Capítulo 575 - La Gran Dignataria
Dentro de las tranquilas y sombrías profundidades del Barranco Baño de Sangre.
Tres figuras humanas estaban descendiendo a alta velocidad.
Linley inspeccionó su entorno.
El Barranco Baño de Sangre estaba escasamente poblado.
Mientras miraba hacia adelante, lo único que podía ver claramente era un monumento de piedra erguido.
En cuanto a los otros edificios que se podían ver vagamente a través de la niebla, no había manera de verlos con claridad.
—Hay muchos soldados de los clanes de las Cuatro Bestias Divinas por encima del barranco, pero muy pocas personas dentro del Barranco Baño de Sangre en sí.
Eso tiene sentido.
Después de todo, todo el mundo aquí es al menos un Demonio de Seis Estrellas.
Linley continuó inspeccionando cuidadosamente el Barranco Baño de Sangre.
En cuanto a Emanuel y Forhan, ellos se adelantaron con grandes pasos.
A medida que se alejaban, Emanuel giró la cabeza para mirarlo.
—Linley, nunca has estado aquí antes, ¿verdad?
—No, nunca he estado aquí antes.
Linley no tenía ninguna buena voluntad hacia Emanuel en absoluto.
*Whooooosh*
De repente, un viento frío empezó a aullar.
Linley sintió que su cuerpo se tornaba frío, y él no pudo evitar ser sorprendido.
—El viento en realidad es muy helado aquí.
Forhan no pudo evitar reír.
—Linley.
El Barranco Baño de Sangre está en el corazón de las Montañas Rito del Cielo, y es un lugar muy frío.
El viento frío en el barranco causaría que cualquier Semidiós que llegase fuese congelado inmediatamente.
Sin embargo, para ti, Linley, ese viento frío, naturalmente, no tiene mucho impacto.
—Dignatario Forhan, continuemos avanzando.
Linley no podía molestarse en charlar demasiado con esa pareja de padre e hijo en frente de él.
De inmediato avanzó más profundamente en el barranco.
Había un buen número de piedras redondas ubicadas dentro del Barranco Baño de Sangre, así como un poco de hierba salvaje.
Sin embargo, el centro había un camino de piedra perfectamente pavimentado.
Delante del Barranco Baño de Sangre, a un lado del camino de piedra, había un monumento de piedra masivo y alto.
El monumento de piedra estaba cubierto con palabras de color rojo oscuro, las cuales fueron escritas en cursiva, como dragones volando o fénix danzando.
Las palabras eran: ‘Baño de Sangre’.
Linley, al ver esas dos palabras, sintió un aura asesina y sanguinaria emanando de ellas, y él no pudo evitar sentir sus propios deseos asesinos elevándose en respuesta.
—Forhan, Emanuel, así que en realidad son los dos esta vez.
Jaja...
Una risa clara y sencilla resonó.
Linley se giró para mirar y vio a un hombre de mediana edad y de aspecto amigable riendo mientras se acercaba.
Ese hombre tenía patillas largas, pero estaban muy bien recortadas, dándole una apariencia afilada y fresca.
Linley miró al recién llegado.
—¡Arhaus! —Forhan rio y fue a su encuentro, dando al hombre de las patillas un gran abrazo—.
Mucho tiempo sin verte.
—Realmente ha pasado bastante tiempo desde que nos hemos encontrado —ese hombre llamado ‘Arhaus’ rio hacia Forhan, luego miró a Linley.
En lugar de perplejidad, dijo—: Sabía que esta vez, tres Dignatarios iban a venir, pero nunca me he encontrado a este antes...
¡Oh, ya lo sé!
Arhaus tenía una mirada de repentina comprensión en su rostro, y rio a medida que decía: —En el Valle Baño de Sangre, he oído que nuestro clan Dragón Azur tiene un nuevo Dignatario.
—Soy Arhaus.
Dignatario Linley, ¿verdad? —rio mientras extendía su mano.
—Cierto.
Dignatario Arhaus, saludos —rio y también extendió su mano.
Linley tenía una buena impresión de Arhaus, pero en cuanto a Forhan y Emanuel, desde el fondo de su corazón, no le gustaba esa pareja de padre e hijo.
Tanto Emanuel como Forhan lo hacían sentir como si fuesen siniestros y viciosos.
Las acciones reales de Emanuel, a su vez, habían confirmado el juicio de Linley.
