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Estado: Finalizada
Autor: I Eat Tomatoes

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CAPITULO 329

Capítulo 329 - La Herencia De Bebe En el aire por encima del ilimitado Bosque de la Oscuridad, una sombra negra estaba atravesando los cielos a gran velocidad, desapareciendo en el horizonte.

Los pequeños ojos de Bebe estaban llenos de dolor y rabia.

—¡Haré que mueran!  Bebe apretó sus colmillos, pero primero, voló en dirección hacia donde Linley estaba entrenando en retiro.

*Swish*  Era un día luminoso.

Aunque había soldados de guardia, una sombra borrosa apareció de repente delante de ellos, entrando en los túneles subterráneos.

Esos soldados ni siquiera se dieron cuenta de que una bestia mágica había entrado en el área escondida.

Dentro de la sala principal de los túneles subterráneos.

Barker ya se había ido.

Linley y Delia no tenían prisa por volver a entrenar, ya que esperaron en silencio a que Bebe llegase primero.

—Jefe.

Con sollozos en su voz, Bebe se arrojó a los brazos de Linley.

—¿Qué pasa, Bebe?  Tanto Linley como Delia se sintieron conmocionados.

En los brazos de Linley, Bebe levantó su pequeña cabeza, mirando a Linley con ojos emotivos.

—Jefe, mi padre y mi madre están muertos.

Wuuuuuu.

Bebe había estado preguntando sobre ellos todo ese tiempo, pero por desgracia, ese fue el resultado.

—¿Qué pasó? Habla con claridad —dijo Linley apresuradamente—.

No llores.

Linley podía sentir que Bebe todavía parecía tener la edad mental de un joven.

Estaba lejos de ser un adulto.

Bebe asintió y dijo: —Ya conocí al abuelo Beirut.

El abuelo Beirut me dijo que mi padre era una Rata Come Roca, y mi madre era un Ratón de las Sombras.

Los dos eran muy poderosos, ambos en el noveno rango.

Pero ellos fueron asesinados por alguien.

Esa persona mató a mis padres.

—¿Quién los mató?  Linley estaba perplejo.

—El Santo de la Espada Estelar, Dillon.

Y el Gran Mago Santo de tipo tierra, Rudi.

Bebe apretó sus colmillos mientras hablaba.

Linley se quedó atónito.

Inmediatamente pensó en la batalla entre los Santos la cual ocurrió en el pueblo de Wushan cuando tenía ocho años.

Linley claramente recordaba haber oído a esos dos Santos gritarse airadamente el uno al otro.

¡El guerrero Santo era Dillon! Y el Gran Mago Santo era Rudi.

—¿Mataron a tus padres?  Linley lo pensó por un momento.

Debido a esa batalla, Linley en realidad había sido herido en la cabeza mientras estaba protegiendo a su hermano pequeño Wharton.

La sangre había fluido en el Anillo Dragón Enroscado, permitiendo así que el abuelo Doehring saliese del anillo.

Sólo entonces se embarcó en el camino de un mago.

Después de entrenar durante casi medio año, había descubierto a Bebe dentro de uno de los patios abandonados de su residencia.

—Medio año...

cierto.

Dada la velocidad de crecimiento de Bebe, medio año después de haber nacido, probablemente se habría desarrollado a partir de un tamaño infantil hasta el tamaño que tenía la primera vez que lo vi.

En cuanto a la hora o el lugar, todo encajaba.

Linley había estado desconcertado en el momento.

¿Por qué dos Santos habrían ido a batallar en el pueblo de Wushan? Ahora, al parecer, la verdad era algo que tenía que ver con los padres de Bebe.

—¿Por qué mataron a tus padres? —preguntó Linley.

Bebe no respondió directamente y en cambio dijo: —Jefe, el Bosque de la Oscuridad es la guarida de todas las bestias mágicas tipo rata.

Aunque la Cordillera de las Bestias Mágicas tiene muchas bestias mágicas tipo de rata, no se puede comparar con el número en el Bosque de la Oscuridad.

Linley asintió por adentro cuando escuchó eso.

