Capítulo 418 - Dos Fuerzas Se Unen
El Imperio O’Brien.
Dentro de una casa.
Ese era el lugar donde actualmente residía Ojwin.
Hoy, él había ordenado que un muy suntuoso banquete fuese preparado, sobre todo por el bien de su viejo amigo, Hanbritt.
Ojwin y Hanbritt se sentaron uno frente al otro, comiendo durante la conversación.
—Ojwin, tengo la sensación de que hoy, hay algo en tu mente.
Habla con claridad, ¿qué es?
Hanbritt sonrió mientras hablaba.
Él también rio.
—Nunca te puedo engañar, viejo amigo —dejó escapar un suspiro mientras hablaba, un toque de tristeza en sus ojos—.
Hanbritt, deberías saber que mi hijo está muerto.
Nunca he sido capaz de olvidar eso.
Dejó escapar una risa amarga y dijo: —A decir verdad, este tipo de tortura psicológica, yo...
me estoy volviendo loco.
Hanbritt sabía cuan profundo eran los lazos entre Ojwin y su hijo.
—Está bien.
No he tenido la oportunidad de preguntarte.
¿Cómo fue que tu hijo, Kingsley, murió? —preguntó con curiosidad—.
¿Murió a manos de ese experto que te obligó a salir del Imperio Baruch?
—No.
Ojwin negó con la cabeza.
—Si hubiese muerto en manos de ese experto llamado Tarosse, yo sería capaz de aferrarme a los estribos.
Después de todo, sólo soy un poco más débil que él.
Todavía sería capaz de calmarme y seguir entrenando hasta que llegue el día en que mi poder sea mayor al de Tarosse, permitiéndome obtener venganza.
—¡Sin embargo, la persona que mató a mi hijo es un Semidiós!
—¿Semidiós?
Hanbritt estaba muy sorprendido.
Ojwin no pudo refrenarse de maldecir y asentir con la cabeza: —¡Correcto! Nada más que un Semidiós.
Realmente me vuelve malditamente loco.
Sólo un Semidiós a quien podría matar con el giro de mi mano, pero no tengo una oportunidad de matarlo en este momento.
—Ojwin, estás diciendo que quieres que yo...
Él era capaz de adivinar lo que vendría después.
Ojwin lo observó con sinceridad.
—Hanbritt, hemos sido amigos durante mucho tiempo.
Definitivamente tengo que vengar la muerte de mi hijo.
Pero el oponente es un poco demasiado fuerte para mí.
Me imagino que...
si fueses a asistirme, y si los dos fuésemos a unir fuerzas, a pesar de que él está protegido por Tarosse, sin duda seríamos capaces de matar fácilmente a ese Olivier.
Hanbritt no pudo evitar dudar.
—¿Cuántos Dioses tiene el lado enemigo? —preguntó Hanbritt.
—Dos.
Uno de ellos es ese Tarosse.
El otro...
parece que se llama Dylin o algo así.
Pero parece que es sólo un Dios en la etapa inicial.
Su poder es mucho más bajo que el tuyo —explicó.
Hanbritt asintió levemente.
Pero tenía la sensación que, ya que Ojwin ya era más débil que Tarosse, mientras Dylin era más débil que él, Hanbritt, las dos partes...
deberían estar más o menos a la par con los otros.
—¿Eres incapaz de ir a preguntar a Barnas o Gatenby para que te asistan? —Sugirió Hanbritt—.
Si puedes conseguir que uno de ellos venga, con los tres trabajando juntos, la victoria estará asegurada, y es muy fácil en eso.
Adkins originalmente tenía tres Dioses bajo su control; su más confiado Barnas, el silencioso y taciturno Gatenby, y Hanbritt.
En términos de poder, Hanbritt era en realidad el más débil, mientras que Barnas y Gatenby poseían un poder asombroso.
—Barnas me desprecia absolutamente —dijo con rabia—.
