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Estado: Finalizada
Autor: I Eat Tomatoes

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CAPITULO 571

Capítulo 571 - Prestigio Todo el mundo en el Valle de la Muerte estaba en completo silencio.

El prestigio y el aura que emanaban del Patriarca, Gislason, causó que todos los presentes sintiesen una presión.

—Qué tremenda fuerza.

La mano derecha de Linley estaba entumecida y temblorosa.

Era como un pequeño pollito que había sido agarrado por una gran águila, incapaz de defenderse.

De hecho, el brazo que el Patriarca había agarrado en realidad estaba sintiendo un poco de dolor.

¡El poder de ese Patriarca era tremendo! —Patriarca, ese Dignatario Emanuel me desafió a un duelo de vida o muerte.

La Asamblea de Dignatarios lo aprobó —dijo de una manera ni hostil ni sumisa.

—¿La Asamblea de Dignatarios lo aprobó?  El Patriarca, Gislason, miró de reojo a los lejanos Dignatarios, ninguno de los cuales se atrevió a hacer un sonido.

En sus corazones, sentían miseria, especialmente aquellos tres que habían aprobado ese duelo.

¿Cómo podrían haber sabido que Linley sería tan fuerte? —¿Y qué si lo aprobaron? ¿No has oído mi orden de hace un momento?  Gislason miró fijamente a Linley.

Linley estaba aturdido.

Emanuel también dijo: —Linley, en nuestro clan Dragón Azur, nadie puede desobedecer las órdenes del Patriarca.

Lo que la Asamblea de Dignatarios ha aprobado, el Patriarca puede, con una palabra, prohibirlo.

¡Tú, en realidad te atreviste a desobedecerlo! Por el rabillo de sus ojos, se dio cuenta de la mirada en los rostros de los Dignatarios distantes, luego, lanzó una mirada a la expresión del rostro de Emanuel.

Él no pudo evitar suspirar: —Parece que dentro del clan Dragón Azur, el poder de ese Patriarca es extremadamente alto, superando ampliamente el de la Asamblea de Dignatarios.

Cuando el poder de una persona alcanzaba cierto nivel, todo un clan se convertiría fácilmente en un lugar donde su palabra era suprema.

¡En el Clan Dragón Azur, la palabra de Gislason reinaba! —Patriarca, he llegado al clan Dragón Azur hace menos de un siglo.

Hay muchas cosas con respecto al clan que no conozco —dijo directamente.

—Oh.

Menos de un siglo.

El Patriarca, Gislason, frunció el ceño.

—Linley, te atreviste a desobedecer las órdenes del Patriarca.

Eso no tiene nada que ver con el tiempo que has estado en el clan Dragón Azur.

Las órdenes del Patriarca no están para ser desobedecidas...

ignoraste la orden del Patriarca, lo que significa que no tienes respeto por él —ladró Emanuel con enojo.

Después de decir eso, no continuó hablando.

Él sabía que la falta de respeto al Patriarca era un tremendo y grave pecado.

Linley, al oír eso, no pudo evitar sentir que su rabia aumentaba de nuevo.

*¡Whoosh!* Una mancha se movió muy rápido.

Una palma golpeó fuertemente contra el rostro de Emanuel, el cual fue golpeado tan fuerte que todo su cuerpo se retorció.

La sangre voló en todas partes a medida que caía al suelo, y luego, aterrorizó confundido, miró al Patriarca, Gislason.

¡No entendía por qué el Patriarca lo había golpeado! —¡Cierra la boca! Gislason lo miró con frialdad.

—Tú, un venerable Dignatario, ¿en realidad todavía no estás consciente del error que has cometido? Hoy, incluso si él te mataba, no tendrías a nadie a quien culpar sino a ti mismo.

Ni siquiera te he castigado todavía, y sin embargo estás ahí balbuceando.

¿De verdad crees que tengo miedo de matarte? Emanuel se estremeció, sin atreverse a decir otra palabra.

Linley no pudo evitar sorprenderse.

—Parece como que no está solo apoyando unilateralmente a ese Emanuel.

Teniendo en cuenta el carácter de ese Patriarca, parece que no importa quién seas, será mejor que no lo ofendas.

Linley tampoco era un precipitado.