Las bestias mágicas tipo rata eran muy eficientes en reproducirse en grandes cantidades.

Dondequiera que las bestias mágicas se congregasen, también habría enjambres de ratas.

—A pesar de que no hay muchas, todavía son más de diez millones —dijo Bebe.

Aunque sólo una parte del total en el Bosque de la Oscuridad alcanzaba los cientos de millones, la Cordillera de las Bestias Mágicas sólo tenía diez millones.

La diferencia era fácil de ver.

Bebe continuó: —En la Cordillera de las Bestias Mágicas, no hay ratas de nivel Santo.

Los líderes de esos diez millones de ratas eran mis padres, una Rata Come Roca y un Ratón de las Sombras de noveno rango.

Tanto Linley como Delia entendieron.

Tenía sentido que hubiese más o menos un par de ratas de noveno rango, en medio de un enjambre de diez millones.

—El Santo de la Espada Estelar Dillon y el Gran Mago Santo Rudi querían domar bestias mágicas por sí mismos.

El Santo de la Espada Estelar Dillon descubrió a mis padres, y por lo tanto quería domarlos.

Después de todo, domarlos significaba domar diez millones de ratas.

Los ojos de Bebe ardían con odio.

Linley, por otro lado, entendía cómo se había sentido Dillon.

Una colonia de diez millones de ratas podría coincidir con un ejército de millones de soldados en poder.

Aunque un Dragón Negro de noveno rango era técnicamente igual en rango a una Rata Come Roca o un Ratón de las Sombras de noveno rango, probablemente la mayoría de los expertos preferirían elegir a la Rata Come Roca o al Ratón de las Sombras como sus compañeros domados.

—Por desgracia, mi madre estaba embarazada en ese momento —Bebe apretó sus colmillos—.

Los Reyes Rata son muy orgullosos.

Mi padre, confiando en su férrea defensa, fue a bloquear al Santo de la Espada Estelar Dillon para permitir que mi madre huyese.

La defensa de las Ratas Come Roca era bastante aterradora.

Una de noveno rango sería difícil incluso que un Santo promedio la matara.

—Mi padre era un Rey Rata.

Naturalmente, el Santo de la Espada Estelar quiso domarlo, por lo que mi padre y él comenzaron a luchar.

Pero mi padre se negó a someterse y siguió luchando con él...

pero al final, mi padre fue asesinado por el Santo de la Espada Estelar.

Bebe sollozó.

Uno podía imaginar lo arrogante y orgulloso que era un Rey Rata, el cuál mandaba una colonia de ratas.

Se había demorado tanto tiempo como pudo, para dar tiempo a la madre de Bebe a que huyese.

—Los ratones de las Sombras son famosos por su velocidad.

Mi madre aún era Ratón de las Sombras del noveno rango, y ella era muy rápida.

A pesar de que estaba embarazada, se las arregló para huir de la Cordillera de las Bestias Mágicas mientras mi padre luchaba con Dillon y huyó hacia el Oeste, llegando finalmente al pueblo de Wushan.

Linley entendía ahora.

—Mi madre tenía miedo de que yo fuese atacado, por lo que utilizó la fuerza mágica en su cuerpo para darme a luz antes de tiempo —los ojos de Bebe estaban llenos de lágrimas—.

El abuelo Beirut dijo que cuando nacemos, nosotras, las ‘Ratas Come Dioses’, por lo general tendríamos el poder de una bestia mágica de sexto o séptimo rango.

Linley estaba perplejo.

¿Rata ‘Come Dioses’? ¿Qué tipo de raza era esa? ¿Esa era la raza de Bebe? Pero al ver el estado mental en que Bebe estaba, Linley no lo interrumpió, ahorrándose la cuestión para más adelante.

—Después de darme a luz antes de tiempo, el cuerpo de mi madre fue herido internamente.

En ese tipo de situación, mi madre me dio instrucciones de permanecer en ese patio en ruinas y no correr.

Como un niño, nadie sabía nada de mí, así que estaba sólo comiendo rocas allí y crecí tranquilamente.