En cuanto a Gatenby, quién sabe cuánto tiempo me tomaría convencer a ese bloque de madera.
Hanbritt entendía a esas dos personas muy bien.
El asintió.
—Hanbritt, no te preocupes.
No estoy pidiendo que vayas a luchar contra ese Tarosse a muerte.
El objetivo es ir a matar a ese Semidiós, Olivier...
qué hay de esto.
Cuando lleguemos allí, usaré de inmediato mis dos cuerpos para atar a Dylin y Tarosse, mientras que tu misión será, en ese corto período de tiempo, matar a Olivier.
¿Qué dices? —sugirió.
Hanbritt, escuchando esa sugerencia, consideró que ese hecho no suponía mucho riesgo.
—Ojwin, a pesar de que tu propuesta es hecha con facilidad, en realidad, llevarla a cabo todavía sería bastante difícil.
Con respecto a eso...
todavía tengo que considerar si vale o no la pena para mí —dijo intencionadamente.
Ojwin rio con frialdad en su corazón.
Él entendía que, si no se pagaba un precio, Hanbritt definitivamente no ayudaría.
Y de hecho…
Una vez que sacó un buen artefacto divino, Hanbritt accedió a ayudarlo.
Ojwin y Hanbritt llegaron a un acuerdo.
Esa noche, ellos se dirigirían directamente al Castillo Sangre de Dragón, preparándose para matar inmediatamente Olivier en el menor tiempo posible.
Castillo Sangre de Dragón.
Puesta del sol.
Ya estaba oscureciendo.
Linley, Dylin, y Tarosse caminaban al lado del otro hacia el salón principal, mientras que, al mismo tiempo, charlaban sobre su entrenamiento.
—Linley, creo que tu método de entrenamiento es algo erróneo —dijo Dylin con el ceño fruncido.
—¿Erróneo?
Linley se llevó una buena sorpresa.
Así era como Linley había entrenado previamente con el fin de desarrollar el ‘Himno del Viento’.
—Puedo decir que estás pensando la forma de utilizar los ‘Profundos Misterios del Sonido’ de las Leyes Elementales del Viento junto con tu espada Bloodviolet, con el fin de generar un ataque más poderoso, ¿verdad? —dijo, y Linley asintió.
Dylin continuó: —Al hacer eso, es cierto que puedes aumentar tu poder de ataque en un corto período de tiempo.
Pero desde el punto de vista del entrenamiento, estás perdiendo el tiempo.
—Sin embargo, al hacerlo, solo estás centrándote en puntos de menor importancia.
Estás centrándote en Bloodviolet, y el propósito de comprender los Profundos Misterios del Sonido es para usarlos junto a Bloodviolet.
Una vez que no tengas a Bloodviolet, no serás capaz de utilizar tus conocimientos con otras armas.
Eso no es bueno.
Además, al hacer eso, será muy difícil que puedas dominar y perfeccionar tu comprensión de los ‘Profundos Misterios del Sonido’ —dijo con seriedad—.
Te insto a que empieces desde lo básico.
—Entrenando en las Leyes Elementales, debemos empezar desde lo básico, luego poco a poco ir más profundo...
Ir un paso a la vez.
De esa manera, no importa qué arma utilices, serás capaz de utilizar un poderoso ataque basado en los Profundos Misterios del Sonido.
Linley se sobresaltó, luego rio.
—Lord Dylin, entiendo —suspiró—.
Sin embargo, no hace mucho, con tantos expertos descendiendo hacia el continente Yulan, sentí una tremenda cantidad de presión, por lo que empecé a entrenar en ese tipo de método de aumentar el poder de corto plazo.
Todos ustedes están de vuelta ahora, pero no lo tomé en cuenta y continué entrenando de esa manera.
—Parece que realmente necesito cambiar a empezar desde lo básico y empezar a ganar mis revelaciones un paso a la vez.
Linley asintió.
—Es bueno que entiendas.
Dylin también rio y mientras hablaban, ellos entraron en el salón principal.
