Capítulo 369 – Un Evento Importante
Amanecer.
La luz del sol iluminaba el jardín trasero del Castillo Sangre de Dragón.
Por primera vez en mucho tiempo, Linley tenía el deseo de ir al jardín trasero y dedicarse a esculpir piedra.
Mientras esculpía, no podía dejar de recordar una escena tras otra de sí mismo con el abuelo Doehring.
—La apariencia de una piedra, la calidad, granos, y el impacto de su coloración, no sólo es su apariencia, sino la totalidad de su forma potencial y verdadera.
Utilizamos cinceles para eliminar las partes sobrantes y permitir que su belleza natural se manifieste.
Eso es esculpir en piedra.
—Esculpir piedra realmente es una forma de controlar el espacio y la apariencia.
Cuando esculpimos en piedra, uno debe...
La escena del abuelo Doehring enseñándole acerca de la escultura de piedra todavía era muy fresca y muy viva en la mente de Linley.
Después de comprender las ‘Profundas Verdades de la Velocidad’, el cincel plano de Linley se movía con aún más gracia y agilidad, a veces transformándose en innumerables manchas mientras que, otras veces, se movía lentamente y con cuidado...
la piedra con forma humana delante de él tomó forma lentamente.
El tallado de Linley atrajo la atención de Hillman, Taylor, y muchos otros, los cuales miraban desde lejos.
—El método de escultura de Padre es muy extraño —dijo Taylor con sorpresa.
Hillman también suspiró con sorpresa.
—Cierto.
La escultura de piedra de tu padre me da la sensación...
como si la propia escultura ya existiese.
Lo único que está haciendo es eliminar el exceso de piedra y polvo que la cubre.
El cincel plano destelló, y motas de piedra volaron.
De hecho, era como Hillman había dicho.
Lo que Linley verdaderamente estaba haciendo, era quitar una capa de piedra inútil de encima de la escultura, y mientras las motas de piedra volaban, la escultura lentamente comenzó a revelar su verdadera apariencia.
—Mudar el caparazón.
Ese es el sentimiento conocido como ‘mudar el caparazón’ del que los escultores de piedra hablan —Jenny suspiró con asombro—.
Sólo que, nunca me había dado cuenta de que alguien podía ser capaz de esculpir de manera tan natural.
Jenny misma había aprendido a esculpir piedra, pero lo que aprendió fue el tipo normal del esculpir, el que requiere de muchas herramientas.
—Hrm...
Para Linley, un cincel plano era suficiente.
Él comenzó a esculpir en la madrugada, y continuó hasta el anochecer.
Sólo entonces finalmente dejó a un lado su cincel, levantando una mano para acariciar suavemente la escultura.
—Abuelo Doehring —murmuró para sí mismo—.
En el pasado, prometí que llegaría el día en que yo destruiría a la Iglesia Radiantee y la arrancaría de sus raíces.
Pronto, muy pronto...
seré capaz de lograr eso.
La escultura en frente de él era la de ‘Doehring Cowart’.
El rostro de Doehring Cowart tenía esa omnipresente sombra de una sonrisa benevolente en él.
—Linley.
De repente, una voz llegó desde detrás de él.
Linley se giró y vio que el hablante en realidad era Fain.
Junto a él, Hillman dijo de inmediato: —Linley, el Sr.
Fain ha estado esperando aquí por bastante tiempo.
Pero cuando vio que estabas esculpiendo, no quiso molestarte.
—Verdaderamente parece tan ágil y real como un espíritu —suspiró Fain con asombro mientras miraba la estatua.
La estatua parecía estar viva, y por un momento, era como si una persona real estuviese allí de pie.
—Linley, ¿quién es esa persona que has esculpido? —preguntó Fain con curiosidad.
Linley no respondió y dijo: —Fain, ¿viniste debido a ...?
Fain, dijo apresuradamente: —Oh, esta vez, he venido a invitarte a hacer un viaje a la montaña del Dios de la Guerra.
Mañana, es decir, 06 de abril, todas las diversas Deidades fueron convocadas en la montaña del Dios de la Guerra, mientras que unos pocos Santos también han sido invitados a asistir.
—¿Oh?
Linley fue intrigado de repente; ¿una reunión de Deidades, con sólo unos pocos Santos siendo invitados? Claramente, esa reunión era de gran importancia.
—¿Puedo preguntar de qué se trata? —preguntó Linley.
Fain negó con la cabeza y contestó: —No estoy seguro y Maestro no me dijo.