Ese era el único hijo de su ancestro, el Dragón Azur.

¡El hombre que había sido el Patriarca del clan Dragón Azur por un sinnúmero de años! ¡La persona en el clan cuya palabra era ley, el líder de todo el clan de las Cuatro Bestias Divinas! ¿Cómo podría una autoridad como la suya ser violada? Gislason miró de reojo a Linley y a Emanuel, a continuación, al grupo distante de Dignatarios.

No pudo evitar soltar un resoplido frío.

—Los dos de ustedes y los Dignatarios.

¡Síganme!  Mientras hablaba, Gislason voló al aire.

—Chico, estás en problemas —Emanuel miró a Linley—.

El Patriarca odia cuando la gente desafía su autoridad.

Y entonces, también voló en el aire.

Linley también miró a la distancia.

Esos Dignatarios iban detrás, ni uno de ellos se atrevía a hacer un sonido.

—Me pregunto qué tipo de persona es ese Patriarca.

Linley no tuvo más remedio que volar con ellos.

En ese breve intercambio que acababa de tener, él era capaz de decir que el poder del Patriarca superaba ampliamente su fuerza.

Para el Patriarca, matar a Linley definitivamente no sería difícil.

En ese momento, él estaba en las Montañas Ritos del Cielo junto con todos sus amigos y familiares.

Lo mejor era tragarse su ira ahora.

Se giró para mirar a Delia, Bebe, Tarosse, y los otros, todos los cuales estaban en el Valle de la Muerte mirándolo, sus ojos estaban llenos de preocupación.

—Jefe, ten cuidado.

No enfurezcas a ese Patriarca.

Tengo la sensación de que no es una buena persona para enfurecer —envió Bebe a través de su vínculo preocupado—.

La mirada de ese Patriarca causó que incluso que yo sintiese terror.

—Lo sé.

No te preocupes.

Todos regresen por ahora —respondió espiritualmente.

Al mismo tiempo, Linley también siguió a Emanuel y al Patriarca.

Gislason mismo voló por delante, sin decir una sola palabra, mientras que los Dignatarios y Linley también siguieron sin hacer un solo sonido, sintiéndose bastante presionados.

—Linley, en un rato, al charlar con el Patriarca, ten cuidado con lo que digas.

No hagas que el Patriarca se enoje.

El apuesto joven, el ‘Dignatario Garvey’, se acercó a Linley y envió a través de sentido divino.

—Gracias —respondió a través de sentido divino.

—No pienses que este es un asunto pequeño.

Déjame decirte esto.

El Patriarca odia cuando los miembros del clan se matan entre sí.

Además, no aceptará que nadie le desobedezca.

En todo el clan, sólo la Gran Dignataria es capaz de influir en el Patriarca —dijo solemnemente—.

Si no obedeces su voluntad sólo una sola vez más, aunque la Gran Dignataria venga, ella no será capaz de rescatarte.

Linley asintió con gratitud.

—Dignatario Garvey, ¿cómo cree que el Patriarca se ocupará de mí?  Linley no estaba seguro.

Después de todo, nunca había conocido o hablado con ese Patriarca.

Aunque en ese corto período de tiempo fue capaz de decir que el Patriarca era extremadamente dominante, no sabía nada más.

—Teniendo en cuenta que nuestro clan se encuentra actualmente en un estado de crisis, el Patriarca probablemente no te va a matar.

Simplemente te castigará.

Garvey le devolvió el mensaje.

Se sentía un poco más aliviado.

Momentos después, el Patriarca Gislason, así como los diversos Dignatarios llegaron a la cima de la Avenida Dragón del Clan Dragón Azur, donde un gran castillo yacía.

Las antiguas puertas del castillo estaban abiertas y todos los guardias se inclinaron respetuosamente.

Ese grupo, con el Patriarca llevándolos, se deslizó dentro del castillo.

El salón principal del castillo.

El Patriarca se sentó en el trono en lo alto por encima de ellos, mientras que los Dignatarios y Linley estaban bajo el trono.

—Es como un emperador encontrándose con sus súbditos.

Linley, al ver eso, se hizo más consciente del estatus que el Patriarca tenía en el clan.

En algunos clanes, el Dignatarios tendría un tremendo poder.

