Capítulo 541 - Dios De La Guerra, César
Después de haber matado a doce Dioses Altivos con un solo golpe de espada, él había conmocionado a sus oponentes.
De ese modo, el grupo de cuatro se fue con seguridad.
—Linley, ¿será que el joven maestro del clan Bagshaw traerá expertos en venganza?
Olivier frunció el ceño, algo preocupado.
Linley rio.
Delia respondió: —Olivier, en verdad, el joven maestro del clan Bagshaw y los tres sólo estábamos en una disputa a causa de ropa.
Y luego, Linley mató a esos doce Dioses Altivos ordinarios.
Para un antiguo clan como el suyo, la muerte de doce Dioses Altivos ordinarios es nada en absoluto.
Me imagino que ese joven maestro no sería tan imprudente como para buscar venganza sin investigar con claridad.
—¡Si vienen, vamos a matarlos! —Bebe resopló—.
Estamos a punto de salir de la Isla Miluo de todos modos.
A quien le importa el clan Bagshaw.
No importa qué tan poderoso sea, ¿podría ser que ellos también pueden controlar otras áreas?
—Vámonos.
Esos grandes clanes son desdeñosos hacia los individuos menores, pero en contra de expertos verdaderos, todavía son un poco cautelosos.
Rio Linley.
Linley, al atacar, había sido visto por otros como un Dios Altivo, y, sin embargo, ¡su aura era la de un Dios!
Los enemigos definitivamente creerían que ocultaba su aura.
En realidad, ¡él realmente sólo era un Dios! ¿Cómo podrían descubrir cualquier aura de Dios Altivo de él?
Sin embargo, ¡los enemigos sólo creerían que Linley era tan poderoso que su habilidad para ocultar su aura era simplemente demasiado grande!
Dada su capacidad de ocultar su aura, así como el ataque de espada que acababa de mostrar, los oponentes tenían un montón de material para comenzar a especular violentamente.
No importa qué tan poderoso fuese un clan, no querrían ofender a un experto definitivo.
Después de todo...
un verdadero experto, por sí mismo, podría destruir un clan.
Frente a un experto definitivo, las tácticas de ataques en números eran ineficaces.
Ese joven maestro Sequeira no se atrevería a ofender a un posible Demonio de Siete Estrellas por un pequeño ataque de resentimiento.
El grupo de Linley se dirigió inmediatamente hacia afuera.
Después de caminar un rato, no descubrió que alguien los siguiese.
En su corazón, entendió que el joven maestro Sequeira realmente debió haber renunciado a la idea de conseguir venganza.
Bebe murmuró: —La Isla Miluo es una isla bastante preciosa.
Por desgracia, después de estar aquí un solo día, tenemos que irnos.
Tenía muchas ganas de llegar a ser un vencedor de cien batallas en esa arena.
¿Cómo podría Bebe posiblemente perder en una lucha contra Dioses? Él sólo podía estar allí y dejar que ellos lo golpeasen.
A menos que el oponente también tuviese un arma de Chispa Divina o un artefacto Soberano.
Probablemente, sólo aquellos elementos serían capaces de dañarlo.
—Vámonos.
En el futuro, todavía tendremos la oportunidad de volver.
Linley rio con calma.
—¡Linley, rápido, mira!
Delia, un tanto aturdida, tiró de Linley y lo llamó.
Él inmediatamente giró y siguió la mirada de Delia.
Mientras lo hacía, se sorprendió.
Desde una ventana translúcida en un restaurante distante, ¡fue capaz de ver a un hombre frío con el cabello largo de color rojo sentado en el otro lado de la ventana!
¡El Dios de la Guerra, O’Brien!
—¡Dios de la Guerra!
Linley se llenó de alegría.
—¿Dios de la Guerra?
Olivier miró hacia ahí, desconcertado y luego él también estuvo lleno de alegría.
Todos esos expertos que habían entrado en el Reino Infernal entendieron que sería extremadamente difícil para ellos encontrarse con sus viejos amigos del mismo plano material.
La sensación de encontrarse con sus viejos amigos era suficiente para hacerlos muy emocionados y llenos de energía.
—¡Jaja, Dios de la Guerra!
Bebe fue el primero en lanzarse hacia el restaurante.
El grupo de Linley también lo siguió de inmediato.