—Mi madre me dijo que ella era del clan Beirut y que yo también era un miembro del clan Beirut.

Bebe se debatía entre la rabia y el dolor.

—Por el bien de no permitir que fuesen a dañarme, ella me dejó allí y luego continuó huyendo hacia el Oeste.

Pero, por desgracia...

en ese momento, se encontró con el Gran Mago Santo, Rudi.

Rudi naturalmente persiguió a mi madre, planeando tomarla como su bestia mágica compañera.

Linley podía imaginar completamente cómo había sido la escena.

—Mi madre era un Ratón de las Sombras de noveno rango, pero que acababa darme a luz, su poder había caído dramáticamente.

Corrió tan rápido como pudo, pero en ese momento, Dillon también llegó.

Dillon, siendo un guerrero, contaba con ciertas técnicas de velocidad para apoderarse de mi madre —Bebe se agitó y enojó—.

Y entonces, Dillon y Rudi, por el bien de luchar sobre a quién pertenecería el Ratón de las Sombras de noveno rango, comenzaron a luchar.

Linley ahora entendía completamente.

El Santo de la Espada Estelar, Dillon, había capturado al Ratón de las Sombras, pero Rudi había querido tomarla de él.

Los dos Santos lucharon en el cielo del Este por encima del pueblo de Wushan, lo que había sido una catástrofe para las personas del pueblo.

Incluso Wharton casi había sido aplastado hasta la muerte, pero afortunadamente, Linley lo había protegido.

Y Linley había tenido la suerte de tener el Anillo Dragón Enroscado atado a él por sangre como resultado.

—Cierto —Linley todavía recordaba cómo, en su juventud, había oído al Santo de la Espada Estelar, Dillon, gritar con enojo—: ¡Rudi, si no puedo tenerlo, entonces tampoco lo tendrás! Y entonces, las manos de Dillon habían brillado con una luz y el sonido de una explosión terrible había sacudido el mundo.

—Cierto.

Los Ratones de las Sombras son físicamente pequeños.

En batalla, pueden ampliarse a sí mismos un poco, pero, por lo general, son como Bebe, de aproximadamente veinte centímetros más o menos, del tamaño de una palma.

Linley ahora sabía toda la verdad.

En ese momento, la madre de Bebe había estado en la palma de Dillon.

Pero en ese momento, Dillon estaba a más de un kilómetro de distancia.

Linley ni siquiera podía distinguir la figura de Dillon, y mucho menos lo que Dillon tenía en sus manos.

Los Ratones de las Sombra eran famosos por su velocidad y su ataque, pero su defensa no era tan poderosa, mucho más débil que las Ratas Come Rocas.

Cuando el nivel Santo Dillon había explotado extendiendo su qi de batalla, un Ratón de las Sombras de noveno rango que había sido debilitado dramáticamente por el parto por supuesto habría muerto fácilmente.

—¡Así que la verdad sale a la luz! Linley entendía todo ahora.

Sabía por qué esos dos Santos habían llegado a los cielos del Este del pueblo para batallar.

En ese momento, cuando Dillon había gritado con enojo, ‘¡Rudi, si no puedo tenerlo, entonces tampoco lo tendrás!’ se refería a la madre de Bebe.

Medio año después de la batalla...

Linley había encontrado a Bebe.

Y entonces, las aventuras legendarias de Linley y Bebe habían comenzado.

—No es de extrañar.

No es de extrañar.

Linley ahora también comprendía por qué Bebe dijo que sus enemigos eran Rudi y Dillon.

Si no fuese por Dillon, el padre de Bebe no habría muerto.

Y si no hubiese sido por Rudi...

Tal vez la madre de Bebe no se habría visto obligada a morir.

Linley miró a Bebe.

Los ojos de Bebe se llenaron de lágrimas.

Él dijo furiosamente: —¡Esos dos bastardos, definitivamente los mataré! —¿Hrm? —Linley de repente se llenó de todo tipo de preguntas.

El padre de Bebe era una Rata Come Rocas de noveno rango, mientras que su madre era un Ratón de las Sombras de noveno rango.

