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Estado: Finalizada
Autor: I Eat Tomatoes

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CAPITULO 409

Capítulo 409 - Sonido Imperio O’Brien.

El palacio imperial.

Ese hombre joven y bien parecido, Adkins, que había estado sentado en una sala de descanso, charlando y riendo, de repente dejó de sonreír.

Se quedó mirando fríamente hacia el Norte, dejando escapar un resoplido gélido.

—Ese Beirut realmente tiene el poder de un Dios Altivo.

Sin embargo, es un poco demasiado feroz.

—Lord Adkins —ese anciano de cabello plateado detrás de él dijo con respeto—.

Ese Beirut actúa con ferocidad, pero tiene la habilidad que lo respalda.

—Él sólo se basa en el Soberano detrás de él para respaldarlo.

Las cejas delgadas de Adkins se estrecharon.

Sus ojos estaban tan afilados como dagas.

Pero sabía muy bien que a pesar que los Dioses Altivos habían dominado por completo su Leyes, en frente de un Soberano...

un solo pensamiento podría matar al Dios Altivo.

Los Soberanos estaban muy por encima de ellos, presencias inviolables que sólo podían ser contempladas con asombro.

—Si...

Si pudiese...

Adkins tenía un deseo en su corazón.

En la Prisión Planar de Gebados, él también había oído hablar de lo que contenía la Necrópolis de los Dioses.

Incluso alguien como él, que tenía la exaltada posición de Dios Altivo, estaba lleno de deseo hacia el tesoro escondido en el piso dieciocho de la Necrópolis de los Dioses.

Pero él sabía que...

La Necrópolis de los Dioses era un juego diseñado por un Soberano.

Si quería entrar en la Necrópolis de los Dioses, tenía que obedecer las reglas que el Soberano había establecido.

Desobedecer las reglas...

era desobedecer la voluntad del Soberano.

Desobedecer la voluntad del Soberano...

los resultados de eso no necesitaban ser cuestionados.

—Barnas, ¿has terminado la investigación? —preguntó con frialdad.

El anciano de cabello plateado detrás de él dijo con respeto: —Lord Adkins, su subordinado ya ha terminado la investigación.

Aquellas Deidades O’Brien y Catherine fueron a la Necrópolis de los Dioses hace nueve años.

En dos meses más serán los diez años, y deberían volver.

—Bueno.

Adkins reveló un raro rastro de una sonrisa en su rostro.

—Voy a soportar durante dos meses más.

—¡A nadie se le permitirá competir contra mí! —murmuró para sí mismo, entonces él agarró la copa de vino y bebió todo.

Castillo Sangre de Dragón.

Linley ya había informado a Desri y a Olivier de la existencia de la sala de entrenamiento en la dimensión de bolsillo.

En ese punto, Linley esperaba que Desri y Olivier también fuesen capaces de mejorar rápidamente.

Olivier, Desri, y el cuerpo original de Linley estaban entrenando.

En cuanto a Delia, ella estaba en su habitación normal.

Después de todo, no había mucha diferencia si ella estaba fusionándose con una chispa divina en la dimensión de bolsillo o en un lugar ordinario.

El cuerpo original de Linley estaba en la dimensión de bolsillo, centrándose de todo corazón en entrenar las ‘Profundas Verdades de la Tierra’.

En cuanto al clon divino de viento él estaba en el Castillo Sangre de Dragón, en silencio, meditando en las Profundas Verdades de la Velocidad, así como analizando a Bloodviolet.

En los jardines occidentales del Castillo Sangre de Dragón, habían unos pocos árboles enanos.

Era un lugar muy tranquilo.

Vestido con una túnica de color verde claro, Linley estaba completamente absorto en la meditación de las Profundas Verdades del Viento y Bloodviolet.

—De acuerdo con lo que dijo Muba, los artefactos divinos se dividen en tres niveles.

Los artefactos divinos de alto nivel pueden ser descritos como artefactos Dios Altivo.