—¿Eh? —Linley miró al salón principal—.
Olivier todavía no está aquí.
Lord Dylin, Lord Tarosse, esperen aquí.
Iré a llamar a Olivier para que venga.
Esta noche, sentémonos a conversar.
A medida que hablaba, entró en los jardines del Este, en dirección a una casa aislada.
El cielo estaba bastante oscuro.
Dos figuras humanas cortaron a través de él, corriendo hacia el Castillo Sangre de Dragón.
Eran Ojwin y Hanbritt.
El corazón de Ojwin se llenó de un intento asesino.
Él realmente quería matar a Olivier tan pronto como llegase allí.
No pudo evitar emocionarse.
—Hanbritt, ya te he descrito la apariencia de ese Olivier.
Cuando llegue el momento, vamos a utilizar tanto nuestro sentido divino para cubrir todo el Castillo Sangre de Dragón.
Tan pronto como descubramos a Olivier, podrás atacar de inmediato, mientras que yo voy a volar junto contigo, en caso de que Tarosse nos bloquee —dijo con su sentido divino.
Hanbritt asintió, con un rastro oculto de intento asesino en sus ojos.
—No te preocupes.
Es sólo un Semidiós.
Esta vez, sin duda usaré un ataque de fuerza completa.
Definitivamente voy a ser capaz de matar instantáneamente a esa persona llamada Olivier.
—Estamos aquí.
El Castillo Sangre de Dragón está sólo más adelante.
La respiración de Ojwin se hizo desigual.
—Después, cuando dé la orden, vamos a difundir al mismo tiempo nuestro sentido divino y mientras cargamos hacia abajo.
Tenemos que hacer que sea rápido —dijo Ojwin.
Hanbritt no discutió.
Él definitivamente quería matar a Olivier en el tiempo más corto posible.
Mientras más corto el tiempo, menor la posibilidad de que tuviesen que luchar con Tarosse.
Dentro de la casa.
Olivier hace un momento había detenido su entrenamiento.
—Vámonos.
Todo el mundo está esperando —dijo Linley con una risa.
Los dos estaban caminando hombro con hombro mientras hablaban.
—No sé por qué, pero por alguna razón, he estado en un estado de ánimo inestable.
Incluso cuando estaba entrenando, he tenido que pasar mucho tiempo antes de que pudiese calmarme y absorberme a mí mismo en el entrenamiento —frunció el ceño mientras suspiraba—.
Realmente no entiendo por qué me siento tan nervioso.
Linley dejó escapar una risa.
—Deja de tener pensamientos salvajes.
Si realmente estás nervioso, entonces, entra en mi dimensión de entrenamiento de bolsillo.
—Ya hay mucha gente ahí.
No voy a añadirme a la misma.
Olivier rio.
Los dos estaban caminando por el camino dentro del jardín del Este.
Justo en ese momento, dos sentidos divinos encapsularon de repente todo el Castillo Sangre de Dragón.
Ese era el sentido divino de Dioses Completos.
Linley y Olivier no podían sentirlo en absoluto, y continuaron hablando y riendo mientras caminaban.
En el mismo instante en que los sentidos divinos barrieron...
¡Dos figuras descendieron desde el cielo, cargando a alta velocidad hacia su objetivo, Olivier!
—¡¡¡No es bueno!!!
Tarosse y Dylin eran Dioses.
Ellos sintieron los sentidos divinos del oponente.
Naturalmente, propagaron sus propios sentidos divinos, y se dieron cuenta que, en medio del aire, habían dos Dioses cargando en línea recta hacia Linley y Olivier.
¡Dos Dioses!
Tarosse y Dylin sintieron un gran shock.
*¡Swish! ¡Swish!*
Tarosse y Dylin elevaron sus velocidades hasta el límite, corriendo hacia Linley y Olivier mientras que, al mismo tiempo, usando su sentido divino se pusieron en contacto con los dos.
