiempo, removía su envolvente túnica negra.
Debajo, llevaba puesto un traje a la medida, como un caballero en un banquete.
—Lord Desri, he oído su famoso nombre hace mucho tiempo, pero sólo hoy nos encontramos.
Realmente me siento honrado —O’Casey sonrió mientras se inclinaba y luego se giró para mirar al cercano Osenno—.
Oh, Osenno.
¿Quién es esa persona a tu lado?
La voz de Lehman retumbó: —¡Comandante Lehman de la División Fanática!
—Sr.
Lehman.
O’Casey sonrió y asintió.
—Maestro Linley, hace diez años, nuestro Culto de las Sombras lo invitó a venir a nosotros, pero por desgracia, en ese momento, la Iglesia Radiante había hundido sus garras en usted y no lo dejó ir.
O’Casey miró a Linley y comenzó a gruñir, como si viese a un viejo amigo suyo.
Linley sólo pudo sonreír cortésmente.
—Suficiente —Desri rio con calma—.
Todo el mundo debe saber cuál es la situación.
Realmente es bastante inapropiado que los Santos participen en batallas mortales.
Tanto el Imperio Yulan como el Imperio O’Brien no utilizan los Santos en batallas normales.
Los Santos sólo son utilizados como una fuente de temor.
Desri suspiró: —He estado en las Tierras Anárquicas durante miles de años.
No quiero que ellas sean demasiado anárquicas.
Por lo tanto...
les sugiero que, en las batallas entre sus tres lados, los Santos no participen.
¿Estarían dispuestos a aceptar esto?
—Sí —Osenno asintió.
Linley sonrió y asintió.
Desri inmediatamente miró a O’Casey, quien sonrió.
—¿Es necesario preguntar? Por supuesto que acepto.
—Maravilloso —el rostro de Desri se tornó solemne.
Con un giro de su mano, sacó cuatro rollos de papel y una pluma—.
Entonces hoy, nosotros cuatro haremos un tratado.
Si cualquiera de las partes va en contra de él...
¡Entonces los otros tres lados unirán sus fuerzas para destruirlo!
Linley frunció el ceño, mientras que O’Casey y Osenno también se sorprendieron.
En ese momento, el más fuerte de los cuatro lados definitivamente era el lado de Desri.
Después de todo, Desri tenía a Higginson, Hayward, y los otros Santos detrás de él.
—Firmen aquí.
Desri escribió rápidamente los cuatro acuerdos, luego se los entregó a Linley, Osenno y O’Casey.
Con una sonrisa, O’Casey fue el primero en firmar con su nombre.
Linley tampoco dudó a medida que ponía su nombre.
—¡Hecho!
Osenno también firmó con su nombre.
—Excelente —Desri sonrió—.
Cada uno de nosotros tendrá una copia de este acuerdo.
Pero claro...
este acuerdo se basa en nuestro honor personal.
Si alguien es tan descarado como para permitir que los Santos batallen, y luego destruye la evidencia...
ustedes deben saber que un secreto no es hermético.
Una vez que se descubra, entonces los otros tres lados destruirán inmediatamente al cuarto.
………
Era el anochecer.
La niebla nocturna cubría los cielos.
Linley y Delia estaban disfrutando de la noche tranquila.
—A partir de hoy, nuestra vida se volverá muy tranquila —el rostro de Delia tenía un rastro de felicidad en ella.
Sonriendo, dijo—: En el futuro, ya no vamos a tener que preocuparnos acerca de muchas cosas.
Linley, en el futuro, ¿te arrepentirás de la decisión de hoy? En realidad, no tenías que estar de acuerdo hoy.
Creo que Desri aún te seguiría apoyando.
Linley, también tenía la sensación de que Desri todavía estaría de su lado.
Incluso si no hubiera estado de acuerdo, Desri no habría permitido que el enemigo lo matase.
—No.
Nunca me arrepentiré de la decisión de hoy —Linley sostuvo a Delia en sus brazos—.
Debido a que, si no estaba de acuerdo, dado mi poder actual, aunque pudiese protegerme, no necesariamente sería capaz de protegerte.
Si fueses a morir...
¡Creo que me arrepentiría por el resto de mi vida!
Fue debido a que había pensado en Delia y en su familia y amigos que había tomado esta decisión.
—Gracias —dijo en voz baja mientras apoyaba su cabeza contra su pecho.
Sintiendo su suave calidez, Linley sentía con más certeza que esa decisión fue la correcta.
………
Calendario Yulan, año 10010.
21 de julio.
La Ciudad Baruch (antes Ciudad Barro Negro) era un bullicio de conmoción.
La construcción de la Ciudad Baruch había finalizado.
El interior de la ciudad era una Ciudad Barro Negro renovada.
El estilo de construcción de la Ciudad Baruch se centraba en la ‘simplicidad’ y en lo ‘práctico’.
El palacio no ocupaba demasiado espacio.
Era de sólo dos kilómetros cuadrados de tamaño.
En el pasado, cuando el Ducado Baruch había sido fundado, habían comenzado las obras de reforma.
Después de cinco meses, por fin habían terminado.
