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Estado: Finalizada
Autor: I Eat Tomatoes

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CAPITULO 543

Capítulo 543 - ¡Lo Quiero Muerto! —¡Me tomaste por tonto! —miró a su esposa, sus ojos demostraban crueldad—.

El niño en tu vientre es de otra persona.

Él adoraba a su esposa.

Cuando había ido al Castillo Libre, era para comprar ropa para ella, pero ¿quién habría imaginado que su esposa realmente tenía otro hombre? ¡Y el niño en su vientre era de ese hombre! El Clan Titán Runa de Sangre era un clan extremadamente poderoso dentro del Reino Infernal, y el poder que controlaban también era asombroso.

En la Isla Miluo, aunque en la superficie, los cinco clanes estaban a cargo de las cosas, en realidad, ¡los otros cuatro clanes simplemente eran clanes subordinados al clan Bagshaw! El clan Bagshaw era el Clan Titán Runa de Sangre.

Era un secreto que muy pocas personas conocían.

Al menos, Cecily no lo sabía.

De lo contrario, no habría corrido hacía ahí tan excitadamente para decirle a su esposo que estaba embarazada.

—No...

¡No!  Cecily sacudió la cabeza rápidamente.

—Esa mujer ni siquiera lo admite —El cercano Bakwill, dijo furiosamente—.

Hijo, esto es una vergüenza para nuestro clan.

¡Si esa mujer se niega a admitirlo, entonces destruye toda la rama de su familia dentro del clan Gaylord! El cuerpo de Cecily tembló.

El clan Gaylord, uno de los cinco clanes, era extremadamente grande, con muchas ramas familiares.

Destruir una de las ramas, para los verdaderos amos de la Isla Miluo, el clan Bagshaw, no necesitaría más que una sola palabra.

—¡Habla!  Él también miró fríamente a su propia esposa.

A él le importaba profundamente su cara, y siempre estuvo muy orgulloso de ser miembro del Clan Titán Runa de Sangre.

Él mismo era el hijo del líder del clan, y estaba definitivamente en la línea principal de descendencia, con un estatus extremadamente exaltado.

Él era muy altivo.

Ahora que su esposa tenía un hijo de otro hombre en su vientre, ¡por supuesto que ya se estaba volviendo loco! ¡Su rostro estaba muy feo, se estaba volviendo morado! —¡Apúrate, habla! —aterrizó una patada en el cuerpo de Cecily, quién fue golpeada violentamente por esa patada y enviada a aplastar una roca decorativa—.

¡De lo contrario, tú y todo el linaje de tu clan morirán! —dijo en un frenesí.

—Voy a hablar, voy a hablar —dijo apresuradamente.

Ella estaba a punto de volverse loca.

En realidad, ella misma no estaba segura a quién pertenecía el niño en su vientre, debido a que antes, había estado tratando con dos hombres al mismo tiempo.

Uno era Sequeira, mientras que el otro era César.

Había dormido con ambos hombres, y por lo tanto ella no estaba segura de a quién pertenecía el hijo.

Originalmente, como ella pensaba, ya que ni siquiera ella podía estar segura, podía decir que era de Sequeira.

No había forma de que él dijese lo contrario.

Desafortunadamente, ¡ella no sabía que el clan Bagshaw era el Clan Titán Runa de Sangre! —Aún no sé a ciencia cierta a quién pertenece el niño —Cecily, viendo la rabia en el rostro de Sequeira, añadió apresuradamente—: ¡Pero estoy segura de que es tuyo o de César! ¿César? Sequeira quedó atónito, y luego alzó la cabeza hacia el cielo, riéndose salvajemente: —Jajajaja...

Su risa llevaba una locura ilimitada dentro de ella, y su cuerpo empezó a brillar débilmente con una luz ensangrentada.

Él, Sequeira, un hijo favorecido de los cielos, nunca había sufrido tal humillación antes.

¿Podría haber algo más insultante que su mujer teniendo el hijo de otro en su vientre? —César...

¡Quiero que muera! —gruñó maliciosamente, sus ojos brillaban con una débil y sangrienta luz, como si fuese un lobo que comía a los hombres.

En la residencia de Tarosse.

Durante los últimos días, Linley había vivido allí muy cómodo, cada día viendo las diez batallas de Lomio en la arena.