—Les damos una calurosa bienvenida a ustedes tres.
Vengan, vamos a encontrarnos con la Gran Dignataria —rio Arhaus.
—¿Madre?
Los ojos de Forhan no pudieron evitar iluminarse.
Linley miró de reojo, al ver las miradas en los rostros de Forhan y Emanuel.
Los dos claramente estaban muy ansiosos de encontrarse con la Gran Dignataria.
La Gran Dignataria y el Patriarca ‘Gislason’ eran verdaderos hermanos, hermano y hermana, y en el clan, su poder era sólo superado por el del Patriarca.
—Linley, ha pasado un largo tiempo desde que nuestro clan ha tenido un nuevo Dignatario —dijo Arhaus con gusto—.
He oído que, previamente, tuviste un encuentro con Emanuel, y que eres increíblemente fuerte.
En el futuro, cuando batalles por el clan, sin duda tienes que ganar un poco de gloria para nuestro clan Dragón Azur.
—Por supuesto.
Linley rio y asintió.
Forhan, viendo cómo Arhaus estaba hablando continuamente con Linley, no pudo evitar interrumpir.
—Arhaus, ¿cuál es la situación en la lucha entre nuestro clan de las Cuatro Bestias Divinas y los ocho grandes clanes?
—¿Qué tan bueno puede ser? —sacudió la cabeza y suspiró—.
Los ocho grandes clanes simplemente están confiando en sus números superiores para ganar.
Todo combinado, sus ocho clanes tienen más demonios de Siete Estrellas que nosotros.
Si seguimos luchando así...
probablemente, en tan sólo diez o veinte mil años, todo nuestro clan de las Cuatro Bestias Divinas tendrá menos de diez Demonios de Siete Estrellas.
Al oír eso, Linley se sorprendió.
—¿En diez o veinte mil años, vamos a perder a tantos? —Linley no pudo evitar decir—.
En la actualidad, nuestro clan de las Cuatro Bestias Divinas debe tener casi un centenar de Demonios de Siete Estrellas.
El clan Dragón Azur solo tenía treinta y seis.
Los cuatro clanes, combinados, deberían tener más de un centenar de Demonios de Siete Estrellas.
¿Cómo podía ser posible que en un período de tiempo tan corto como diez o veinte mil años, sólo diez quedaran?
—Linley, he oído que acabas de unirte al clan recientemente —dijo Arhaus con resignación—.
No estás muy familiarizado con la situación.
Sin embargo, confío en que, en la Asamblea de Dignatarios, deberías de haber aprendido de nuestras pérdidas en los últimos mil años.
Linley asintió.
En los últimos mil años, habían matado a dos Demonios de Siete Estrellas enemigos, mientras que dos de sus propios Demonios de Siete Estrellas también habían caido.
—Nuestro clan Dragón Azur solo ha perdido dos Demonios de Siete Estrellas en los últimos mil años.
Por supuesto, Jeffs, al usar su cuerpo original para fusionarse con una chispa divina, será capaz de recuperar su fuerza.
Pero aun así, habrá perdido cualquier oportunidad de ganar fuerza en el futuro.
Arhaus dijo: —Dentro de mil años, nuestro clan de las Cuatro Bestias Divinas, todo combinado, ha perdido cinco.
En períodos especialmente brutales, es normal perder tanto como diez Dignatarios.
Haciendo las cuentas.
¿Cuántos vamos a perder en diez mil años?
Linley hizo los cálculos, y él se sorprendió.
En diez mil años, por lo menos setenta u ochenta Dignatarios estarían condenados.
—Es por eso que dije que, si esto sigue así, dentro de diez o veinte mil años, nuestro clan habrá perdido a casi todos sus Demonios de Siete Estrellas —dijo Arhaus con amargura—.
No podemos hacer nada.
Los ocho grandes clanes...
incluso si lanzamos a todos nuestros Dignatarios contra ellos, ¡lo más probable es que todavía tengan la mitad de sus Demonios de Siete Estrellas sobrando!
Linley asintió.
Tan pronto como había llegado al clan Dragón Azur, había oído que cualquiera de los ocho grandes clanes era comparable al clan Dragón Azur.
El número de Demonios de Siete Estrellas en los ocho grandes clanes, todos combinados, sin duda eran mucho mayores que el número que el clan de las Cuatro Bestias Divinas tenía.
