Capítulo 365 - Las Predicciones De Beirut
—Abuelo Beirut, ¿ya sabe lo que pasó?
Bebe inmediatamente corrió hacia él.
Beirut sonrió mientras abrazaba a Bebe, asintiendo con la cabeza y diciendo: —Administro la Necrópolis de los Dioses en nombre del Soberano todopoderoso.
Por supuesto que sé lo que pasó dentro.
Beirut le echó a Linley una mirada significativa y divertida.
Linley de repente comprendió.
Quizás…
Fue Beirut el que había colocado las tres chispas divinas ahí para él.
Si la persona que superase con éxito los retos del décimo primer piso hubiese sido Olivier, tal vez las chispas divinas hubiesen sido de tipo luz, oscuridad, y Destrucción en su lugar.
Pero, por supuesto, eso era sólo la hipótesis de Linley.
—Linley —Beirut rio tranquilamente mientras lo miraba—.
Confío en que ya tuviste una débil sensación del nivel Deidad.
Debes estar en el precipicio ahora, ¿cierto?
Linley asintió, en secreto diciendo para sí mismo: —Parece que Beirut sabe todo lo que ocurrió dentro de la Necrópolis de los Dioses.
Beirut...
él debe ser el ‘mayordomo’ de ese Soberano, y está a cargo de la gestión de esta Necrópolis de los Dioses.
Linley entendió.
La Necrópolis de los Dioses no era más que un juego para el Soberano, por lo que podría enviar a cualquiera de sus subordinados a gestionarlo.
Sin embargo, cualquiera de los subordinados de un Soberano era alguien lejano y sobre el nivel de Linley.
—Si mi predicción es correcta, dentro de diez años deberías de llegar al nivel Deidad —dijo Beirut.
Las ‘Profundas Verdades de la Velocidad’ de Linley incluían los aspectos ‘Lento’ y ‘Rápido’.
Si Linley llegase a dominar plenamente las ‘Profundas Verdades de la Velocidad’, entonces él habría dominado y fusionado totalmente los dos aspectos más importantes en uno solo y habría subido al nivel de un Dios.
—¿Diez años? —murmuró para sí mismo y luego asintió ligeramente.
Esa velocidad estaba más o menos a la par con lo que él había previsto.
Los cercanos Desri, Fain, y los otros expertos miraron a Linley en estado de shock.
Todos sabían lo que estaba diciendo Beirut.
Linley, sin apoyarse en una chispa divina, y sólo basándose en sus propias revelaciones, sería capaz de alcanzar el nivel Deidad, y sería en un plazo de diez años.
Incluso si Linley hubiese estado entrenando desde el día en que nació, él habría estado entrenando por alrededor de medio siglo.
Diez años más sólo serían sesenta años.
En sesenta años, ¡habría alcanzado el nivel Deidad por su propio esfuerzo!
—Pero Linley, será mejor que no aflojes.
El potencial de ese joven, Olivier, tal vez es incluso un poco más alto que el tuyo.
Beirut rio tranquilamente, girándose para mirar a Olivier.
Esas palabras al instante aturdieron a Desri, Tulily, y los otros expertos.
Si, Linley era poderoso, estaba bien.
Después de todo, en la Necrópolis de los Dioses, en base a su rendimiento...
Linley claramente era más poderoso que ellos, y él adquirió chispas divinas sin ayuda de nadie en el décimo primer piso.
Ellos admitían su inferioridad hacia él.
Pero Olivier...
Linley también se sorprendió.
—Lord Beirut.
Olivier presentó sus respetos.
Beirut sonrió, asintió y dijo: —Tu suerte no está mal.
Fuiste capaz de fusionar la luz y la oscuridad sin que tu alma se destruyese...
¡He vagado a través de innumerables planos, pero situaciones como la tuya son raras, muy raras! Incluso estoy más que envidioso de en lo que te has convertido.
El rostro de Olivier cambió ligeramente.