También conversaba a menudo con sus viejos amigos.

En cuanto a Aches, Bates y los demás, ellos habían dejado la Isla Miluo hace mucho tiempo.

—Lomio realmente es poderoso.

Empujando las puertas del patio, Linley y los otros entraron mientras charlaban entre sí.

—Ese golpe de cuchilla casi es imbatible.

Solo ha cortado a los oponentes por la mitad.

—Él es competente en ataques materiales y en ataques tipo alma —suspiró Tarosse en alabanza.

Olivier estuvo de acuerdo y dijo: —En particular, su velocidad es asombrosa.

Lomio simplemente es demasiado poderoso.

Cada vez, gana con mucha facilidad.

Hasta ahora, nadie ha podido intercambiar algunos golpes con él.

Todos fueron derrotados con el primer golpe.

Pensando de nuevo en la vista en la arena, Linley también se sintió asombrado.

En la Arena, Lomio simplemente era demasiado arrogante.

Veía a todos hacia abajo, ¡pero tenía la fuerza para hacerlo! —Linley, estás de vuelta —Dylin rio mientras bajaba desde el segundo piso, y el grupo de Linley fue a darle la bienvenida—.

Dylin, ¿dónde está César? —¿César? —frunció el ceño, bajando la voz—.

Él está durmiendo.

—¿Dormido? Las Deidades no necesitaban dormir en absoluto, y César normalmente no dormía.

Sin embargo, desde que su relación con Cecily había sido destruida, se había deprimido y a menudo solo descansaba perezosamente y dormía.

Tarosse sacudió la cabeza y suspiró: —No lo molestes.

Sólo déjalo descansar.

Justo cuando el grupo de gente de Linley estaba reunido y charlando, el joven maestro Sequeira del clan Bagshaw, con una mirada siniestra en su rostro, estaba conduciendo tres expertos de armadura negra desde su residencia ancestral.

Esos tres expertos de armadura negra eran las verdaderas élites del clan Bagshaw.

—¡Este César se atreve a vivir entre los guardias!  Se enfureció aún más.

César se había acostado con su mujer, y ahora vivía en el terreno de su clan.

—¡Vamos!  Inmediatamente voló al cielo, moviéndose a gran velocidad directamente hacia las residencias de los guardias.

Los tres guerreros de armadura negra lo siguieron en silencio.

Momentos después, llegó a la región de los guardias.

Los guardias de patrulla fueron inmediatamente para darle la bienvenida.

Al ver a los cuatro, esos guardias no pudieron evitar estar muy sorprendidos, sobre todo al notar a esos tres guerreros de armadura negra.

Aquellos silenciosos guerreros de armadura negra eran como tres glaciares.

Aunque estaban en silencio, daban a los otros la sensación de no poder respirar.

—Vayan.

¡Apresúrense y convoquen a un regimiento de mil hombres!  Con un movimiento de su mano, Sequeira reveló su Insignia Miluo rojo sangre.

—¡Insignia Miluo rojo sangre! —los guardias de patrulla se sorprendieron, y luego inmediatamente dijeron mientras se inclinaban respetuosamente—: Sí, milord.

A pesar de que estaban desconcertados de por qué se estaba convocando a un regimiento de mil hombres, cualquiera con una Insignia Miluo rojo sangre fácilmente podría convocar y ordenar a un regimiento de mil hombres.

Pronto, un regimiento de mil hombres fue convocado.

—Joven maestro Sequeira —el comandante del regimiento de mil hombres inmediatamente reconoció a Sequeira—.

¿Que está…? —Sin preguntas.

¡Síganme! —ordenó fríamente.

El comandante de mil hombres se sobresaltó.

Se dio cuenta de que hoy, la expresión de Sequeira parecía bastante diferente.

En el pasado, siempre sonreía y reía, pero hoy, su rostro simplemente era demasiado feo para contemplar, y el aura que su cuerpo irradiaba era de peligro.

*¡Whoosh!* Sequeira fue el primero en volar en el aire, con los tres guardias de armadura negra siguiéndolo.

Tras ellos estaba el grupo masivo y denso de mil guardias.

—¡Número 306! Sequeira todavía recordaba la dirección que su esposa le había dado, esa donde vivía César.