—Linley, ¿sabes cuántos Dignatarios teníamos antes de que el ancestro muriera? —dijo Arhaus.
—¿Cuántos? —preguntó Linley.
—Más de sesenta.
Y ese era solamente nuestro clan Dragón Azur —dijo, y Linley no pudo evitar suspirar en estado de shock—.
No es de extrañar que se diga que los hombres del clan de las Cuatro Bestias Divinas dominaron cada uno de los planos principales.
No sólo teníamos un firme apoyo, nosotros mismos teníamos un enorme poder.
—Sin embargo, mientras estábamos reagrupándonos, los enemigos atacaron desde todas las direcciones.
Debes entender que los clanes que nos persiguieron todo el camino hasta el Reino Infernal simplemente representan la minoría.
Tenemos muchos enemigos en los otros planos —dijo resignado.
El clan de las Cuatro Bestias Divinas realmente tenía demasiados enemigos.
Tanto como ocho clanes estaban todavía persiguiéndolos.
Probablemente, cuando el clan de las Cuatro Bestias Divinas se había esparcido en cada uno de los planos principales, el número de enemigos que tenían era mucho mayor que su número actual.
—Todo lo que podemos hacer es ir con todo lo que tenemos —dijo Forhan solemnemente.
—Cierto.
¡Sólo podemos ir con todo lo que tenemos! —dijo Arhaus también—.
Si nos limitamos a escondernos en las Montañas Rito del Cielo como tortugas en un caparazón y ni siquiera nos defendemos, probablemente seremos el hazmerreír de los principales clanes del Reino Infernal.
¡Nuestro clan de las Cuatro Bestias Divinas no puede ser humillado de esa manera!
Mientras charlaban, Linley y los demás estaban dirigiéndose más profundamente en el Barranco Baño de Sangre.
Dentro del Barranco Baño de Sangre, había una serie de edificios organizados que fueron dispuestos en filas, como soldados, divididos en diversas áreas.
En el camino, Linley se encontró con pequeños grupos de expertos, todos de los cuales estaban al menos en el nivel Demonio de Seis Estrellas.
Linley no podía evitar suspirar de asombro.
—Esta es la verdadera base de un gran clan.
Y, además, es un gran clan que ha caído.
Linley se sorprendió, mientras que, al mismo tiempo, fue aturdido por el salvajismo de la guerra entre el clan de las Cuatro Bestias Divinas y los ocho grandes clanes.
—¡Hemos llegado al Palacio Dragón Azur! —dijo Arhaus.
Linley levantó la cabeza.
En frente se encontraba un edificio que tenía al menos treinta metros de altura, completamente de color rojo oscuro.
En la punta del edificio, había algo que estaba brillando tenuemente con una luz azul.
Había cuatro edificios de ese aspecto dentro del Barranco Baño de Sangre.
—La Gran Dignataria está en el quinto piso del Palacio Dragón Azur.
Este palacio es el lugar donde normalmente nos reunimos —dijo Arhaus.
Él lideró a Linley, Emanuel, y Forhan directamente a la quinta planta.
La totalidad del Palacio Dragón Azur en realidad no tenía ni siquiera una sola sirvienta o sirviente dentro.
La sala principal en el quinto piso parecía ser bastante amplia y vacía.
—¿Dónde está la Gran Dignataria?
Linley miró alrededor de la sala principal, desconcertado.
Linley de repente tuvo un sentimiento, y se giró para mirar hacia el lado de la sala.
Allí vio a una figura humana alta y esbelta volando, todo su cuerpo estaba envuelto en una larga túnica negra.
Su agraciado cabello color azul caía abajo más allá de su cintura, y su rostro estaba cubierto por una máscara de plata que tenía una extraña luz fluyendo encima.
A medida que esa persona entraba en la sala principal, Arhaus y los otros se quedaron en silencio.
—¿Ella es la Gran Dignataria?
Linley miró a esa persona con cuidado.
*¡Whoosh!*
La larga túnica de la misteriosa mujer ondulaba mientras se sentaba en el asiento principal en la sala.
Ella barrió a todos los presentes con su gélida mirada, deteniéndose momentáneamente en Linley, y luego dijo con voz fría y clara: — Todos ustedes pueden tomar asiento.
—Sí, Gran Dignataria.
Los cuatro respondieron con respeto.
Linley, desconcertado, miró a Forhan.