Por encima de esos están los artefactos Soberanos.

Mi Bloodviolet...

Debería ser un artefacto Dios Altivo.

—Linley estaba usando su energía espiritual para alimentar a Bloodviolet.

Él era capaz de sentir el espíritu de Bloodviolet.

En ese punto, él había visto muchos artefactos divinos.

Pero ninguno de esos artefactos divinos podía si quiera ser comparable a Bloodviolet.

—El poder de una Deidad se basa parcialmente en su comprensión de las Leyes y sus aplicaciones.

La otra parte es lo bien que utiliza sus artefactos divinos.

Aunque soy un Semidiós, si fuese capaz de usar todo el poder de Bloodviolet...

Linley volvió a pensar en el ataque que había desarrollado, el ‘Himno del Viento’.

El Himno del Viento combinaba un ataque espiritual, las propiedades especiales de Bloodviolet, y las Profundas Verdades del Viento.

No había necesidad de gastar mucho tiempo describiendo su poder; Que él fuese capaz de matar a Beaumont con un solo golpe de espada, era algo con lo que Linley se sentía muy satisfecho.

—Ese Himno del Viento, parece que...

Linley tenía el ceño fruncido.

En la mente de Linley, él estaba visualizando constantemente el uso del Himno del Viento.

Su energía espiritual y Bloodviolet, combinándose entre sí, junto con las Profundas Verdades de la Velocidad...

A pesar de que Linley era capaz de utilizar el Himno del Viento, en verdad, él no comprendía plenamente los principios detrás de él.

—Originalmente, Delia había dicho que el sonido del Bloodviolet solo estaba causando que su alma temblase y su cuerpo entero se sintiese débil.

Incluso ese Beaumont...

Cuando utilicé el ‘Himno del Viento’, fue incapaz de controlar su energía espiritual para bloquear.

Linley había descubierto...

¡El poder del sonido! —¡Sonido! Linley recordó a ese Panda Gato de Nieve que había conocido en la Necrópolis de los Dioses.

Ese Panda Gato de Nieve había estado blandiendo una flauta mientras lo amenazaba.

—¡El sonido puede influenciar, desconcertar, y atacar el alma! —Linley llegó a esa conclusión—.

En cuanto a mis Leyes Elementales del Viento, ellas parecen contener los Profundos Misterios de Sonido.

Linley aún no llegaba a comprender los Profundos Misterios de Sonido.

Cuando él originalmente había desarrollado el 'Himno del Viento', fue debido a que Bloodviolet ya contenía ese tipo de aspecto en ella.

Linley simplemente utilizó las Profundas Verdades del Viento para activar ligeramente la canción de espada de Bloodviolet, resultando en ese efecto especial.

Pero ahora, él quería centrarse en la investigación de ese Profundo Misterio del Sonido.

*Rumble…* El poder divino de Linley llenó a Bloodviolet, la cual comenzó a temblar, emitiendo esa canción de espada.

—¿Dónde está el Lord Linley? ¿En el interior?  Gates entró en el jardín Oeste del Castillo Sangre de Dragón.

La sirvienta dijo con una sonrisa: —Lord Gates, Lord Linley dijo que él necesita concentrarse en su entrenamiento.

No importaba quién fuese, sin su permiso, a nadie se le permite entrar en el jardín Oeste.

En este momento, la única persona en el jardín Oeste es Lord Linley.

—¿A ninguna persona se le permite entrar?  Gates estaba un poco sorprendido.

¿Y qué si alguien entraba mientras él estaba entrenando? Sin embargo, ¿cómo iban a saber que Linley estaba investigando actualmente los Profundos Misterios del Sonido, de las Leyes Elementales del Viento? Los ataques de sonido que él creaba no lo dañarían, por supuesto, pero si alguien entraba, serían heridos fácilmente.