En general, las direcciones para los guardias tenían números muy grandes, pero el número 306 era un número extremadamente pequeño.

En términos generales, sólo algunas personas bastante especiales podrían vivir allí.

Por ejemplo, Dioses Altivos que habían ganado cien batallas.

La residencia de Tarosse.

El grupo de Linley estaba sentado.

—¿Terosse, verdaderamente no estás dispuesto a irte con nosotros? —preguntó Linley una vez más—.

César ha aceptado irse con nosotros.

Al final, la Isla Miluo no era la ‘raíz’ de Tarosse y de los demás.

Sin embargo, la Prefectura Índigo era donde se ubicaba el clan de las Cuatro Bestias Divinas.

Linley también quería reunirse con esa.

César estaba dispuesto a irse, pero O’Brien tenía que quedarse con Tarosse.

Ya que le había dado una chispa nivel Dios a cambio de su servicio.

—No hay necesidad.

No queremos irnos de este lugar.

Tarosse rio, entonces sacudió la cabeza.

Dylin también sacudió la cabeza y dijo: —Hemos vivido aquí mucho tiempo, y hemos comenzado a considerar este lugar nuestra casa en el Reino Infernal.

No queremos irnos.

Linley sólo podía reír impotente.

—Unos días después de que terminen las batallas de Lomio, nos iremos —dijo—.

Una pena.

Quería estar con el resto de ustedes, pero no hay nada que se pueda hacer.

Tengo que ir a la Prefectura Índigo.

Linley tampoco intentaría forzarlos.

Si no estaban dispuestos, entonces había que olvidarlo.

—Lo siento, Linley —se disculpó Dylin.

—Está bien —negó con la cabeza.

De repente, se sobresaltó.

Levantando la cabeza, vio a un gran número de guardias en el aire.

—¿Por qué hay tantos guardias? ¿Qué acontecimiento importante está sucediendo?  Tarosse también se sorprendió.

Pero Linley notó que el líder de ese gran grupo de guardias era aquel joven arrogante con el cabello rojo corto.

¡Sequeira! —¿Qué hace él aquí?  Linley se sobresaltó.

Justo en ese momento, ese gran grupo de personas descendió.

Sequeira llevó a los tres guerreros de armadura negra al patio, mientras que, más de un centenar de guardias también aterrizaban allí, con el resto flotando en el aire.

—¡Jefe! —¡Linley! Delia, Bebe y Olivier se pusieron de pie.

También vieron a Sequeira.

—¿Están aquí por nosotros? —preguntó Delia a través de sentido divino.

Linley miró fijamente a Sequeira, completamente aturdido.

Dado lo que esperaba, Sequeira no debería estar causando tanto lio por ese pequeño asunto.

Pero él había traído claramente un gran número de expertos para rodearlos.

—¿Quién es usted?  Tarosse se puso de pie.

—Tarosse —el comandante de mil hombres rio tranquilamente—.

Este es el joven maestro Sequeira del clan Bagshaw! Tiene unos asuntos.

—¡El clan Bagshaw! Tarosse y Dylin no pudieron sino quedar atónitos.

Sequeira solo miró a Linley y dijo: —También estás aquí —y entonces, Sequeira o prestó más atención a Linley.

Él gritó airadamente—: ¿Dónde está César? ¡Hagan que salga!  Su grito de ira sacudió el patio entero.

—¿César? ¿Está aquí por César?  Linley empezó a fruncir el ceño.

Sequeira no estaba allí por Linley, sino que estaba por César, pero ¿para qué? ¿Podría ser que tuviese algo que ver con esa mujer llamada Cecily? —Joven maestro Sequeira, ¿para qué está buscando a César? —preguntó Tarosse.

—Sin preguntas.

¡Sólo haz que salga! —Sequeira miró fijamente el edificio, y luego soltó una mueca de burla, liberando directamente su sentido divino y localizando a César inmediatamente.

Él no pudo evitar mirar hacia el segundo piso del pequeño edificio.

—¿Quién me busca?  Una voz perezosa resonó y César salió volando directamente desde el segundo piso.

—¡Eres César! Sequeira lo miró fijamente.

—Eres...

¡Sequeira!  Los ojos de César se pusieron furiosos y se llenaron de furia.

