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Estado: Finalizada
Autor: I Eat Tomatoes

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CAPITULO 720

Capítulo 720 - Artefacto Dios Supremo —¡Padre! —entró en la habitación.

Hogg, actualmente leyendo un libro, levantó su cabeza.

Al ver a Linley, no pudo evitar sonreír.

—Linley, me enteré de que estabas en un entrenamiento a puerta cerrada.

¿Qué, hiciste un gran avance? —Correcto —asintió, luego se sentó a un lado—.

Padre, en dos días, planeo dirigirme al Plano Divino de la Luz para ir a visitar al Jefe Soberano de la Luz.

Quiero ver si hay alguna esperanza de encontrar a mamá y dejarla recuperar su libertad.

—¿Eh?  Las manos de Hogg temblaron.

El libro cayó sobre la mesa mientras miraba a Linley, aturdido.

—¿Vas a ir al Reino Divino de la Luz? Pero...

la última vez, ¿no me dijiste que en las Guerras Planares mataste a algunos miembros del clan Augusta? ¿No es el Jefe Soberano de la Luz el ancestro del clan Augusta? Que tú vayas, será muy peligroso.

Hogg estaba frenético.

Él conocía prácticamente todas las experiencias de Linley a lo largo de los años.

—Padre, no te preocupes.

El Jefe Soberano de la Luz tiene 182 hijos, y eso es solo en la segunda generación.

El que maté era un miembro de tercera generación.

El clan Augusta tiene más de mil individuos en la segunda y tercera generación.

Al Jefe Soberano de la Luz no le importará.

Él estaba absolutamente seguro de eso.

Si al Jefe Soberano de la Luz le importase, Reisgem no se hubiese atrevido a organizarlos para atacar.

—Pero él todavía es un Jefe Soberano.

Sería completamente sencillo para él matarte.

Hogg estaba muy preocupado.

—Precisamente debido a que es un Jefe Soberano, no se rebajaría a matarme —dijo en consuelo—.

¡No te preocupes, padre! El Jefe Soberano de la Luz y yo no guardamos rencor el uno contra el otro.

Si él quiere matarme, tiene muchos métodos para hacerlo.

¡Pero no ha hecho nada! —¿No dijiste que no había esperanza? —preguntó.

—Dije que las posibilidades eran muy bajas —rio con amargura—.

Pero si no lo intento, no puedo estar seguro.

Si lo intento, podría tener éxito.

Los Soberanos desean que los Paragons sean sus Emisarios.

Tal vez, dado mi estatus, haya una pequeña posibilidad de que el Jefe Soberano de la Luz restaure la libertad de mi madre.

—Una pequeña posibilidad...

—asintió ligeramente Miró a Linley y luego dijo solemnemente: —Linley, ya no eres un niño.

Tienes tus propias ideas y pensamientos sobre qué hacer...

pero como tu padre, debo advertirte que si eso es peligroso, ¡será mejor que no vayas! Reconozco que no sé mucho sobre Soberanos y Paragons, y por eso no puedo decir mucho sobre ese tema.

Te dejaré tomar tus propias decisiones.

¡Pero primero la seguridad! Tú y Wharton...

pstedes dos son tan importantes como su madre para mí.

—Bien.

Al escuchar eso, Linley sintió...

como si fuese un niño otra vez, escuchando a su padre instruirlo.

La decisión de Linley fue ir a buscar al Patriarca Gislason al día siguiente.

Dentro del salón.

—¿Qué? —Gislason, que acababa de sentarse, no pudo evitar quedarse en estado de shock—.

Linley, ¿dices que vas a ir al Plano Divino de la Luz para visitar al Jefe Soberano? —Correcto —rio con calma—.

Solo vengo dejarle saber que este viaje mío llevará al menos diez años y tal vez hasta cien.

Todo lo que puedo hacer es ir a rogarle al Jefe Soberano de la Luz.

Gislason dudó y luego dijo: —Linley, basado en lo que aprendí de mi padre en el pasado, el Jefe Soberano de la Luz no es una persona muy amable.

El Jefe Soberano de la Luz es extremadamente arrogante y extremadamente dominante.

Si vas a rogarle...

la posibilidad de éxito realmente es muy baja.

Además, me preocupa que si dices una sola palabra que no sea de su agrado, él te mate.