¿Por qué era Bebe tan poderoso? Bebe no parecía una Rata Come Rocas o un Ratón de Sombras.

Él había llegado con facilidad a un nivel extremadamente alto de poder, y él seguía haciéndose más fuerte.

Además… Sólo Dillon y Rudi deberían haber sabido lo que ocurrió en ese entonces, así como los padres muertos de Bebe.

Pero, ¿cómo fue que, al regresar del Bosque de la Oscuridad, Bebe sabía todo eso? ¿Cómo era que la Deidad en el Bosque de la Oscuridad sabía todas esas cosas? ¿Podría ser que el poder espiritual de una Deidad era tan grande que incluso podría extenderse más de diez mil kilómetros, desde el Bosque de la Oscuridad hasta el pueblo de Wushan? Incluso si pudiese...

¿Podría ser que una Deidad pudiese ser capaz de mantener una dispersión del poder espiritual como esa durante tanto tiempo? Si hubiese descubierto eso en ese momento, ¿por qué no salvó a los padres de Bebe? —Bebe, ¿cómo supiste eso? —preguntó inmediatamente.

Delia también estaba mirando a Bebe con perplejidad.

—El abuelo Beirut me lo dijo —contestó.

Linley le preguntó inquisitivamente: —Ese Lord Beirut...

a pesar de que es una Deidad, no debe tener la capacidad de mirar hacia el pasado.

¿Cómo sabe de eso? Y parece que él conoce todos los detalles.

Bebe explicó: —Jefe, es así.

Después de que el abuelo Beirut me descubrió, envió a los Reyes Rata violeta dorado a la Cordillera de las Bestias Mágicas.

En primer lugar, interrogaron a los miembros de la colonia de ratas, y luego el abuelo Beirut escaneó personalmente los recuerdos de Dillon y Rudi.

—¡¿Qué?!  Linley y Delia soltaron gritos de shock.

¡¿Recuerdos?! Un Gran Mago Santo como Zassler era capaz de leer los recuerdos, pero después de hacerlo, el alma de la persona afectada sería destruida y moriría.

Sin embargo...

El Santo de la Espada Estelar, Dillon, estaba perfectamente bien y con vida.

Incluso había sido golpeado por Olivier años después.

Además, si hubiesen muerto, habría sido un acontecimiento importante.

Linley sin duda habría oído hablar de eso.

—El abuelo Beirut es muy poderoso —explicó Bebe—.

Dijo que cualquier persona que no estuviese en el nivel Deidad no sería capaz de ocultar ninguno de sus recuerdos frente a él.

Incluso los Santos tendrían sus recuerdos leídos sin que ellos supiesen sobre ello en absoluto.

Linley no se atrevía a creerlo.

Eso...

¡Eso era demasiado aterrador! ¿Incluso los Santos no serían capaces de darse cuenta? Linley absolutamente se negó a creer que un Semidiós era capaz de tal poder.

—El abuelo Beirut es el experto número uno de todo el plano del continente Yulan.

—explicó Bebe—.

El absoluto e incuestionable número uno de los expertos.

Incluso el Dios de la Guerra y el Sumo Sacerdote tienen que escuchar al abuelo.

Incluso ese Supervisor Planar, Hodan, no se atreve a ofender al abuelo Beirut.

—El abuelo Beirut es el verdadero Rey del plano del continente Yulan —continuó.

Linley y Delia intercambiaron una mirada.

Linley de pronto recordó las palabras que los tres Reyes Rata violeta dorado habían dicho a Bebe cuando lo habían invitado a ir con ellos.

Ellos también habían dicho lo mismo.

¡Que Lord Beirut era el rey del continente Yulan! —¡El abuelo Beirut fue la primera Rata Come Dioses en todos los planos del universo! Incluso su propio nombre, ‘Rata Come Dioses’ fue elegido por el propio abuelo Beirut —dijo Bebe con orgullo—.

¡Y yo, en los innumerables planos del universo, soy la segunda Rata Come Dioses!

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