Al ver la expresión en su rostro, Sequeira empezó a reír salvajemente.

Esa risa hizo que Linley y los demás tuviesen un mal presentimiento.

La furia reprimida que Sequeira había retenido en su corazón ahora rugía, y sus ojos estaban débilmente rojos.

Las Deidades vivían demasiado tiempo.

Era muy normal que una mujer Deidad tuviese múltiples relaciones con diferentes hombres.

A Sequeira no le importaba demasiado.

Mientras su esposa no estuviese con otros hombres mientras estuviesen juntos, eso sería suficiente.

Pero lo que lo enfurecía era que...

¡El niño en el vientre de su esposa pertenecía a otro hombre! Dado el temperamento de Sequeira, ¿cómo podría tragarse ese insulto? —Sequeira, ¿por qué has venido a buscarme? —dijo fríamente.

—¿Por qué? —alzó la cabeza hacia los cielos y rio, su cuerpo comenzó a rebosar con una luz ensangrentada y luego miró a César—: ¡Hoy te voy a matar! Los rostros del grupo de Linley inmediatamente cambiaron.

Sequeira miró fijamente a la gente que lo rodeaba y luego dijo en voz alta: —Hoy, mi clan Bagshaw ejecutará a ese César.

Todos ustedes, váyanse.

Si no se van...

¡entonces se convertirán en enemigos de nuestro clan Bagshaw! Los rostros de O’Brien, Linley y los demás se volvieron pálidos.

César parecía muy tranquilo.

Giró para mirar a Linley y Tarosse, luego sacudió la cabeza y dijo: —No se preocupen por mí.

En realidad, recientemente, yo mismo he sentido que mi existencia no tiene ningún propósito.

No hay necesidad de ofenderlos por mi bien.

—¿Cómo puede ser eso aceptable? —O’Brien se adelantó, mirando a César—.

César, vinimos aquí desde el continente Yulan juntos.

Durante tantos años, ¿alguno de nosotros alguna vez ha sido abandonado? En el peor de los casos, moriremos juntos.

¡De qué hay que temer! —O’Brien, resistirse ciegamente sólo llevará a la muerte —Tarosse dejó escapar un suspiro bajo, luego caminó hacia un lado—.

No voy a interferir en este asunto.

Linley se sobresaltó.

—O’Brien, no te resistas.

Resistirse significa lanzar tu vida.

No tiene sentido.

Dylin también sacudió la cabeza.

Él en realidad también caminó hacia un lado.

En cuanto a los dos hijos de Dylin, esos dos Ni-Leones Dorados de Seis Ojos, los miraban conmocionados.

—Padre.

Los dos Ni-Leones Dorados de Seis Ojos miraron fijamente a Dylin.

—Vengan aquí.

Les instó.

Los dos hermanos intercambiaron miradas, pero no tuvieron más opción sino seguir a su padre.

—Ustedes...

Ustedes...

O’Brien no se atrevió a creerlo.

Cuando llegaron al Reino Infernal, se habían aventurado juntos y habían tratado la vida del otro como la suya.

Todos creían que...

ninguno de ellos se abandonaría jamás.

Sin embargo, ¿cómo terminaron las cosas hoy así?  —¡Excelente! —dijo Sequeira fríamente, y luego miró hacia Linley—.

¿Y usted, señor? Linley, Delia, Bebe y Olivier se miraron el uno al otro.

En sus sonrisas, ellos sabían lo que pensaban los demás.

Linley rio.

Dando tres pasos adelante, caminó hacia el lado de César y O’Brien.

Con voz tranquila, dijo: —Yo también soy del continente Yulan.

¡Ninguno de nosotros abandonará a uno de los nuestros! —¡Yo también soy del continente Yulan! Delia, Bebe y Olivier también avanzaron, con Linley como líder.

El rostro de Linley se hizo solemne y su mirada pasó a través de ese grupo de Dioses Altivos.

Él entendió que… —Esta vez, realmente vamos a ir con todo lo que tenemos.

¡No puedo mostrar misericordia ni paciencia!  El corazón de Linley empezaba a llenarse de una intención asesina.

En un momento crítico como ese, si era necesario, sacrificaría una gota de Poder de Soberano y comenzaría una matanza que pondría el mundo al revés.

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