Pero en el clan Dragón Azur, era completamente diferente.

—¡Hmph! —el Patriarca, Gislason, quién miraba hacia abajo, no pudo evitar soltar un resoplido frío y helado—.

Hace mucho tiempo dije que dada la crisis en la que se encuentra nuestro clan, lo que tenemos que hacer es trabajar para erradicar a esos ocho grandes clanes.

Nuestros hombres de clan no deberían cometer fratricidio unos contra otros.

¡Incluso si vas a morir, deberías morir en batalla contra los ocho grandes clanes! —Que dos de los expertos del clan quienes están en el nivel Demonio de Siete Estrellas luchen entre sí requiere el acuerdo de toda la Asamblea de Dignatarios, o mi acuerdo, antes de que la solicitud pueda ser aprobada.

¿Qué? ¿Toda la Asamblea de Dignatarios ha accedido a su duelo de vida o muerte? —dijo furiosamente.

Inmediatamente, un Dignatario de cabello plateado que estaba de pie en la parte delantera dijo claramente: —Padre, ese Linley había escondido su poder muy profundamente.

Todos previamente le habíamos visto como siendo solamente un Dios.

Así que… Para el clan, un Dios no era mucho.

Pero los Demonios de Siete Estrellas eran preciosos para el clan.

Permitir que dos Demonios de Siete Estrellas se matasen era algo que el clan definitivamente no haría.

Si querían participar en un duelo de vida o muerte, tendrían que pedir permiso, ya fuese al Patriarca o a toda la Asamblea de Dignatarios.

Esa también era la razón principal por la que Gislason se enfureció tanto cuando vio a Linley y Emanuel participar en un duelo de vida o muerte.

Si uno moría, uno tenía que morir de una manera digna, en batalla contra los ocho grandes clanes.

—Basta —dijo fríamente.

El Dignatario de inmediato se quedó en silencio.

Aunque era un Dignatario, también era hijo de Gislason.

¡Y qué si un padre reprendía a su hijo! En el clan Dragón Azur, los dos miembros más longevos eran Gislason y su hermana.

Los demás eran todos jóvenes para ellos.

Esa también era una de las razones por las que la palabra de Gislason era ley.

—Esto no necesita ser discutido más —dijo con calma—.

En el pasado, ustedes no eran conscientes del poder de Linley.

Ya que es obvio que tiene el poder de un Demonio de Siete Estrellas, entonces este duelo de vida o muerte ya no puede proceder.

—Linley.

Emanuel.

¿Tienen alguna objeción?  Gislason barrió a los dos con su mirada.

—No hay objeciones —dijo Emanuel apresuradamente.

—No hay objeciones —dijo Linley.

—Muy bien —continuó mirando a los dos—.

Emanuel, anteriormente creías que Linley solo era un Dios ordinario.

Quiero saber, ¿por qué tú, un Dignatario, participó en un duelo de vida o muerte con un Dios? ¡Dime la razón! Linley miró de reojo a Emanuel.

La razón por la que Emanuel quería matarlo era por su artefacto Soberano.

¿Él se atrevería a admitirlo ahora? Emanuel empezó a sudar, grandes perlas aparecieron en su frente.

—Patriarca, ese Linley no me mostró ningún respeto en absoluto.

Fue demasiado lejos.

En mi ira, por lo tanto...

—Hmph.

Un resoplido helado sacudió el palacio entero.

Su cuerpo no pudo evitar temblar.

—¿Te atreves a mentirme a la cara? —carcajeó—.

Te di una oportunidad de decir la verdad, pero no la tomaste.

El rostro de Emanuel instantáneamente se tornó blanco.

—No te mataré —lo miró con frialdad—.

La Gran Dignataria actualmente se encuentra en necesidad de asistencia.

A partir de mañana, ve al lado de la Gran Dignataria.

En cuanto a lo que ella hará que hagas, eso lo decidirá ella.

El cuerpo de Emanuel tembló, su corazón se llenó de terror.

—Sí, Patriarca.

Emanuel todavía respondió.

—Ahora, piérdete.

Ve y ponte de pie allí —dijo con disgusto.

Emanuel inmediatamente se retiró a un lado del salón principal.

La mirada de Gislason giró hacia Linley.