Pero si vas, sin duda te enterarás.
—Bien.
Sin duda iré mañana —asintió mientras hablaba.
Calendario Yulan, año 10034, 6 de abril.
El Imperio O’Brien.
Fuera de la capital imperial.
Sobre la montaña del Dios de la Guerra.
En el tranquilo patio apartado del Dios de la Guerra O’Brien, cuatro Deidades, entre ellas el Dios de la Guerra, el Sumo Sacerdote, Dylin, y César, junto con cuatro Santos, siendo Fain, Linley, Desri y Tulily, se sentaron casualmente.
—Así que sólo los cuatro vinimos —Desri también se sentía bastante curioso—.
Linley, ¿sabes lo que está pasando?
Linley y Desri estaban participando en una conversación mental.
—No estoy seguro.
Todos son Deidades.
No deberíamos tener nada que ver con sus asuntos.
Linley se sorprendió también.
En ese momento, los cuatro Santos se mantenían en silencio.
El Dios de la Guerra y el Sumo Sacerdote intercambiaron una mirada significativa, y luego el Dios de la Guerra giró su mirada afilada hacia Linley y los otros tres.
Con una sonora voz, dijo: —Hoy, la razón principal de que ustedes cuatro hayan sido convocados es debido a que el Sumo Sacerdote y yo hemos llegado a un acuerdo.
Hay demasiadas naciones en el continente Yulan.
Es hora de reducir el número.
Linley y los otros tres se sorprendieron.
—¿El Dios de la Guerra está preparándose para incitar una guerra importante? —Linley se preguntó en secreto para sí mismo.
La enmascarada Sumo Sacerdote dijo con voz suave: —El Dios de la Guerra y yo hemos llegado a un acuerdo.
Sólo debe haber tres imperios en el continente Yulan: El Imperio O’Brien, el Imperio Yulan, y el Imperio Baruch.
En otras palabras...
es el momento de empezar una guerra que cubrirá todo el continente Yulan.
Linley, Fain, Desri y Tulily, aunque interiormente conmocionados, se las arreglaron para parecer tranquilos en la parte exterior.
—Linley, ¿tienes algunos pensamientos? Puedes ser considerado el representante del Imperio Baruch.
Linley hizo una pausa por un momento.
—Esas son buenas noticias.
Yo, naturalmente, no me opondré —continuó de inmediato—.
Si nuestros tres grandes imperios se unen, no va a ser difícil destruir a las otras naciones.
Sólo que, que confío en que si usted, Dios de la Guerra y usted, Sumo Sacerdote, unen sus fuerzas, pueden lograr esas cosas fácilmente.
¿Por qué Santos como nosotros fuimos invitados a venir? No entiendo eso.
El Dios de la Guerra y el Sumo Sacerdote podían simplemente haberle querido darle cara al invitarlo, pero, ¿por qué invitar a Desri, Tulily y Fain?
—Es muy sencillo —el cercano César tenía una mirada traviesa y burlona en sus ojos—.
El Dios de la Guerra y el Sumo Sacerdote no quieren actuar.
Ellos quieren que tú actúes.
El Dios de la Guerra no pudo evitar mirar a César, pero César solamente rio disimuladamente.
—No vamos a participar en esta batalla —la voz firme y enérgica del Dios de la Guerra resonó—.
Tenemos que decirles algo.
Por orden de Lord Beirut, en tres días desde hoy, nosotros, las cuatro Deidades debemos dirigirnos hacia la Necrópolis de los Dioses.
—¿A la Necrópolis de los Dioses?
Linley, Desri, y los otros, sabían que, la última vez, solamente los Santos habían entrado en la Necrópolis de los Dioses, mientras que las Deidades no habían entrado en ella.
Lo que Santos querían adquirir chispas divinas de Semidioses, mientras que lo que las Deidades querían era una chispa divina de un Dios.
—¿Tres días después? ¿Por qué Lord Beirut no hizo que entrasen en la Necrópolis de los Dioses junto con nosotros? ¿Había una razón especial? —preguntó Linley.
El cercano Dylin resopló y dijo: —No hay ninguna razón especial.
La única razón fue debido a que Lord Beirut así lo ordenó.
Linley estaba asombrado.
¿Sólo debido a que Lord Beirut lo había ordenado?
—Basta de hablar de eso —dijo el Dios de la Guerra con calma—.
La eliminación de las otras naciones sólo es un asunto menor.
Confío en que los cuatro serán completamente capaces de manejarlo.
Qué tal esto...