—¿Arrogante y dominante? —frunció el ceño.

Gislason asintió.

—Cierto.

Los incontables planos del universo tienen un total de once Jefes Soberano.

Los más fuertes son, por supuesto, los Jefes Soberanos de los cuatro Edictos.

En cuanto a los otros siete, el Jefe Soberano de la Luz es el más fuerte.

Linley lo entendió.

Los Jefes Soberanos de los Edictos realmente eran poderosos.

Pero no había esperado...

qué de los Jefes Soberanos de las siete Leyes Elementales, el Jefe Soberano de la Luz fuese el más poderoso.

—¿Por qué el Jefe Soberano de la Luz es más poderoso que los otros Jefes Soberanos Elementales? —preguntó, desconcertado.

Gislason era el hijo del Dragón Azur, después de todo.

Él sabía muchos secretos.

Él rio y dijo: —Eso implica un cierto tesoro...

¡Un artefacto Dios Supremo! —¿Artefacto Dios Supremo?  Los ojos de Linley se iluminaron instantáneamente.

Solo por el término, él entendió lo que representaba.

Artefactos divinos.

Artefactos Soberanos.

¡Artefactos Dios Supremo! Claramente, había tres niveles de artefactos.

—¡Los artefactos Dios Supremo son creados por los Dioses Supremos mismos! Debido a que solo hay cuatro Dioses Supremos, el Dios Supremo del Destino, la Destrucción, la Muerte y la Vida, también hay solo cuatro tipos de artefactos Dios Supremo.

Los cuatro Soberanos más poderosos son los Jefes Soberanos de la Destrucción, la Muerte, el Destino, y la Vida.

Todos ellos tienen artefactos Dios Supremo.

¡Por eso son los Jefes Soberanos más poderosos! Linley asintió ligeramente.

No era de extrañar que esos cuatro Jefes Soberanos fuesen poderosos.

Entonces era debido a que tenían artefactos Dios Supremo.

—Once Jefes Soberanos...

Cinco de ellos tienen artefactos Dios Supremo.

Aparte de los cuatro Jefes Soberanos que acabo de mencionar, ¡el último es el Jefe Soberano de la Luz! A pesar de que el Jefe Soberano de la Luz tiene un artefacto Dios Supremo, no se puede emparejar con él, por lo que no puede usar todo su poder.

Por lo tanto, es más débil que los cuatro Jefes Soberanos de los Edictos, ¡pero más poderoso que los otros seis Jefes Soberanos de las Leyes! Linley suspiró para sí mismo.

El poder de los artefactos Dios Supremo debía ser verdaderamente tremendo.

Para empezar, solo había cuatro Dioses Supremos, y, para empezar, eran las personificaciones de los Edictos.

Era natural que el Jefe Soberano de la Luz no fuese apto para manejar un artefacto Dios Supremo.

Era razonable que fuese más débil que los cuatro Jefe Soberano de los Edictos.

—Artefactos Dios Supremo...

¿de dónde vienen, y cómo los adquirieron esos cinco Jefes Soberanos? —preguntó Linley.

—No estoy seguro —negó con la cabeza—.

Eso sucedió hace mucho, mucho tiempo.

Ni siquiera mi padre y los otros tres sabían los detalles, mucho menos yo.

El Jefe Soberano de la Luz es arrogante y dominante, pero tiene el poder de ser dominante.

¡Después de todo, él tiene un artefacto Dios Supremo! —Artefacto Dios Supremo...

—dejó escapar un suspiro—.

¿Puede ser que, a pesar del paso de tantos años, no haya habido un segundo artefacto Dios Supremo? —No.

Si hubiese alguno, ¿no los Jefes Soberanos y los Soberanos se volverían salvajes y lucharían por ello? El Jefe Soberano de la Luz tiene uno, pero los Jefes Soberanos de los otros seis elementos no.

Me imagino que, en sus corazones, esos seis Jefes Soberanos de las Leyes se sienten muy descontentos.

Si tuviesen alguna posibilidad de adquirir uno, ¿la abandonarían?  Gislason rio a medida que hablaba.

Linley no pudo evitar reír.

—Me pregunto cómo es un artefacto Dios Supremo.

Probablemente no reconocería uno incluso si lo hubiese visto.

—¿Artefactos Dios Supremo? Solo alguien al nivel de un Soberano puede hacer uso de ellos.