Entrando en el restaurante, vieron que ese era un restaurante bastante tranquilo, con muy pocos clientes.
O’Brien actualmente estaba sentado allí, bebiendo tranquilamente una taza de té.
—¿El Dios de la Guerra en realidad se convirtió en un Dios Altivo?
Linley estaba un tanto sorprendido.
En el pasado, el Dios de la Guerra se había basado en la fusión con una chispa divina para convertirse en un Dios.
¿En un período de tiempo tan corto de mil años se convirtió en un Dios Altivo? Sólo había una explicación, él se había fusionado con una chispa divina.
—¡Oye, Dios de la Guerra!
Bebe de inmediato corrió hacia la mesa del Dios de la Guerra.
O’Brien, con la cabeza baja hacia su taza de té, se sorprendió.
¿Dios de la Guerra? En el Reino Infernal, habían pasado muchos años desde que alguien lo había llamado de esa manera.
O’Brien levantó la cabeza y vio a Bebe cerca de su mesa y también a Linley, Delia, y Olivier caminar hacia él.
El rostro del Dios de la Guerra O’Brien se aflojó, y luego se reveló una expresión de alegría.
—¡Linley, en realidad son ustedes cuatro!
—O’Brien, mucho tiempo sin vemos.
Linley rio.
—Cuánto tiempo sin verte.
O’Brien también rio.
—¿No vas a invitarnos a sentar? —resopló Bebe.
O’Brien inmediatamente comenzó a reír: —Jaja, está bien si no invito a otros a sentarse, pero ¿cómo me atrevería a no invitarte a ti, Bebe, a sentarte? Ven, sentémonos juntos.
Mientras hablaba, O’Brien inmediatamente hizo una seña hacia un mesero distante, quién inmediatamente se acercó.
—No quiero comer ahora —dijo apresuradamente.
—Entonces vamos a pedir vino —ordenó casualmente un poco de vino, y luego todo el mundo comenzó a charlar juntos.
O’Brien preguntó a Linley y Olivier acerca de lo que había ocurrido en los últimos años, mientras que Linley daba una descripción general de los acontecimientos que habían ocurrido después de su llegada en el Reino Infernal.
Sin embargo, no entró en detalles respecto a los peligros a los que se habían enfrentado.
Después de dar un breve resumen, el grupo de Linley concluyó su descripción de lo que había sucedido en el Continente Capullo Rojo.
—Estuvimos atrapados en las Montañas Amatista por un tiempo, pero por suerte pudimos escapar.
Olivier, por ejemplo, discutió el caso con una sola frase.
Mientras charlaban, Delia incluso estableció su ‘Reino Divino’ para cubrir a todos ellos dentro de él, dejando fuera el sonido y previniendo que los extraños los escuchasen.
Linley había pensado que O’Brien se sorprendería, pero O’Brien no parecía sentir que algo no iba bien.
En realidad, O’Brien siempre había estado en el Mar de Niebla Estelar y por lo tanto sabía muy poco sobre el Continente Capullo Rojo.
¡No entendía lo que en realidad significaba estar atrapado en las Montañas Amatista y luego escapar!
—Linley, realmente eres audaz.
El Reino Infernal está lleno de innumerables peligros.
Si no hubiese estado siguiendo a Tarosse, probablemente habría muerto en el Mar de Niebla Estelar hace mucho tiempo.
Tú, sin embargo, en realidad dejaste el Continente Capullo Rojo y comenzaste a darte prisa hacia el Continente Risco Sangriento.
Formidable.
¡Admirable! —suspiró de asombro.
Olivier simplemente rio.
Como Olivier lo veía, dada la fuerza actual de Linley, él sería capaz de recorrer el Reino infernal con facilidad.
Mientras él no se encontrase a un enemigo mayor, definitivamente no estaría en peligro.
—O'Brien, ¿y tú? ¿Cómo ha sido la vida en el Reino Infernal?
Linley rio a medida que preguntaba.
—¿Yo? Nada mal —O’Brien asintió—.
Después de llegar al Reino Infernal, nuestro grupo incluyó a Tarosse y Dylin.
Aunque nos encontramos con algunas situaciones peligrosas, Tarosse y él fueron capaces de tratar con ello.