Linley, Tulily, Desri, ustedes conducirán sus fuerzas hacia la Isla Sagrada de la Iglesia Radiante y la destruirán.
—En cuanto a los discípulos personales de mi Colegio del Dios de la Guerra, así como los discípulos personales del Sumo Sacerdote, ellos irán juntos a destruir la sede del Culto de las Sombras.
El Dios de la Guerra miró de reojo a Linley.
—No me digas que no puedes hacerlo.
—Estaría muy encantado de hacer frente a la Iglesia Radiante —Linley frunció el ceño mientras hablaba—.
Pero sobre la Isla Sagrada de la Iglesia Radiante, hay una poderosa formación mágica a gran escala, la ‘Gloria del Soberano Radiante’.
Me imagino que sólo confiando en el poder del nivel Santo, será muy difícil de romper a través de ella.
El cercano Dylin dijo con desdén: —¿La Gloria del Radiante Soberano? Sí, el poder de esa gran formación mágica no es malo.
En aquel entonces, fue capaz de bloquear uno de mis golpes.
Un solo Santo no será capaz de romperla.
Pero Linley, si diez de ustedes, Santos, la atacan con toda su fuerza al mismo tiempo...
Tal vez no a la primera vez, tal vez no a la segunda, pero con el tiempo, ustedes serán capaces de destruirla.
Linley también rio.
Anteriormente, la Iglesia Radiante también había temido que Linley llevase un grupo de Santos para atacar la Isla Sagrada.
Por lo tanto, lo hicieron firmar el acuerdo de que, si tuviese que ir alguna vez a la Isla Sagrada, tendría que ir solo.
Pero ese acuerdo, desde que Linley, la Iglesia Radiante y el Culto de las Sombras lo dejaron caer, había sido destruido.
La Sumo Sacerdote, ‘Catherine’, habló: —En realidad, si tres Grandes Magos Santos de tipo viento fuesen a lanzar simultáneamente el ‘Filo Dimensional’ y atacasen el mismo lugar, debería ser suficiente para romper la ‘Gloria del Soberano Radiante’.
—Si pueden destruir a los combatientes de nivel Santo del oponente, los resultados de la batalla serán una conclusión inevitable, incluso antes de que comience —dijo el Dios de la Guerra fríamente—.
En ese tipo de guerra destructora de naciones, cuando llegue el momento, utiliza directamente tus fuerzas de nivel Santo y amenaza a los oponentes.
Confío en que esa batalla concluirá muy rápidamente.
Linley, Desri, Fain y Tulily sólo podían reír con pesar en sus corazones.
Para las Deidades, de hecho, las batallas del continente Yulan no eran nada más que juegos de niños, especialmente cuando el Dios de la Guerra y el Sumo Sacerdote unían fuerzas.
Y, en efecto, una vez que fuesen destruidos los expertos de más alto nivel de la Iglesia Radiante y del Culto de las Sombras, los resultados de la guerra serían claramente obvios para cualquiera.
—Lord Dios de la Guerra, estoy un poco confundido —dijo Linley—.
¿Por qué arrastrar esto durante tanto tiempo en lugar de comenzar a hacerlo hace mucho tiempo? Creo que, si usted y el Sumo Sacerdote fuesen a unir fuerzas, habrían sido capaces de destruir los otros dos imperios hace mucho tiempo y dividir el mundo para ustedes mismos.
El Dios de la Guerra y el Sumo Sacerdote se miraron el uno al otro.
Dylin rio maliciosamente y dijo: —Eso es simple.
En ese momento, yo no había llegado al continente Yulan, y César no había roto a través del nivel Deidad.
En las sociedades humanas del continente Yulan, las únicas Deidades eran ellos dos.
Los dos siempre eran opuestos; ¿cómo podrían unir fuerzas?
—Y sobre porqué están uniendo fuerzas ahora, la primera razón es debido a que ambos tienen la sensación de que la unificación del continente Yulan bajo su dominio es irremediable, por lo que se han dividido el mundo en tres partes.
La segunda razón es debido a que ahora se sienten presionados.
En cuanto a por qué se sienten presionados...
imagínatelo tú mismo —dijo Dylin.
Linley de repente tuvo una idea.
—El Dios de la Guerra y el Sumo Sacerdote...
¿Sienten que la unificación del continente ya no tiene opción? ¿Debido a mí?
Linley entendió al instante.
En primer lugar, él estaba a punto de convertirse en una Deidad.
El Dios de la Guerra y el Sumo Sacerdote debían ser conscientes de ello.