Supuestamente, Forhan era el hijo de la Gran Dignataria.
Pero, ¿también se dirigía a ella como ‘Gran Dignataria’? En su corazón, él estaba desconcertado, pero él todavía se sentó junto a Forhan y los demás.
—Linley —dijo la Gran Dignataria de repente mientras lo miraba.
—Gran Dignataria.
Se inclinó fraccionadamente.
—He oído que derrotaste a Emanuel y luego te convertirse en un Dignatario —dijo la Gran Dignataria fríamente.
—Correcto —respondió inmediatamente, pero en su corazón, él estaba desconcertado—.
¿Qué quiere decir la Gran Dignataria con eso? ¿Me está advirtiendo, o...? Emanuel es su nieto, después de todo.
A pesar de que él no entendía, se mantuvo en calma.
—Sé que tú y Emanuel tienen algunos recelos el uno con el otro.
Sin embargo, espero que ustedes dos se unifiquen y sean capaces de trabajar el uno con el otro —dijo.
Linley se sorprendió.
No pudo evitar girar para mirar a Emanuel, que actualmente también estaba mirando hacia él.
—¿Trabajar junto a él?
Consideró que esa era una gran broma.
La voz de la Gran Dignataria era como acero colisionando.
—Desde que Padre cayó, nuestro clan de las Cuatro Bestias Divinas ha estado en una situación nefasta sin precedentes.
Aunque ahora estamos todos reunidos en la Prefectura Índigo, todavía nos encontramos con desafíos y provocaciones constantes.
—Sin embargo, ¡somos el clan de las Cuatro Bestias Divinas! ¡Nosotros, los miembros del clan de las Cuatro Bestias Divinas no permitiremos que nos humillen!
—A pesar de que podemos escondernos en la Montañas Rito del Cielo como una tortuga en su caparazón, nuestros orgullosos miembros de clan no se someterán y serán humillados.
Un Dignatario tras otro, liderando a las élites de nuestro clan, ha ido a luchar contra el enemigo.
¡Cualquiera que desafíe o provoque a clan será castigado!
—Los expertos de nuestro clan de las Cuatro Bestias Divinas no son tan numerosos como los de esos ocho grandes clanes.
Por lo tanto, es absolutamente necesario estar unidos.
La Gran Dignataria barrió su mirada a través de las personas presentes.
—Linley, no me importa qué tipo de problemas hayan tenido en el pasado.
A partir de hoy, a ustedes dos no se les permite batallar el uno contra el otro.
Si tal cosa sucede...
¡Seré la primera en matarlos a los dos!
—Sí, Gran Dignataria.
Linley y Emanuel respondieron al unísono.
—Nuestro Palacio Dragón Azur tiene en total, veinte escuadrones.
Actualmente, hay tres escuadrones que no tienen un capitán.
Son el escuadrón trece, quince y diecinueve —dijo con calma—.
Voy a hacer los arreglos.
Linley...
Él dio un paso adelante.
—¡A partir de hoy, serás el capitán del escuadrón trece del clan Dragón Azur en el Barranco Baño de Sangre!
—Sí —reconoció respetuosamente.
La mirada de la Gran Dignataria se giró hacia Forhan, su voz era tan fría como siempre.
—Forhan, a partir de hoy, ¡serás el capitán del escuadrón quince del clan Dragón Azur en el Barranco Baño de Sangre!
—Sí.
Forhan dio un paso hacia adelante, a medida que reconocía con respeto.
—Emanuel, a partir de hoy en adelante, ¡serás el capitán del escuadrón diecinueve del clan Dragón Azur en el Barranco Baño de Sangre!
Emanuel también avanzó y asintió.
—Muy bien —la Gran Dignataria asintió levemente, luego miró a Arhaus—.
Arhaus, ahora puedes llevar a Linley a la ubicación del Escuadrón Trece.
Después, vuelve.
Tengo una asignación para ti.
—¿Una asignación?
Los ojos de Arhaus se iluminaron.
—Primero lleva a Linley a su lugar —ordenó.
—Sí.
Arhaus se giró inmediatamente y miró hacia Linley, quien asintió y siguió Arhaus.
A medida que se iba, escuchó la voz de la Gran Dignataria: —Forhan, Emanuel, quédense aquí.
¡Hay algo que discutiré con ustedes!
Y luego, Linley y Arhaus abandonaron el Palacio Dragón Azur.
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