—¡¡¡Rápido, vengan al salón principal, rápido!!! ¡Ojwin está viniendo por ustedes!
Sus voces resonaban en las mentes de Linley y de Olivier.
Linley y Olivier reaccionaron muy rápido, simultáneamente cargando hacia el salón principal.
Sin embargo…
Ojwin y Hanbritt estaban a sólo mil metros en el aire, y estaban volando hacia abajo a una velocidad muy alta.
El Castillo Sangre de Dragón era bastante grande; Desde el salón principal a los jardines del Este, la distancia también era de casi mil metros.
—Ellos vinieron a matar a Olivier.
Mientras volaba a gran velocidad, Linley pudo adivinar lo que estaba pasando.
En términos de velocidad, él era un poco más rápido que Olivier.
*¡BOOM!*
De repente, detrás de Linley, un estruendo ensordecedor pudo ser oído.
La fuerza de las vibraciones retumbantes hizo que la tierra cercana se rompiese, e incluso las paredes cercanas al instante se agitaron en pequeños pedazos.
Afortunadamente, no había sirvientas o alguna otra persona común en los pasillos.
—¡Olivier!
Linley se giró para mirar.
Un rugido aterrador sonó, y Linley sintió como si el mundo entero de repente hubiese empezado a temblar ligeramente.
—Dylin...
Linley vio que Dylin había abierto la boca.
Ojwin y ese otro experto en realidad estaban siendo atraídos hacia él por una muy poderosa fuerza devoradora.
—Ojwin, ¿ese es él tan llamado ‘débil’ Dios en fase inicial del que estabas hablando?
Hanbritt utilizó su sentido divino para maldecir con enojo a Ojwin.
—¡No tenía ni idea!
Ojwin se sentía miserable en su corazón.
Nunca se hubiese imaginado que Dylin sería tan aterrador.
En ese momento, cuando los dos habían cargado hacia abajo, el plan de Ojwin era...
Incluso si Tarosse y Dylin llegasen a bloquearlos, él mismo se dividiría en sus dos clones divinos y sería capaz de frenarlos por un corto tiempo.
Pero justo cuando estaban a punto de matar a Olivier, esa aterradora fuerza devoradora había aparecido de la nada.
Incluso ambos combinados fueron incapaces de resistir la fuerza devoradora de Dylin.
Ojwin instantáneamente se transformó en dos personas; su clon divino de luz, y su clon divino de fuego.
Los dos cuerpos divinos de Ojwin, junto con Hanbritt, hacían tres Deidades.
Sus fuerzas combinadas apenas fueron capaces de empatar contra esa fuerza devoradora de Dylin.
—¡Él realmente hace honor al nombre de Bestia Devoradora de los Cielos! —suspiró Linley mentalmente con elogio.
Las bestias divinas eran extremadamente poderosas.
Tan pronto como llegaban a la edad adulta, ellos, naturalmente, se convertían en Semidioses.
Uno puede imaginar lo fuerte que eran sus dones innatos.
Para que él mismo se atreviese a referirse a sí mismo como una ‘Bestia Devoradora de los Cielos’, el poder devorador de Dylin era cientos de veces más poderoso que el de sus tres hijos.
Ahora él era un Dios Completo.
En términos generales, los Dioses que eran tragados tendrían una muerte segura.
—Fui salvado por ellos una vez más —Olivier llegó al lado de Linley, todavía sintiéndose un poco aterrorizado, mientras que, al mismo tiempo, miraba a Dylin con un suspiro asombrado—.
Linley, ese poder de Dylin es quizás un poco demasiado aterrador.
¿Qué tipo de habilidad es esa? ¿A qué Ley Elemental pertenece?
Linley tampoco sabía qué decir.
¿A qué tipo de Ley Elemental pertenecía? ¿Quién sabe?
—Bebe también es una bestia divina.
Que él fuese llamado una ‘Rata Come Dioses’, entonces...
¿Cuál sería su habilidad natural?
Linley sentía curiosidad.
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