menu Menu
Logo
Estado: Finalizada
Autor: I Eat Tomatoes

Escuchar Capitulo
Anterior Siguiente

CAPITULO 159

Capítulo 159 - El Clan De Los Guerreros Llama Violeta Un mago de túnica azul cielo y báculo mágico en mano.

Así era como Linley estaba vestido ahora a medida que caminaba en las calles.

En esa excursión, Bebe se había quedado detrás en la pequeña propiedad en el Camino Keyan.

Las instrucciones de Linley eran que Bebe instantáneamente le dijese una vez que Clayde apareciese.

Dado la conexión del alma entre Linley y Bebe, no importaba cuán lejos estuviesen, ellos serían capaces de sentir los pensamientos del otro.

Hoy, Linley había hecho esa excursión por el bien de su ‘espada pesada’.

—¿Hrm?  Linley notó una tienda de armas cercana y de inmediato entró.

El local de la tienda de armas era muy promedio.

Había solo dos clientes dentro inspeccionando las muchas armas.

Linley fue directo al mostrador y preguntó con calma: —En la Ciudad de Hess, ¿quién es el mejor herrero de armas de por aquí? El empleado de la tienda miró a Linley.

Dándose que era un magus, el empleado de inmediato dijo con cortesía: —Milord mago, el maestro herrero de nuestra tienda posee habilidades muy altas.

No hay arma que no pueda forjar.

—Mi pregunta era, en la Ciudad de Hess, ¿quién es el mejor herrero? —el rostro de Linley se tornó frío—.

Si tu tan llamado maestro herrero es incapaz de producir el arma que necesito, no me culpes cuando haga estallar tu tienda.

El empleado de la tienda estaba muy asustado por las palabras de Linley.

Anteriormente, él había querido intentar ganar un cliente, pero ahora ya no se atrevía a hacer alguna declaración apresurada.

—Milord mago, el herrero número uno en la Ciudad de Hess reside en la Ciudad de Hess Oeste.

Su nombre es Maestro Corby y su tienda de armas está muy cerca del Templo Radiante.

—¿Corby?  Linley memorizó este nombre.

Él de inmediato se dio la vuelta para irse.

—Pero milord mago —dijo el Empleado de la tienda en un tono tranquilo.

—¿Hrm?  Linley giró su cabeza para mirar al empleado, curioso de lo que tenía que decir.

El empleado de la tienda dijo respetuosamente: —Milord mago, si quiere un buen báculo mágico, debe ir a una tienda de armas mágicas.

Todas esas armas son para guerreros.

En los ojos de ese empleado, era muy extraño para un mago no solo querer un arma, sino querer una hecha por un maestro herrero.

El arma de un mago era su báculo mágico.

Con el fin de producir un báculo mágico, uno necesitaba altas habilidades en alquimia.

Los labios de Linley se curvaron hacia arriba en una sonrisa, y dejo la tienda de armas.

Media hora después, Linley llegó cerca al Templo Radiante en la parte Oeste de la ciudad.

Basado en las investigaciones de Linley, el Emperador Santo de la Iglesia Radiante y los otros combatientes de nivel Santo no habían llegado a la Ciudad de Hess aún.

Supuestamente, solo un Cardenal había llegado, pero para asistir mejor al gobernador del Reino de Hess, él había tomado residencia junto con los soldados en la frontera.

Mientras que a donde ese grupo de combatientes de nivel Santo de la Iglesia Radiante había ido, nadie lo sabía.

—Realmente espero que ese ‘Rey’ de la Cordillera de las Bestias Mágicas haya matado a unos pocos de esos combatientes de nivel Santo —se dijo Linley secretamente a sí mismo.

El Emperador Santo Heidens había usado el Bautismo Divino contra Linley.

A pesar de que Linley no sabía que exactamente que habría hecho, él sabía que el poder divino había intentado mezclarse con su alma.

Su alma.

Esa era la parte más importante de una persona.

Linley estaba seguro de que Heidens no había querido hacerle algo bueno.

—¿Esta es la tienda de armas del tan llamado herrero número uno en la Ciudad de Hess?  Linley miró la tienda de armas.

La tienda tenía decenas de metros de largo, y en cada lado de la puerta estaban dos guerreros poderosamente construidos en armaduras hermosamente forjadas de pie en guardia, con armas en mano.

Esa tienda de armas de hecho parecía muy impresionante.

Claramente, era mucho mejor que la tienda en la cual Linley había ido hace un tiempo.

Entrando en la tienda de armas, Linley vio que la asistente era una hermosa joven mujer.

Los ojos de la mujer se iluminaron cuando vio como Linley estaba vestido, y ella dijo cortésmente: —Milord mago, ¿qué tipo de armas desea? Venga conmigo.

Tenemos todo tipo de hermosos estoques.

Linley soltó una carcajada con resignación.

Parecía que esa mujer pensaba que él no era nada más que un mago que quería un arma para jugar.

—¿Escuché que tu Maestro Corby está aquí? —dijo directamente a la mujer.