¡A pesar de que Beirut no lo había dicho abiertamente, Olivier podía decir que ese Beirut sabía su secreto!
—¿Podría ser que ese Beirut sea capaz de inspeccionar mi alma?
Olivier estaba algo asombrado.
Él no sabía que...
Beirut era tan poderoso que podía hojear fácilmente a través de los recuerdos de alguien sin que lo supiesen.
Comparado con eso, ¿cuán trivial sería la cuestión de inspeccionar el alma de Olivier?
Linley también miró hacia Olivier.
—Ese Olivier...
Cuando nos encontramos con el Rey Observador y fuimos alcanzados por ese ataque, me volví totalmente impotente, pero él fue capaz de romper la técnica del Rey Observador.
Bebe más tarde le había dicho a Linley lo que había sucedido.
En ese momento, el Rey Observador también había estado bastante sorprendido por el alma de Olivier.
—Con base a tu tasa actual de mejora, si mi predicción es correcta, en diez años si eres rápido, cincuenta años si eres lento, también deberías poder llegar al nivel Deidad —dijo Beirut con una sonrisa tranquila.
—No es de extrañar que Olivier estuviese tan confiado en decir que después de entrenar durante unos años, él vendría a desafiarme.
Linley también tenía una pizca de anticipación en su corazón.
Anteriormente, él no le había prestado mucha atención a las palabras de Olivier, ya que ahora poseía las ‘Profundas Verdades de la Velocidad’.
Sólo había respondido por cortesía.
Pero ahora, lo esperaba con ansias.
Desri, Fain, Rosarie, y los otros expertos sintieron que sus corazones se apretaban.
¡Qué diferencia!
Ellos habían entrenado durante miles de años, pero en comparación con Linley y Olivier, la diferencia entre ellos simplemente era demasiado grande.
—Lord Beirut, ¿podría decirnos cuánto tiempo necesitaremos hasta que podamos alcanzar el nivel Deidad? —dijo Desri respetuosamente.
Rosarie, Tulily...
incluso los dos Ni-Leones Dorados de Seis Ojos y el Escorpión de Escamas Negras miraban hacia Beirut con anticipación.
Ellos querían escuchar el juicio de Beirut.
Teniendo en cuenta el poder de Beirut, era muy fácil para él juzgar el nivel de comprensión en el que un Santo estaba.
—¿Ustedes? —Beirut los miró—.
Para que ustedes alcancen el nivel Deidad, si son rápidos, sólo uno o dos días...
Los ojos de Tulily, Desri, y los otros expertos se iluminaron.
—Pero si son lentos, les podría tomar miles de millones de años —terminó, causando que Tulily y los otros estuviesen completamente aturdidos.
Esos expertos deseaban profundamente convertirse en Deidades.
Esa era la razón de su existencia, la meta que habían perseguido desde hace miles de años, a la que nunca habían llegado.
Beirut negó con la cabeza, rio y dijo: —Ustedes jóvenes...
Existen tales cosas como los ‘genios’, y ambos, tanto Linley como Olivier pueden ser considerados genios.
Además, las ‘Profundas Verdades’ que están entrenando son más poderosas que las suyas —dijo Beirut con aire de disertación.
Desri, Fain y los otros expertos que se habían entrenado durante miles de años escucharon obedientemente, como si fuesen niños escuchando una conferencia.
—Sus visiones son demasiadas estrechas y limitadas.
Ustedes deben entender que...
esas innumerables dimensiones poseen innumerables planos materiales, pero sus visiones se limitan sólo al continente Yulan.
¿Genio? Entre los genios que he visto, uno de ellos alcanzó el nivel Deidad diez años después de haber nacido, pero también he conocido a los que han entrenado durante decenas de millones de años, y todavía están atrapados en el nivel Santo.
Linley y Olivier estaban aturdidos.
¿Alcanzar el nivel Deidad diez años después de su nacimiento? Eso era simplemente monstruoso.