La mayoría de los edificios en el palacio eran de una sola planta de altura, mientras que los edificios más altos eran de sólo dos pisos de altura.
El salón principal del palacio principal era muy grande, capaz de contener varios cientos de personas.
Y hoy, la sala principal estaba llena de invitados.
—Su Majestad, Linley, vengo como representante del emperador del Imperio Rohault a traer nuestras más sinceras felicitaciones.
—dijo respetuosamente un hombre de mediana a Linley.
Linley brindó con él con una copa de vino, mientras que Delia reposaba su brazo en el suyo.
Sonriendo, los dos brindaron con él.
Los dos estaban muy cansados de todo eso, pero también estaban muy contentos.
—Mucha gente ha venido hoy —Wharton caminó al lado de Linley—.
Hermano mayor, los enviados del Imperio Rohault, Imperio Rhine, y el Imperio O’Brien han llegado.
Oh mira.
Aquellos son de los reinos de las grandes llanuras del lejano oriente.
—Poderoso Rey Linley, en nombre de nuestro Rey del Reino Muhan, nos gustaría transmitir las más sinceras felicitaciones.
Un enviado del Reino Muhan de las grandes llanuras del Lejano Oriente también brindó con Linley y él, naturalmente, había tenido que prestarle atención y responder.
Linley y Delia compartieron una sonrisa.
—Linley, pareces un poco cansado —dijo Delia suavemente.
—No estoy tan mal —forzó una sonrisa.
Él odiaba tener que recibir a los invitados, pero hoy era su propia boda.
No podía ocultarse de esa responsabilidad.
Delia dijo en voz baja—: ¿Qué tal esto? Para aquellas personas de condición inferior, deja que yo me ocupe de ellos.
En el pasado, Delia trabajó como diplomática.
Por lo tanto, dar conversación era bastante fácil para ella.
Y ella era mucho mejor en eso que Linley, quien terminaba diciendo algunas frases contundentes y cortas.
—¡Lord Cardenal Guillermo de la Iglesia Radiante ha llegado!
La voz resonó desde fuera de la sala, y toda la sala cayó en silencio.
Linley y la Iglesia Radiante, las rencillas entre ellos, eran conocidas por todo el mundo.
Después de todo, la noticia de la masacre de Linley a esos seis Ángeles se había extendido por todo el continente.
Pero ahora, la Iglesia Radiante ¿realmente enviaba a alguien?
—Rey Linley.
Guillermo se inclinó modestamente mientras daba un paso hacia adelante.
Linley aún recordaba cómo, hace diez años, Guillermo había ido al Instituto Ernst para reclutarlo.
Ahora, después de más de diez años, Guillermo todavía era un Cardenal, mientras que él era ahora el rey de un reino con quien incluso la Iglesia Radiante tenía que comprometerse.
—Sr.
Guillermo, por favor, pase al interior y descanse —dijo Linley con una sonrisa.
—¡Los discípulos del Colegio del Dios de la Guerra han llegado!
Las personas que fueron eran Castro y otros dos discípulos personales.
—¡Lord McKenzie ha llegado!
Y otro Santo.
—¡Lord O’Casey del Culto de las Sombras ha llegado!
Al escuchar la lista de nombres, los enviados de los diversos reinos e imperios, se dirigieron a los distintos rincones a entablar una conversación.
Cielos.
Todos ellos eran Santos.
—¡Tres discípulos del Sumo Sacerdote del Imperio Yulan han llegado!
Linley y Delia inmediatamente fueron a darles la bienvenida.
Al ver a esas personas, Delia inmediatamente gritó de emoción: —¡Hermano mayor!
La persona en el centro de esa delegación de tres personas era Dixie.
Tanto Dixie como sus dos compañeros aprendices se acercaron, ofreciendo a Linley sus felicitaciones.
—Linley, finalmente estás a la altura de las esperanzas de mi pequeña hermana.
Delante de Linley, Dixie finalmente mostró una sonrisa.
Cuando estaban en el Instituto Ernst, Linley y Dixie habían sido reconocidos como los dos grandes genios.
Dixie de repente susurró en los oídos de Linley: —Linley, deja que te lo advierta.
En el futuro, es mejor que no hagas que mi pequeña hermana se enoje.
De lo contrario...
Incluso si no soy capaz de tratar contigo, ¡le pediré a mi Maestro que te haga una visita personalmente!
—No hay necesidad de que tu Maestro haga acto de presencia.
Me comprometo a auto-castigarme.
Linley rio.
Hoy, Linley pudo sentir que él y Dixie estaban en términos muy cercanos.
Al ver cuán amigables estaban siendo ellos, Delia se sintió muy feliz.
Justo en ese momento.
—¡Los discípulos del ‘Santo de la Guerra’ de las grandes llanuras del lejano oriente han llegado!
La voz sonando desde fuera del salón confundió a Linley.
¿Quién era ese ‘Santo de la Guerra’?
Desri había llegado muy temprano hoy, y fue al lado de Linley.
Él le susurró: — Linley, en la actualidad, hay cuatro personas a la par conmigo en el continente Yulan.