La asistenta asintió y dijo: —Cierto.

El Maestro Corby es el jefe herrero de aquí, y definitivamente es el herrero número uno dentro de la Ciudad de Hess.

Nunca he escuchado que el Maestro Corby fuese incapaz de forjar un arma de algún tipo.

—¿Oh? Has que tu Maestro Corby salga.

Deseo que me haga un arma —dijo de inmediato.

—Que… ¿Que salga? —la asistenta rio con rareza—.

Milord mago, el Maestro Corby nunca sale a encontrarse con sus clientes.

Si usted desea encontrarse con el Maestro Corby, tendrá que buscarlo usted mismo.

Y… Si quiere encontrar al Maestro Corby, usted necesita gastar algo de dinero, de otra manera, él no se encontrará con usted.

Linley tenía que admitir que ese hombre realmente sabía cómo ponerse en aires.

—Bien.

¿Cuánto dinero para que vayas a encontrarlo? —preguntó directamente.

—No mucho.

Cincuenta monedas de oro —dijo la asistenta.

Cincuenta monedas de oro no era nada para aquellos de un clan rico, pero ese precio era suficiente para que un comunero sobreviviese por un año o dos.

—¿Cincuenta? —Linley sacó un saco de oro de sus ropas.

Ese saco contenía cien piezas de oro.

Linley soltó cincuenta, luego instruyó—: Lidera el camino.

Linley usualmente solo llevaba cien monedas de oro con él.

Él tenía una tarjeta de cristal mágico, después de todo.

Si él necesitaba algo más, él podía ir y sacar más.

—Sí, milord mago.

La asistenta estaba extremadamente feliz.

……… Cinco minutos después, guiado por la asistenta, Linley llegó a una residencia de aspecto sencillo.

El guardia de la residencia claramente era familiar a la asistenta, y los dejó entrar de inmediato.

Cuando Linley vio al Maestro Corby, el hombre estaba reclinado sobre una silla, mientras bebía una taza de té.

El cabello de ese Corby estaba totalmente blanco, pero los poderosos músculos abultados desde su cuerpo mostraban que aún era un poderoso guerrero.

Muchos artesanos de armas eran guerreros extremadamente poderosos.

—Maestro Corby, este lord mago desea encontrarse con usted —dijo la asistenta respetuosamente.

Corby miró a Linley, rio y dijo: —Muchacho, mi tarifa es muy alta.

Si quieres que forje un arma para ti, al menos te costará diez mil monedas de oro.

Linley pudo sentir el nivel de poder aproximado de ese Corby.

Si no era un guerrero de séptimo rango, entonces era uno de octavo.

—Bien —Linley asintió—.

Pero esa arma usará materiales especiales.

Bien.

¿Puede hacer que las otras personas se vayan? —Por supuesto.

El Maestro Corby asintió a sus sirvientes, quienes inmediatamente se fueron.

El Maestro Corby observó a Linley con curiosidad y dijo: —Muchacho, ¿qué material especial me estás trayendo? —Adamantio —dijo directamente.

Anteriormente sentado perezosamente sobre su silla, el Maestro Corby de repente se levantó de un salto como si hubiese sido golpeado por un trueno.

Él miró a Linley con asombro.

—¿Qué dijiste? ¿Adamantio? ¿Escuché correctamente?  El adamantio era un material que solo aparecía en las leyendas.

Él, Corby, había sido un artesano de armas toda su vida, pero no había visto nunca el adamantio.

—Cierto.

Intento usar adamantio para forjar un arma.

¿Es capaz de hacerlo?  Linley observó con expectación al Maestro Corby.

El Maestro Corby dudó un momento, pero a final, suspiró y dijo: —Muchacho, en realidad no tengo la habilidad para tratar el adamantio.

Al escuchar esas palabras, Linley no pudo evitar sentirse decepcionado.

—Muchacho, puedes… ¿Puedes mostrarme el Adamantio? —dijo un tanto con rareza.

Linley podía entender el deseo de un maestro herrero como Corby de ver el adamantio con sus propios ojos.

Él de inmediato sacó el pedazo de Adamantio de su bolso y se lo dio al Maestro Corby.

Ese pedazo de adamantio de mil libras no parecía muy pesado para Linley.

Sin embargo, cuando el totalmente sin preparar Maestro Corby aceptó el pedazo de Adamantio, su mano no pudo evitar bajar.

—Es realmente pesado.

El Maestro Corby se recuperó y lo levantó.

Pero Corby aún miró con sorpresa a Linley.

Para que ese Linley fuese capaz de sostener ese pedazo pesado de adamantio tan fácilmente significaba que era al menos un guerrero de séptimo rango.

—Adamantio.

Habiéndolo visto, estoy satisfecho —dijo cariñosamente al pesado de Adamantio, pero al final, se lo regresó a Linley.

En verdad, Corby sentía un rastro de avaricia y deseo por él, pero sabía que para que Linley se lo diese tan casualmente, significaba que él no estaba preocupado en lo absoluto sobre ser capaz de recuperarlo.