¿Podría ser una especie de raza bestia divina? Pero incluso para una bestia divina como Bebe, le tomaría casi cien años crecer y llegar a la madurez.
—Linley, Olivier —Beirut los miró a los dos—.
El continente Yulan ha existido durante incontables años y los expertos que ha producido son numerosos más allá de toda medida.
Pero, por supuesto, en los últimos cien mil años, ustedes dos pueden ser considerados como los dos más talentosos.
Linley y Olivier no mostraron un toque de auto-satisfacción.
—Pero si nos fijamos en los innumerables planos del universo, simplemente hay demasiadas personas que son más genios que ustedes dos —suspiró—.
Hay algunos genios a quienes incluso yo sólo puedo mirar fijamente con asombro y estupefacción.
Linley y Olivier asintieron ligeramente.
En su nivel actual, ellos tenían una visión mayor que antes.
—Además, hay algunas razas que son muy poderosas, como esas razas que ustedes encontraron en la Necrópolis de los Dioses.
La raza Observador, o Lachapalle...
Y así sucesivamente.
Esas razas son naturalmente muy poderosas.
No hay nada que el universo infinito no contenga.
Beirut se giró para mirar a Desri y los otros expertos.
Desri y los otros expertos tenían una sensación bastante desagradable en sus corazones.
—Después de convertirse en Santos poderosos, no se vuelvan complacientes.
En cuanto a Fain y el resto de ustedes, no hay que subestimarse a sí mismos.
Después de todo, en el continente Yulan, ustedes ya están en la cima de la montaña.
En los innumerables planos, incluso hay personas que se han entrenado por decenas de millones de años sin ser capaces de alcanzar el nivel Deidad.
Hay muchas personas muy inferiores a ustedes.
Desri, Fain, y los otros expertos sólo podían reír con amargura en sus corazones.
Había mucha gente que eran superiores a ellos, pero también muchos que eran inferiores.
—Lo más importante es tener confianza en sí mismo —dijo Beirut con seriedad—.
De hecho, he descubierto que, en sus corazones, ustedes han comenzado a dudar de sí mismos.
¿Se han estado preocupando por haber estado en el nivel de los Santos Primordiales durante tanto tiempo y por lo tanto han confiado sus esperanzas en conseguir una chispa divina?
—¡Incorrecto! —Beirut negó con la cabeza—.
Si incluso ustedes mismos dudan y no tienen gran fe en ustedes mismos, ¿cómo es posible romper a través del nivel Deidad?
Desri, Fain, y los otros expertos sentían que sus corazones temblaban.
De hecho, todos ellos habían confiado sus esperanzas en encontrar una chispa divina, y en el fondo de sus corazones, habían empezado a dudar de su propia capacidad.
—Pero Linley y Olivier son diferentes.
Ellos creen en sí mismos, creen que van a ser capaces de entrenar a los más altos niveles, por lo que verdaderamente han seguido avanzando, haciendo un avance tras otro —suspiró con aprecio.
Esa de hecho era la verdad.
El corazón de Linley siempre se había centrado en llegar a los límites del entrenamiento, no dudando de su propia capacidad.
En cuanto a Olivier, cuando él había salido del Imperio O’Brien y llegado a la Capa de Hielo Ártica, a pesar de ser muy débil, se había atrevido a decir que iba a desafiar a Rutherford.
Incluso ahora, después de que Linley había regresado del undécimo piso con las chispas divinas, él todavía se atrevió a decir que, en el futuro, desafiaría Linley.
¡Auto-confianza!
Linley y Olivier estaban ambos llenos de confianza en sí mismos, y los dos estaban trabajando muy duro también.
Si una persona dudaba constantemente de sí mismo, sería demasiado duro hacer un gran avance.
—Gracias, Lord Beirut.
Desri y los otros expertos parecían entender un poco.