La esquina de sus labios se curvó ligeramente hacia arriba—.

Linley, ¿verdad? —Sí, Patriarca —respondió.

—A lo largo de todos estos años, esas personas que se atrevieron a ignorar directamente mis órdenes...

¿Sabes lo que les pasó? —dijo.

Tembló ligeramente.

Él no podía dejar de tener un mal presentimiento.

¿Podría ser que ese Gislason lo fuese a matar? Sin embargo, todavía respondió: —Patriarca, fue hace menos de un siglo que volví al clan Dragón Azur.

Todavía sé muy pocas cosas con respecto a nuestro clan Dragón Azur.

El rostro de Gislason se hundió al instante.

—Realmente sabes cómo equivocarte.

Linley encontró repentinamente, para su asombro, que se había movido de repente del trono, caminando directamente delante de él.

Después de inspeccionar a Linley con cuidado, inmediatamente se giró y caminó hacia una habitación lateral al lado del pasillo principal.

—Linley, sígueme.

¡Todos los demás, esperen aquí! —Sí, Patriarca.

Lo siguió inmediatamente.

Después de que el Patriarca y Linley se fuesen, los otros Dignatarios finalmente se atrevieron a dejar salir suspiros de alivio.

—El Patriarca quiere hablar en privado con Linley.

¿Qué piensas tú que sucederá? Una reunión privada con el Patriarca definitivamente no es algo bueno —dijo inmediatamente un Dignatario con preocupación.

Los miembros del clan Dragón Azur miraban al Patriarca con temor y respeto.

—Si esto fuese el pasado, Padre lo mataría —dijo el Dignatario de cabello plateado—.

Sin embargo, en la actualidad, Padre probablemente no lo matará.

Sin embargo, aunque él no lo matará, su castigo definitivamente no será ligero.

No será más ligero que el castigo que le dio a Emanuel.

Inmediatamente, el otro Dignatario miró hacia Emanuel.

—Emanuel, al lado de la Gran Dignataria, verdaderamente tendrá la oportunidad de servir al clan.

Alguien rio.

—Hmph.

Emanuel dejó escapar un resoplido bajo.

—Emanuel, dime la verdad.

¿Cuál es la verdadera razón por la que insististe en matar a Linley?  Los Dignatarios comenzaron a preguntar.

Nadie creyó que sólo por una simple ofensa él se habría vuelto tan salvaje.

—Dejen de preguntar.

De repente, un Dignatario de cabello dorado ladró.

—Padre.

Emanuel miró hacia el Dignatario de cabello dorado.

Ese Dignatario de cabello dorado era un experto de la tercera generación del clan Dragón Azur, y una figura que tenía gran respeto entre los Dignatarios.

Después de todo, su madre era la ‘Gran Dignataria’.

—Dime, ¿qué pasó? —envió el Dignatario de cabello dorado a través de sentido divino.

Emanuel sabía que su oportunidad de ganar el Anillo Dragón Enroscado estaba perdida.

Si no podía conseguirlo, tampoco podría permitir que un extraño lo ganase.

Debido a eso, envió en respuesta a través de sentido divino: —Padre, ese Linley es portador de un artefacto Soberano protector del alma, el ‘Anillo Dragón Azur’ de nuestro ancestro.

El Dignatario de cabello dorado al instante fue aturdido.

—¿Qué has dicho?  El Dignatario de cabello dorado no se atrevía a creerlo.

—Es verdad.

Es el Anillo Dragón Azur.

No hay duda.

Ese Linley realmente es sólo un Dios.

La razón por la que fue capaz de resistir el ataque espiritual de un Dios Altivo fue debido al Anillo Dragón Azur —envió apresuradamente a través de sentido divino.

Muchos pensamientos destellaron inmediatamente a través de la mente del Dignatario de cabello dorado.

Emanuel miró a su padre.

—El Anillo Dragón Azur no va a terminar en mis manos.

Sin embargo, Padre, siempre que te esfuerces en obtener ese Anillo Dragón Azur, no debería ser demasiado difícil para ti.

—Niño, deberías habérmelo dicho antes —el Dignatario de cabello dorado lo miró—.

Pero decírmelo ahora tampoco es demasiado tarde.

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