Posteriormente, Tarosse se abrió paso desde el nivel Dios, hasta el nivel Dios Altivo.
¡Se convirtió en un Dios Altivo por su cuenta!
Linley no pudo dejar de ser sorprendido.
—Después de que Tarosse alcanzó el nivel Dios Altivo, se volvió verdaderamente formidable —O’Brien suspiró en elogio—.
Para empezar, el propio Tarosse había fusionado dos tipos de profundos misterios.
Sumándolo a su habilidad divina innata...
En el Mar de Niebla Estelar, él es extremadamente formidable.
¡Incluso una vez mató a tres Demonios de Cinco Estrellas!
—¿Mató a tres demonios de Cinco Estrellas?
El grupo de Linley también se sorprendió.
Sin embargo, después de considerar eso, entendió.
Tarosse se había convertido en un Dios Altivo y había fusionado dos tipos de profundos misterios.
Si era capaz de adaptar perfectamente sus ataques con su habilidad divina innata como una bestia divina, entonces era posible que él fuese comparable a un Demonio de Seis Estrellas.
—Cierto.
¡Tarosse ganó un centenar de victorias aquí en Isla Miluo! —suspiró en señal de aprobación.
Linley asintió para sí mismo.
En términos generales, los Demonios de Seis Estrellas eran capaces de ganar cien victorias.
Demonios de Cinco Estrellas, con suerte, también podrían.
Era posible que Tarosse lograse eso.
—Dylin, a su vez, ganó un centenar de victorias en la Arena Dios —O’Brien rio—.
Precisamente debido a eso, Tarosse y Dylin ahora viven en la parte occidental de la isla.
Tarosse nos dio chispas divinas para permitirnos, César, los hijos de Dylin, y a mí alcanzar el nivel Dios Altivo.
Linley comprendió ahora.
Así que eso era lo que había sucedido.
Los dos hijos de Dylin, los Ni-Leones Dorados de Seis Ojos, se habían fusionado con chispas divinas para convertirse en Deidades, y O’Brien también.
Puesto que ya se habían fusionado con chispas divinas, ellos también podrían solo seguir haciéndolo.
Sin embargo, dado que habían utilizado chispas divinas para convertirse en Dioses Altivos, su futuro potencial era ahora más que escaso.
Delia sonrió.
—Parece que tu vida aquí no es mala.
—Eso es correcto —O’Brien asintió, pero luego pareció haber pensado en algo.
Sacudió la cabeza y dijo—: Pero César, él...
—¿Qué pasa con César? —preguntó Linley apresuradamente.
Linley tenía una más que profunda amistad con César.
Anteriormente, en su tierra natal, cerca de la Ciudad de Fenlai, César lo había ayudado.
Después, cuando Linley había ido a rescatar a esos Guerreros Inmortales, los cinco hermanos Barker, en el momento crítico de vida y muerte, César una vez más lo ayudó y salvó.
Linley, naturalmente, estaba agradecido hacia César por haberle ayudado múltiples veces.
—César está bastante deprimido...
en estos días.
O’Brien sacudió la cabeza y suspiró.
—¿Deprimido? —Bebe lo miró fijamente—.
César parece no tener preocupaciones en el mundo.
¿Cómo podía deprimirse?
Linley también estaba bastante desconcertado.
—Problemas del corazón —dijo O’Brien.
Una expresión de sorpresa apareció en el rostro de Linley y los demás.
César, en el continente Yulan, había sido un sujeto muy disoluto que a menudo cambiaba de mujeres.
No había ninguna mujer a largo plazo para él.
Incluso esa ‘Santa Dama’ del Santuario de la Diosa de Hielo, él había escapado como quien huye de un desastre.
Como Linley lo veía, una persona como él no debería sufrir demasiado de los asuntos del corazón.
Al ver las miradas en los rostros de Linley y los otros, O’Brien explicó: —Al principio, yo era como tú, incapaz de creerlo.
Pero esta vez, lo de César es de verdad.
Con respecto a esa mujer, Cecily, es como si él hubiese sido poseído.
Él y esa mujer Cecily realmente se enamoraron.
¡César incluso me dijo que esta vez, había encontrado el amor verdadero!
El grupo de Linley se limitó a escuchar, aturdido.