No tiene sentido que nosotros los consigamos; de hecho, adquirirlos solo nos provocaría un desastre —cambió el tema—.

Basta de artefactos Dios Supremo.

Ese es un tema muy distante.

Linley, dices que deseas ir al Plano Divino de la Luz, pero te insto a que no vayas.

Verdaderamente, ¡no vayas! Carcajeó.

—Él podría ser poderoso, pero sigue siendo un Soberano.

¿Se rebajaría a sí mismo a actuar en mi contra? Gislason dejó escapar un profundo suspiro, y de repente habló a través de sentido divino: —Te diré un secreto.

¡Estaba aturdido! Los dos estaban conversando en el salón, ¿pero en realidad usó sentido divino para hablar? ¿Podría el secreto ser tan grande? —Patriarca, ¿cuál es el secreto?  Estaba desconcertado.

—Linley —su expresión era solemne—.

¡Siempre sospeché algo sobre las muertes de los cuatro ancestros de nuestro clan! —¿Sospechó algo?  No lo entendía.

—Sospecho que...

¡el asesino fue el Jefe Soberano de la Luz! —envió.

Linley estaba muy conmocionado.

Gislason continuó hablando a través de sentido divino: —A pesar de que los cuatro ancestros ​​de nuestro clan eran meramente Soberanos menores, sus habilidades divinas innatas eran muy extrañas; sus cuatro habilidades divinas en realidad podían combinarse en una, con sus cuatro tipos de energía capaces de fusionarse también y dando como resultado una técnica suprema sumamente poderosa.

Incluso los Altos Soberanos, como el Jefe Soberano, fueron bastante aprensivos.

¿Combinar cuatro habilidades divinas innatas en una sola? Linley sabía que las habilidades divinas del clan de las Cuatro Bestias Divinas eran bastante inusuales, pero no tenía forma de entender cómo serían cuando fuesen utilizadas por los cuatro ancestros.

Había una cosa que él sabía; sin dudas, habría sido mucho más poderosas que cuando Linley y sus pares las usaban.

Después de todo, Linley y los demás solo llevaban el linaje de las bestias divinas en sus venas; ellos no eran verdaderas bestias divinas.

—Dice que...

¿sospecha que el asesino fue el Jefe Soberano de la Luz? ¿Por qué sería él? —preguntó.

—Antes que nada, ¡muy pocas personas eran capaces de matar a los cuatro ancestros! Los cuatro Jefes Soberanos de los Edictos...

Eel Jefe Soberano del Destino no se involucra en asuntos mundanos.

El Jefe Soberano de la Destrucción estaba en excelentes términos con nuestros ancestros.

El Jefe Soberano de la Muerte...

mientras alguien no lo ofendiese, ella no les haría nada.

Se dice que el Jefe Soberano de la Vida es de buen corazón y rara vez mata a los mortales, y ni hablar de los Soberanos.

Además, nuestros cuatro antepasados ​​no tenían conflictos ni intereses opuestos con el Jefe Soberano de la Vida.

Por lo tanto...

¡el único que queda es el Jefe Soberano de la Luz! —envió mentalmente.

Frunció el ceño.

—El Jefe Soberano de la Luz tiene un artefacto Dios Supremo.

Él tiene suficiente poder para resistir la habilidad divina innata combinada de los cuatro ancestros.

Los ojos de Gislason tenían ira y odio dentro de ellos.

A pesar de que había once Jefes Soberanos, dado que los otros seis no tenían artefactos Dios Supremo, no había forma de que pudiesen matar a los cuatro ancestros ​​cuando luchaban juntos.

—¿Él tenía intereses en conflicto con nuestros cuatro ancestros? —preguntó mentalmente.

—No es un interés en conflicto en sí, pero...

en aquel entonces, nuestro clan de las Cuatro Bestias Divinas se extendió por todos los planos del universo.

Éramos extremadamente poderosos, y había bastantes personas que creían que nuestro clan de las Cuatro Bestias Divinas era el clan número uno de los planos del universo.

Pero el clan Augusta...

también había muchos que creían que eran el clan número uno.

Si hubo un conflicto...

me imagino que el único conflicto fue de reputaciones conflictivas.

Gislason tampoco pudo encontrar nada más.