En cuanto a Linley, él no estaba investigando lentamente ese Profundo Misterio del Sonido en un orden prescrito.

Él sólo estaba partiendo de lo que sabía de Bloodviolet como su base para aumentar el poder de la misma.

Si se quisiera avanzar en un corto período de tiempo, habría que centrarse en el arma.

—Todo el mundo está meditando y entrenando.

La atmósfera del Castillo Sangre de Dragón ha cambiado.

Gates, dio la vuelta y se fue.

Durante ese periodo de tiempo, Linley, Desri, y Olivier, las tres Deidades, estaban entrenando sin detenerse, con la esperanza de aumentar su poder una vez más.

En cuanto a Barker, Zassler, Delia, y Haeru, todos ellos estaban fusionándose con sus chispas divinas.

Pero, quién se habría imaginado que Linley continuría entrenando en el jardín oeste sin parar.

A lo largo de todo un mes, él no salió del jardín Oeste ni una sola vez.

En cuanto a las otras personas del Castillo Sangre de Dragón, ellos no se atrevieron a desobedecer las órdenes de Linley.

Ellos tuvieron que esperar.

Wharton, Gates, Ankh, Boone, y los otros caminaban lado a lado cuando salían de los campos de entrenamiento.

—Ese ataque de espada de Olivier ha soltado un grupo de expertos.

Eso realmente es un gran dolor de cabeza —dijo Gates.

Wharton también asintió.

El golpe de espada de Olivier había puesto de cabeza al continente Yulan por completo.

—Cuando el Dios de la Guerra y el Sumo Sacerdote regresen, lo más probable es que estén aturdidos —se burló Gates.

—Sabes, eso es muy cierto.

Ambos imperios se han ido.

Hazer también rio.

—Cuando ellos estén de vuelta, tendrán que tener una conferencia con mi hermano mayor sobre cómo hacer frente a este desastre —dijo Wharton con cierta anticipación.

Cuantas más personas tuviesen, más fácil sería lograr algunas cosas.

A pesar de que el Dios de la Guerra y el Sumo Sacerdote también eran Semidioses, ellos habían llegado a ese nivel hace mucho tiempo.

Además, Dylin mismo era una bestia divina.

Si su grupo de Semidioses unía fuerzas, aún podrían arreglárselas para encontrar alguna base estable.

—Todo lo que podemos hacer es esperar.

Dentro de un mes, el Dios de la Guerra y los demás estarán de vuelta —dijo Wharton.

—Espero que el Dios de la Guerra y los otros sean capaces de lograr avances en la Necrópolis de los Dioses —dijo Ankh con seriedad—.

Si no, incluso si el Dios de la Guerra y los otros regresan, va a ser difícil decir si seran capaces de derrotar a ese Ojwin.

El grupo detuvo súbitamente su charla.

Delante de ellos había un hombre de mediana edad, vestido con ropas largas simples.

Un indicio de una sonrisa estaba en el rostro de ese hombre.

—¿Quién es usted? —gritó Ankh.

—¿Muba?  Wharton frunció el ceño.

La última vez, cuando había llegado Muba, Wharton lo había visto.

—¿Es esa Deidad, Muba?  Ankh y los demás también estaban un poco sorprendidos.

Ese día, cuando había llegado Muba, Ankh y los otros no lo habían visto.

Después, cuando habían oído hablar de Muba, lo único que sabían era que era un experto nivel Deidad.

—Wharton —el rostro de Muba todavía tenía esa leve sonrisa—.

Estoy aquí para ver a Linley.

—Mi hermano mayor se encuentra entrenando.

Sólo...

—Wharton negó con la cabeza—.

Mi hermano mayor dio la orden de que sin su permiso, no se permite a nadie a entrar y molestarlo.

Usted vino en un momento desafortunado.

—¿Oh?  Muba inmediatamente expandió su sentido divino.

Al instante, él encontró a Linley en el jardín Oeste.

Cuando sus sentidos divinos se tocaron, Linley también lo descubrió.