Beirut, dijo con calma: —Después de las innumerables experiencias de vida o muerte en la Necrópolis de los Dioses, ¿puede ser que ustedes no hayan ganado ni siquiera una pizca de revelación? Este tipo de lugar donde uno está constantemente en la frontera entre la vida y la muerte, puede permitir fácilmente que el potencial de alguien sea desatado y un gran avance pueda ser hecho.
Por desgracia, ninguno de ustedes había creído en sí mismos.
—Suficiente.
Todo el mundo salga de la Necrópolis de los Dioses —dijo Beirut.
Linley y los otros expertos siguieron a Beirut por la salida que había creado, dejando el décimo piso.
Fuera de la Necrópolis de los Dioses estaba el fondo del mar.
Tan pronto como Linley y los otros salieron, descubrieron que había una salida negra tras otra que salían desde el segundo, quinto y décimo piso de la Necrópolis de los Dioses.
Claramente...
esos tres niveles tenían Santos presentes.
—¿Hrm? El Dios de la Guerra, el Sumo Sacerdote, Dylin, César...
Linley se dio cuenta al instante que las cuatro grandes Deidades estaban de pie en la distancia.
En ese momento, había un gran grupo de expertos, como Higginson y los demás.
Aparte de Linley y los otros nueve que habían permanecido en el décimo piso, había cerca de una veintena de otros expertos que se habían quedado en el segundo y quinto piso.
Uno de ellos era una figura familiar...
—¡Barker!
Los ojos de Linley al instante se tornaron redondos y una mirada de alegría salvaje apareció en su rostro.
—¡Lord Linley!
Barker también vio a Linley y de inmediato voló con sorpresa y alegría.
Linley, emocionado, le dio un abrazo de oso.
Si Barker realmente hubiese muerto, luego, en el viaje de regreso a casa, le habría resultado verdaderamente difícil enfrentar a Gates y los otros, así como a la esposa y al hijo de Barker.
—¡Barker, no moriste!
Bebe también voló hacia Barker, con un aullido de sorpresa.
Barker también comenzó a reír.
Fuera de la Necrópolis de los Dioses, los expertos que se conocían entre sí comenzaron a participar en conversaciones, como los discípulos personales del Dios de la Guerra, que se habían escondido en el segundo o quinto piso.
Todos los afortunados supervivientes estaban allí.
—Barker, ¿cómo lograste escapar del tercer piso? —preguntó Linley inmediatamente.
Barker sacudió la cabeza y dijo: —También estuve muy sorprendido.
Cuando la Serpiente Ba despertó, él mató a muchos de los Santos, y yo no sabía si usted, Lord Linley, siquiera había logrado huir o no.
No podía ver nada con claridad.
Linley asintió levemente.
—Sólo después de la matanza de todos los Santos en el tercer piso, la Serpiente Ba me dio un golpe con su cola.
El corazón de Linley tembló.
Aunque Barker seguía vivo y perfectamente bien, esa escena era simplemente demasiado aterradora de contemplar.
¿Cómo podría Barker no haber muerto después de ser golpeado por la cola de la bestia divina, Serpiente Ba?
—Lo extraño fue que, cuando la cola de la Serpiente Ba me golpeó, me envió volando hacia atrás una distancia muy grande, yo estaba totalmente paralizado, como si una cuerda invisible estuviese envuelta alrededor de mí.
Cuando aterricé...
me encontré con que, por casualidad, había caído en la salida a la segunda planta.
Barker, aunque contaba la historia, también parecía encontrarla increíble.
Linley y Bebe se conmocionaron de inmediato y estaban con la boca abierta.
—Hola, chicos.
Una voz juguetona resonó, y un joven de cabello verde diabólico apareció de repente junto a Linley y los demás.
Linley, Barker, y Bebe inmediatamente miraron con asombro a ese cercano joven de cabello verde.
Los tres sólo se habían dado cuenta de su presencia después de que había hablado.