El experto número uno de las grandes llanuras del Lejano Oriente, el ‘Santo de la Guerra’ Tulily es uno de ellos.
Linley entendió ahora.
Había cinco Santos Primordiales.
Uno era Fain.
Otro era Desri.
Así que el tercero era ese Tulily.
¿Quiénes eran los otros dos?
Un llanero de mediana edad con un turbante en la cabeza entró, con dos personas detrás de él.
Al ver a Linley, el llanero sonrió y dijo: —Rey Linley.
Yo, Moor, traigo los saludos y las felicitaciones más sinceras de mi amo.
—Mi más sentido agradecimiento al Sr.
Tulily.
Linley sonrió.
Los ojos del llanero, Moor, se iluminaron y dijo: —Entonces el Rey Linley también sabe el nombre de mi amo.
Ah.
Lord Desri.
El llanero se inclinó de inmediato al ver a Desri.
Moor había visto con anterioridad a su amo, Tulily, entrenar personalmente con ese Desri.
Su maestro, Tulily, había dicho que él estaba a la par con su propio poder.
Naturalmente, Moor fue extremadamente cortés.
—¡La ‘Santa Dama’ del Santuario de la Diosa de Hielo ha llegado!
Desri y Pennslyn inmediatamente fueron a darle la bienvenida.
Naturalmente, Linley y Delia también fueron.
Linley sentía bastante curiosidad.
¿Qué tan poderoso era exactamente ese misterioso Santuario de la Diosa de Hielo?
Esa ‘Santa Dama’ tenía el cabello largo color jade, y ella parecía tan fría y tan inaccesible como un bloque de hielo.
Detrás de ella estaban dos hermosas chicas.
—Hermana mayor.
Pennslyn estuvo infinitamente contenta.
Desri susurró a Linley: —Linley, esa ‘Santa Dama’ del Santuario de la Diosa de Hielo, Rosarie, es la experta número uno del Santuario de la Diosa de Hielo.
Su poder está a la par con el mío.
Al oír esas palabras, Linley entendió que esa Rosarie debía ser otro de los Cinco Santos Primordiales.
Él ahora conocía a cuatro de los Santos Primordiales: Fain, Desri, Tulily y Rosarie.
—¿Quién es el último? —se preguntó en secreto.
Por desgracia, el último de los expertos no llegó, incluso para el momento en que la boda concluyó.
En el salón principal del Reino Baruch, había una enorme cantidad de Santos.
Todos los enviados de los distintos imperios se dedicaban a conversar, mientras los Santos se dedicaban a conversar con los demás Santos.
Desri, Rosarie y los demás también estaban juntos.
Cada nivel se juntó con bastante claridad.
—¡El enviado del Imperio Yulan ha llegado!
La persona que había llegado era George.
—Segundo hermano.
Linley comenzó a reír en voz alta y George con entusiasmo corrió hacia él, luego hizo intencionalmente una profunda reverencia.
—¡Oh, muy poderoso Rey Linley! Yo, George, en nombre de Su Majestad Imperial...
¡Urgh!
Linley golpeó a George en el hombro, sin dejar que dijiese las palabras.
—Basta, Sheesh.
Actuando de esa manera delante de mí —él se llenó de alegría—.
Ven, ven a ver a cuarto hermano conmigo.
—¿Cuarto Hermano también está aquí?
George estaba muy emocionado.
Desde que se habían separado hace siete u ocho años, él no había visto a Reynolds ni una sola vez.
—¡Cuarto Hermano! ¡Segundo Hermano!
Tan pronto como Reynolds y George se vieron, al instante gritaron y luego arrojaron sus brazos alrededor del otro.
Y justo en ese momento...
—¡El Presidente del Conglomerado Dawson ha llegado!
Antes de que el anuncio incluso acabase, Yale se precipitó hacia la sala principal.
De inmediato vio a Linley, Reynolds, y George.
—¡Jaja, segundo hermano, tercer hermano, cuarto hermano, su jefe ha llegado!
Riendo en voz alta, Yale cargó hacia ellos.
Las muchas personas en la sala vieron a esos cuatro amigos.
Si la gente ordinaria hubiese causado una escena así, probablemente ya habrían sido reprendidos.
Pero esos eran Linley y sus amigos más cercanos.
Nadie se atrevía a decir nada.
Diez años después, los cuatro hermanos finalmente se habían reunido en un solo lugar.
—Oye, tan pronto como ese chico Linley se convirtió en un rey, él comenzó a actuar de manera diferente.
Sus asistentes incluso me preguntan que dónde está mi tarjeta de invitación ¿Y me preguntan quién soy? Cielos, ¡qué dolor!
Un hombre de mediana edad de apariencia perezosa con una túnica larga y suelta de repente apareció en el centro de la sala.
Cogió una copa de vino cercana, y luego tomó dos sorbos, pareciendo disfrutar mucho.
—Mm.
No está mal.
Una expresión de satisfacción apareció en su rostro.
—¡¿Lord César?!
En la sala principal, Barker vio de repente a ese hombre de mediana edad.
Él nunca olvidaría a esa Deidad que le había salvado la vida.
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