—Oh, es Muba.

Si hay algo que discutir, ven.

El cuerpo de Muba se dirigió hacia el jardín Oeste.

—Este Muba —Wharton estaba bastante enojado—.

Mi hermano mayor prohibió a nadie ir a molestarlo, pero aun así entró.

Wharton corrió inmediatamente hacia el jardín Oeste.

Wharton no sabía que Muba había hablado con Linley a través de sus sentidos divinos.

Pronto, llegó a la puerta del jardín Oeste.

La sirvienta estacionada fuera de la puerta del jardín Oeste actualmente estaba alejándose de ella.

—¿Por qué estás corriendo? —ladró.

—Lord Wharton —la sirvienta hizo una reverencia—.

Lord Linley me ordenó ir a preparar un buen vino y manjares para su invitado.

Dentro del jardín Oeste del Castillo Sangre de Dragón.

—Sr.

Linley, estoy en admiración.

En un corto período de tiempo, ustedes tres, uniendo fuerzas, se las arreglaron para matar a Beaumont —Muba suspiró de elogio—.

Ese Beaumont era un poderoso Semidiós.

Él era muy fuerte en tanto en ataques espirituales como regulares.

Linley rio mientras miraba a Muba.

—Sr.

Muba, no estoy seguro de por qué ha hecho este viaje.

Por favor, dígame —dijo directamente.

Muba sonrió.

—He venido a ayudarte, Linley.

—¿Ayúdame?  Linley no pudo evitar mirar a Muba con sorpresa.

En verdad, él y Muba no tenían una profunda relación.

La última vez, Muba le había dicho alguna información acerca de los artefactos divinos.

Como resultado, Linley se centró sintonizarse con Bloodviolet y meditaba en combinar a Bloodviolet, su energía espiritual, y las Profundas Verdades del Viento, desarrollando eventualmente el Himno del Viento.

Se podría decir que sin la información de Muba, él no habría sido capaz de desarrollar el Himno del Viento.

—Mi situación en este momento es realmente bastante terrible.

¿Puede ser que usted, Sr.

Muba, ha venido a ayudar a mi lado a luchar contra mis enemigos? —preguntó Linley.

—No tengo ese tipo de habilidad —Muba rio—.

He venido a darle un poco de información sobre esas Deidades que han aparecido en el continente Yulan.

Linley no pudo evitar sentir alegría salvaje en su corazón.

Linley todavía no tenía idea de lo poderoso que era ese Ojwin que destruyó su palacio imperial, por lo cual no se había atrevido a tomar ninguna acción.

—Entonces permítame darle las gracias por adelantado, Sr.

Muba.

Por favor dígame la información detallada.

Estaré eternamente agradecido —dijo con seriedad.

Muba rio.

—Sr.

Linley, no hay necesidad de ser tan agradecido.

Estoy haciendo esto para hacerme amigo de usted.

Mientras usted me considere su amigo, entonces todo lo que he hecho habrá valido la pena.

La sonrisa de Muba era muy sincera.

Linley no pasó ningún tiempo pensando en cuales eran los objetivos de Muba.

Él al menos estaba dispuesto a ayudar.

—Sr.

Muba, usted es mi amigo, por supuesto.

Por favor hable, especialmente en cuanto a ese Ojwin —dijo Linley.

Muba asintió mientras hablaba.

—Antes de eso, en primer lugar, quisiera decirle que hay una ciudad dentro de la Prisión Planar Gebados conocida como ‘Ciudad Fuego Azul’.

Dentro de la Ciudad Fuego Azul, Ojwin era un experto bastante famoso, y su poder en la Ciudad Fuego Azul también era bastante alto.

Él ha alcanzado el nivel Dios.

Al escuchar las palabras de Muba, Linley no pudo evitar apretar los dientes.

¡Un Dios Completo! Al menos por ahora, él no podía actuar contra Ojwin.

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