Después de todo, los cuatro ancestros ​​tampoco habrían salido de su camino para ofender al Jefe Soberano de la Luz.

—¿Luchar por el título del ‘clan número uno’? Eso no puede ser correcto —no podía creerlo—.

La llamada lucha por el título de ‘clan número uno’ fue una lucha de reputación.

¿El Jefe Soberano de la Luz mataría a nuestros cuatro ancestros ​​por eso? Esa razón no tiene mucho sentido.

—Yo...

tampoco estoy seguro.

Pero lógicamente hablando, él es el único culpable posible —Gislason también sintió claramente que su razón no era muy convincente—.

Linley, si realmente fue él quien los mató, definitivamente tiene sentimientos maliciosos hacia el clan de las Cuatro Bestias Divinas.

Él no nos mató debido a que no se preocupaba por nosotros, pero ahora que eres un Paragon...

me temo que lo haría...

—Patriarca, bien podría ser el asesino, pero también podría no serlo —envió—.

Además, usted dijo que los otros Jefes Soberanos no serían capaces de matar a los cuatro ancestros ​​cuando uniesen sus fuerzas.

Pero, ¿y si fueron asesinados uno por uno? Si alguien verdaderamente intentó matarlos, es posible que no le hubiese dado la oportunidad a nuestros cuatro ancestros de unir fuerzas.

Gislason se sobresaltó.

Inmediatamente devolvió el mensaje: —Los cuatro antepasados ​​eran muy cercanos el uno del otro.

Rara vez se separaban.

—¿Rara vez se separaban? Eso no quiere decir que siempre estuviesen juntos —envió de vuelta—.

No se preocupe, Patriarca.

Incluso si el Jefe Soberano de la Luz fuese el asesino, ¿actuaría contra mí, una Deidad? Incluso si estuviese nervioso, no estaría nervioso de mí, un Paragon.

Después de todo, un Paragon sigue siendo solo una Deidad.

Gislason, al oír eso, dejó escapar una risa amarga.

—Linley, parece que has decidido ir.

—Cierto.

Si no hago el viaje, no estaré satisfecho —asintió.

¡Después de todo, eso involucraba a su madre! ¡Tanto Wharton como  él querían conocer a la madre que les había dado a luz! En cuanto a su padre, su padre siempre había estado pensando en su madre.

—Si quieres ir, al menos deberías avisarle a Lord Beirut.

Lord Beirut está en términos bastante cercanos con el Soberano Risco Sangriento, y él sabe muchas cosas.

Sería bueno que preguntases su opinión.

Gislason no quería que fuese, pero claramente, no fue capaz de convencerlo.

Todo lo que pudo hacer era confiar sus esperanzas a Beirut.

Linley, al escuchar eso, tuvo que admitir que esa era una buena idea.

—Entonces, Patriarca, por favor ayúdeme a hacer algunas preguntas.

Sé que nuestro clan debería tener un método para comunicarse con Lord Beirut, ¿cierto?  Linley rio.

—Cierto.

En el pasado, mi clon estaba ahí.

Sin embargo, ahora que la crisis ha terminado, mi clon ha regresado.

Aun así, todavía tenemos agentes de inteligencia ahí —asintió—.

Haré los arreglos.

Me imagino que, en poco tiempo, la respuesta de Lord Beirut llegará.

Linley asintió ligeramente.

No podría equivocarse al escuchar a Beirut.

—Entonces volveré ahora —rio.

Él planeaba irse mañana.

—Patriarca.

Justo en ese momento, entró un guardia desde afuera de la puerta.

Linley y Gislason se giraron para mirar.

El guardia hizo una reverencia y luego informó: —Patriarca, Dignatario Linley, alguien ha llegado pidiendo encontrarse con el Dignatario Linley —frunció el ceño—.

A los invitados comunes se les puede instruir a que se vayan.

Muchas personas deseaban encontrarse con Linley.

Pero él no se reuniría con ningún experto nivel comandante, pero Gislason si lo haría.

Para aquellos que eran demasiado débiles, sin embargo, se les negaría la entrada fuera de la montaña.

—Pero, Patriarca, esa persona dice que es un viejo amigo de Linley.

Su nombre es...

¡Olivier! —dijo el guardia apresuradamente.

—¿Olivier? —estaba bastante sorprendido—.

Ven, iré contigo.

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