Lo que es más, Corby también sabía que él no tenía la habilidad para tratar ese pedazo de Adamantio.

—Maestro Corby, ¿sabe quién es capaz de tratar el adamantio? —preguntó.

Corby lo consideró por un momento y dijo: —De lo que sé, la Iglesia Radiante tiene maestro herreros especializados.

La Iglesia Radiante tiene una larga historia y debe poseer las técnicas para tratar con él.

Espero que los maestros herreros pertenecientes a los Cuatro Grandes Imperios y al Culto de las Sombras también estén en posesión de tales técnicas.

Linley asintió.

—Adiós, entonces.

Linley se fue, un tanto decepcionado.

Linley sabía desde el principio que el adamantio no era realmente fácil de fundir, así que había hecho algunas preparaciones mentales.

Partiendo de ese lugar, él se dirigió hacia su propia residencia.

Pero a medio camino, Linley de repente escuchó una voz familiar.

—Tercer hermano.

Linley de inmediato giró su cabeza para mirar.

Yale, Reynolds y George estaban mirándolo asombrados.

—Jefe Yale.

Segundo hermano.

Cuarto hermano.

Linley de inmediato corrió hacia ellos con emoción.

Él no esperaba ser capaz de encontrarse con sus queridos hermanos otra vez.

Bajo la invitación de Yale, Linley decidió ir a los Cuarteles Generales del Conglomerado Dawson para tener una buena comida.

Dentro de una mansión alejada.

Linley, Yale, Reynolds y George estaban felizmente intercambiando historias de eventos recientes.

—¿Quieres encontrar un maestro herero? Nm, tampoco conozco a alguien.

Yale negó con la cabeza.

Reynolds dijo inquisitivamente: —Tercer hermano, ¿dices adamantio? ¿Qué es adamantio? Ni Reynolds, ni Yale, ni George habían escuchado del adamantio.

El Adamantio era simplemente muy raro y muy precioso.

—Linley, apenas tuvimos la oportunidad de encontrarnos la última vez.

Solo hoy tengo la oportunidad de tener una buena charla con un genio como tú —Monroe Dawson entró desde el salón principal, sosteniendo su gran barriga y carcajeando—.

Oye, ¿dijiste adamantio? Linley asintió y dijo: —Lord Presidente, me las arreglé para adquirir algo de adamantio y planeo usarlo para forjar un arma.

Pero no soy capaz de encontrar un maestro herrero capaz de forjarlo.

—Oh.

¿Qué tipo de persona era Monroe Dawson? ¿Cómo podría él no saber qué era el adamantio?  —¿De verdad te diriges a mí como Lord Presidente? ¡Tú y Yale son como hermanos! Solo llámame Tío.

¿Dices que necesitas encontrar a un maestro herrero que pueda fundir Adamantio? Pasa que conozco a uno.

Linley no se sintió muy emocionado al escuchar eso.

Debido a que incluso si Monroe Dawson conocía a una persona, esa persona probablemente no estaba en la Ciudad de Hess.

—Tío Monroe, ¿quién es ese maestro herrero? —preguntó.

Monroe Dawson sonrió y dijo: —Ese maestro herrero es conocido como Maestro Vincente, el líder del clan Hyde.

—¿Vincente?  Linley estaba un poco curioso.

De repente, Linley se sobresaltó.

—Tío Dawson, ¿a qué clan dijiste que pertenecía? —Al clan Hyde —respondió con una carcajada.

Linley había memorizado totalmente ese libro que había leído en su propia mansión el cual tenía una introducción sobre los Cuatro Guerreros Supremos.

Una pieza de información incluida dentro eran los nombres de los clanes de los Cuatro Guerreros Supremos.

El clan Guerreros Llama Violeta… ¡Era el clan Hyde! Sin embargo… Había más de un clan llamado ‘Hyde’, así que ese clan Hyde no era necesariamente el clan de los Guerreros Llama Violeta.

—¿Pensaste en ellos? Jaja, Cierto.

Ese clan Hyde es como tu clan Baruch.

Ellos son un clan de Guerreros Supremos.

El clan Hyde vivía dentro de una pequeña ciudad en el Reino de Hanmu en la Unión Santa.

Después de esta catástrofe, ellos huyeron aquí a la Ciudad de Hess —dijo con una risa.

—¿Están aquí en la Ciudad de Hess?  Linley estaba sorprendido.

—Y ellos están viviendo al costado de mi mansión.

Personalmente la preparé para ellos —continuó.

Linley miró a Monroe Dawson con asombro.

En realidad, Monroe Dawson conocía a muchas personas que eran capaces de fundir Adamantio.

El maestro herrero del Conglomerado Dawson también era capaz de fundir Adamantio.

Pero ninguna de esas personas a quienes Monroe Dawson conocía estaba actualmente en la Ciudad de Hess.

Así que, Monroe Dawson solo mencionó a esa persona.

Siguenos en nuestras redes sociales @LasMejoresNovelasLigeras, y disfruta de este magico mundo!


Previous Next

keyboard_arrow_up