—Linley, ¿verdad? —el hombre diabólico de cabello verde rio—.
No está mal.
Realmente fuiste capaz de conseguir con éxito las chispas divinas en el décimo primer piso.
Eres genial, niño.
Mientras hablaba, le dio unas palmaditas a Linley en la cabeza.
Linley quiso esquivar, pero se encontró con que su cuerpo no podía moverse en absoluto.
—¡Reino Divino!
Linley se sorprendió.
Aparte del Dios de la Guerra y el resto de los cuatro, ¿había otro experto de nivel Deidad?
—Tarosse, ven aquí.
El lejano Beirut lo llamó.
El joven diabólico de cabello verde de inmediato corrió hacia ahí bastante obediente, riendo: —Lord Beirut, vamos a ir de regreso al continente Yulan.
Ha pasado mucho tiempo desde que he ido.
Realmente extraño mi hogar.
Todos los expertos miraron al joven diabólico de cabello verde con perplejidad.
¿Quién era él?
Beirut miró a los expertos de los alrededores.
Con calma, dijo: —Permítanme presentarles.
Esta persona se llama Tarosse y unos cuantos de ustedes lo han visto antes.
Él era el guardián de los once primeros pisos de la Necrópolis de los Dioses, esa bestia divina dormilona, la Serpiente Ba.
—¿Serpiente Ba?
Muchos de los expertos se sorprendieron, y cuando miraron a Tarosse, sus ojos ahora estaban llenos de respeto y temor, mientras que, en el fondo de sus corazones, secretamente también sentían odio.
Después de todo, muchos expertos habían sido sacrificados por Tarosse.
—Sé de ustedes cuatro.
Conocí a Catherine de camino de regreso.
Somos viejos amigos.
Oh, este es O’Brien y este es César, ¿no?
Tarosse rio.
O’Brien y César no se atrevieron a decir mucho.
¡Después de todo, Tarosse era un Dios!
Linley podía decir que ese Tarosse debía estar conociendo a O’Brien y a César, por primera vez, pero había conocido a Catherine en el pasado.
—Whoaaaaah.
Dylin.
¡Mi querido amigo! Tu suerte es excelente.
En realidad te las arreglaste para escapar de la Prisión de Gebados.
La parte más feliz de salir de aquí es tener la oportunidad de verte.
Ven aquí, nosotros necesitamos tener una buena reunión.
Mientras hablaba, ‘Tarosse’ se acercó a Dylin para darle un abrazo.
Dylin, con el ceño fruncido, se trasladó junto a Beirut.
En ese momento, Dylin no estaba de buen humor, debido a que su segundo hijo había muerto.
Esos once pisos inferiores estaban bajo el control de Tarosse.
Sin embargo, sabía que Tarosse no era capaz de romper las reglas.
Él era capaz de hacer la vista gorda a algunas cosas, pero si tuviese que rescatar intencionalmente a alguien en un determinado piso, eso no sería admisible.
Incluso un Dios Altivo caería si violaba las reglas del Soberano.
—Tarosse, suficiente —dijo Beirut con calma y Tarosse de inmediato ya no se atrevió a hacer otro sonido, estando de pie obedientemente detrás de Beirut.
Sin embargo, él giró la cabeza dándole un guiño a Barker.
Barker ahora entendía que...
El ‘Tarosse’ frente a él era la Serpiente Ba.
¡La Serpiente Ba que le había perdonado la vida!
—Todo el mundo, prepárense para salir y regresar al continente Yulan —dijo Beirut con calma.
—Sí, Lord Beirut.
Todos los expertos dijeron al unísono.
Bajo el liderazgo de Beirut, Tarosse y el resto de las cinco Deidades, así como los treinta Santos se dirigieron de nuevo juntos, viajando de regreso hacia el continente Yulan.
Ese día, era el 4 de marzo del año 10034 del calendario Yulan.
¡Exactamente diez años habían pasado desde que Linley y los demás habían arribado!
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