En segundo lugar, él había adquirido chispas divinas dentro de la Necrópolis de los Dioses, y era capaz de cultivar unos cuantos Semidioses...
Y lo más importante de todo, en tercer lugar, la relación entre Bebe y Beirut.
Esos tres puntos hacían imposible que el Dios de la Guerra y el Sumo Sacerdote tratasen a Linley como un enemigo.
—Los Dieciocho Ducados del Norte y la Unión Santa pertenecerán a mi imperio O’Brien —dijo el Dios de la Guerra con calma.
El Dios de la Guerra miró a Linley y dijo: —El Imperio Rohault y las grandes llanuras del lejano oriente pertenecerán a tu imperio Baruch.
—En cuanto al resto, la Alianza Oscura y el Imperio Rhine, pertenecerán al Imperio Yulan.
La cercana Sumo Sacerdote asintió levemente.
—Linley, ¿tienes alguna objeción?
El Dios de la Guerra y el Sumo Sacerdote miraron hacia Linley.
Él sólo podía reír sin poder hacer nada en su corazón.
Por las palabras y la actitud de ambos, él podía sentir por completo que...
ellos no trataban a la próxima guerra en el continente como un asunto importante en absoluto.
Y, en efecto, se trataba de una guerra sin resultados alternativos posibles.
Expertos en su nivel no tenían que preocuparse por ello.
—Sin objeciones.
Por supuesto que no tengo objeciones.
¿Qué otra cosa podía decir?
Y así, de acuerdo con esa disposición, el continente Yulan había sido dividido en tres partes.
—Bien —el Dios de la Guerra asintió con satisfacción—.
Linley, debes saber que en realidad, para la gente como nosotros, el poder mundano no tiene sentido.
Lo más importante es tu nivel de entrenamiento.
He oído que te convertirás en una Deidad en unos diez años más o menos.
Linley se dio cuenta de que la actitud del Dios de la Guerra hacia él ahora era claramente una donde lo consideraba como alguien en el mismo nivel.
Después de todo, en diez cortos años, para el momento en que el Dios de la Guerra regresase, Linley ya muy probablemente sería una Deidad.
El cercano Dylin dijo solemnemente: —Pero, antes de que eso ocurra, tengo que recordarte algunas cosas.
De lo contrario, si fueses a cometer un tonto error, sería terrible para ti.
Linley inmediatamente escuchó con atención e incluso el cercano Desri y los otros prestaron mucha atención.
—Basarse en su propio poder para convertirse en una Deidad y la fusionarse con una chispa divina para convertirse en una Deidad son asuntos completamente diferentes.
Una vez que tu nivel de comprensión de las leyes ha alcanzado un cierto nivel, el universo, naturalmente, creará una chispa divina en base a la naturaleza de tu alma, y esa chispa divina completa será como una con el alma.
—Una vez creada la chispa divina, uno se enfrentará a una elección —Dylin miró seriamente a Linley—.
Después de crear la chispa divina, tienes dos opciones.
La primera es la de absorber la chispa divina y hacer que se convierta en una con tu alma.
En ese momento, tu cuerpo, naturalmente, se transformará en un cuerpo divino.
La fusión de tu alma con la chispa divina hará que tu cuerpo se transforme en un cuerpo divino.
Si esa chispa divina era de elemento tierra, entonces, en el futuro, sólo serás capaz de entrenar en las Leyes Elementales de la Tierra y no podrás entrenar en ninguna otra.
Pero, por supuesto, después del nacimiento de la chispa divina, ¡todavía queda la segunda opción!
—Esa opción es no absorber la chispa divina en tu cuerpo, y, en cambio, dejarla fuera.
Si lo haces, entonces el universo en sí, de acuerdo con la naturaleza de la chispa divina, generará un segundo cuerpo.
Tu cuerpo original no cambiará en absoluto.
En otras palabras...
Esencialmente tendrás un clon de ti mismo.
¡Ese clon de uno mismo será un Semidiós, mientras que tu cuerpo original todavía será capaz de entrenar en las otras Leyes Elementales!
Dylin dijo seriamente: —Sin embargo, hay un precio para la segunda opción.
Tu alma se dividirá en dos.
En ese momento, durante el proceso de convertirse en una Deidad, las extrañas energías del universo te protegerán durante ese instante, y por lo tanto tu alma dividiéndose por la mitad será un proceso controlado, y no vas a morir por eso.
Sin embargo, todavía será perjudicial para tu alma.
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