—Pero, por supuesto, lo que pasó entre ellos en términos de su relación, no estoy muy claro.
No podríamos inmiscuirnos en sus asuntos privados.
Todos nosotros simplemente éramos muy felices de que César y Cecily fuesen capaces de estar el uno con el otro.
—Lógicamente, eso era una buena cosa.
—O’Brien negó con la cabeza y rio—.
Por desgracia, esa Cecily tenía un estatus muy especial.
En realidad, era un miembro principal de una de las cinco grandes familias de la Isla Miluo, el clan Gaylord.
¡Además, no hace mucho tiempo, se casó con el joven maestro Sequeira del clan Bagshaw!
¿Joven maestro Sequeira?
El grupo de cuatro, al oír ese nombre, se miraron.
¿Esa cuestión en realidad tenía algo que ver con Sequeira? No hace mucho tiempo, el grupo de Linley se había metido en una disputa con ese Sequeira.
—¿Qué, les sorprende? También nos sorprendió.
Pero esa es la verdad —suspiró O’Brien—.
Las Deidades deberían tener mentes duras y resistentes.
¿Quién hubiese imaginado que parecería que ha recibido una herida mortal? Está soñoliento todo el día, bebiendo o simplemente soñando despierto, durmiendo o entrenando.
Él está muy desanimado.
Linley no pudo evitar compadecerse de César.
Aunque O’Brien lo describió todo de una manera muy ordinaria, Linley mismo también había tenido el corazón roto antes.
Él sabía bien como se sentía ese dolor que rasgaba el corazón al tener a su mujer, siendo tomada, y cómo esa agonía podría hacer que una persona apenas fuese capaz respirar.
Cuanto más profundamente uno amaba, más profundamente se estaría herido.
—César...
Parece que realmente se ha enamorado de ella —suspiró.
Mientras charlaban, su vino fue acabado pronto.
—Es cuestión de tiempo.
Después de todo, eso sucedió hace poco.
César es simplemente incapaz de superarlo por ahora.
Cuando pase el tiempo, él debería estar mejor —dijo O’Brien, y luego se puso de pie—.
Linley, ven.
Vamos a encontrarnos con Tarosse, Dylin, y los dos hijos de Dylin.
Todos ellos están presentes.
Cuando los vean, definitivamente estarán muy felices.
El grupo de Linley también se levantó inmediatamente.
—Jefe, ¿todavía nos iremos con el grupo de Aches? —preguntó Bebe.
—No hay necesidad.
Cuando llegue el momento, vamos a viajar solos.
Además, con Bates a su lado, la seguridad no debería ser un problema.
Linley, después de haberse reunido con un grupo de viejos amigos, no tenía prisa en irse.
En cuanto a su problema con Sequeira, ya que no había intentado vengarse inmediatamente, muy claramente no lo haría en el futuro.
Después de todo, si realmente quisiese vengarse, él lo habría hecho de inmediato.
El grupo de cuatro siguió a O’Brien, dirigiéndose directamente a la parte occidental de la isla.
La Isla Miluo se dividía en la parte oriental y la parte occidental.
La parte occidental era donde los guardias de la isla, los cinco clanes, y los demás vivían.
A los forasteros se les prohibía la entrada.
—Realmente es hermoso.
Linley vio los bellos edificios de dos pisos desde lejos.
—Esos son los hogares para los guardias —O’Brien rio—.
También estoy viviendo aquí.
Gracias a la ayuda de Tarosse, también me convertí en un guardia de la isla.
Los guardias rotan su deber una vez al año.
Este año, estoy en descanso.
En la zona donde los guardias vivían, las personas estaban de patrulla.
—¿Se nos permite entrar?
Bebe estaba un poco nervioso.
—Está bien.
La zona residencial de los guardias no está bajo estricta supervisión.
Mientras un guardia de la isla esté a la cabeza, se puede entrar.
El lugar que se encuentra bajo una supervisión muy estricta es el lugar donde viven los cinco clanes.
Sin embargo, es más adentro.
A medida que hablaba, su cuerpo de repente se cubrió con una armadura rojo sangre.
Esa era la prueba de la condición de uno como un guardia de la isla.
Los guardias en patrulla inmediatamente los dejaron entrar.
El grupo de cuatro siguió a O’Brien a la zona residencial de los guardias.
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