Capítulo 267 - El Encubrimiento Y La Verdad
Linley regresó a la mansión del Conde Wharton.
Cuando lo hizo, se encerró en su patio, prohibiendo que nadie entrase.
Aunque era la boda de Wharton y de Nina, tras enterarse de que Reynolds había muerto en batalla, Wharton sabía cómo su hermano mayor debía estarse sintiendo ahora mismo.
Nadie en la mansión del Conde se atrevió a ir a molestarlo.
La puerta del patio se mantuvo firmemente cerrada.
Linley se sentó en una mesa de piedra.
Había una sola botella de vino y dos copas de vino en la mesa.
Una copa de vino estaba delante de Linley; la otra estaba opuesta a él.
Sólo...
que nadie estaba sentado enfrente de él.
Linley vertió el vino en las dos copas, y luego levantó una de ellas en un brindis.
—Cuarto hermano...
Linley miró al frente, su mirada parecía penetrar a través de las paredes de la realidad.
Sus ojos, sin embargo, estaban de color rojo.
—Ten un buen viaje.
Levantando la cabeza, Linley bebió toda la copa de vino de un sorbo.
Su cuarto hermano había muerto.
Linley simplemente no podía aceptar esto.
Pero primero había interrogado al Emperador Johann, y luego había interrogado a la gente del clan Dunstan.
Él incluso había inspeccionado cuidadosamente las expresiones en los rostros de la gente del clan Dunstan.
Linley había llegado a la conclusión...
De que quizás, su cuarto hermano verdaderamente había muerto de manera gloriosa en batalla.
Tal vez no había sido culpa de nadie en absoluto.
Pero lo que Linley no sabía era que sólo los tres o cuatro miembros principales del clan Dunstan sabían la verdad.
Neon Dunstan sabía que Linley prestaría atención a sus expresiones, por lo qué no le había dicho a nadie la verdad.
Había otra persona que sabía la verdad.
¡La Madre de Reynolds!
Esa era la tan llamada ‘Madame’ que los guardias habían mencionado antes.
La madre de Reynolds tenía el corazón destrozado.
Neon sabía muy bien que frente a Linley, la madre de Reynolds no hubiese sido capaz de disimular en absoluto, por lo que no había mujeres presentes en la sala principal.
Naturalmente, la madre de Reynolds no había estado allí.
—Cuarto hermano, eras el más pequeño de los cuatro hermanos.
No esperaba que hubieses sido el primero en irte.
El corazón de Linley se sentía como si hubiese sido apuñalado por cuchillos y dos senderos de lágrimas comenzaron a fluir hacia abajo sin control.
Arrebatando la botella de vino con las manos, Linley levantó la cabeza y comenzó a beber.
*Cough, cough*
Después de beber tan rápido, Linley empezó a toser.
Pero después de toser dos o tres veces, Linley una vez más levantó la cabeza alta y se lo bebió todo.
Bebe y Haeru estaban de pie en la esquina del patio, sin atreverse a molestar a Linley en absoluto.
—Esta es la cuarta vez que el jefe ha estado tan afligido —se dijo Bebe a sí mismo.
La primera vez fue cuando él había roto con Alice.
La segunda vez fue cuando se había enterado de la muerte de su padre.
La tercera vez fue cuando el Abuelo Doehring había fallecido...
Miembros de la familia.
Amigos.
Uno tras otro, lo habían dejado.
Linley sintió un gran dolor, pero Linley sabía que...
tenía que ser fuerte.
Debido a que tenía otros miembros de su familia y otros amigos.
Tenía que ser fuerte, tanto por el bien de los muertos, como por el bien de los vivos.
—Entonces, permítanme revolcarme en mi miseria por tres días.
Linley forzó dolorosamente sus labios en una sonrisa.
Luego, sin retener nada, gritó como él deseaba, bebió como él deseaba, rio como él deseaba, murmuró a su antojo, recordó como él deseaba...
O incluso habló con Reynolds como si estuviese allí.
¡Tres días después!
*Creaaaak*
La puerta del patio se abrió.
Delia había estado esperando fuera del patio todo el tiempo durante los últimos días, y hasta le había pedido a un sirviente que trajese un banco de piedra hasta allí.
Ella había estado sentada ahí, leyendo mientras esperaba tranquilamente a Linley.
¡Tres días!
Linley se había encerrado en su patio durante tres días, y Delia había esperado fuera durante tres días.
Al oír el crujido de la puerta abriéndose, Delia giró la cabeza con sorpresivo placer.
En ese momento, Linley estaba vestido con una larga túnica de color azul claro.
Su espalda seguía erguida, y no lucía deprimido en lo más mínimo.
—Linley...
Con deleite, Delia de inmediato se acercó a darle la bienvenida.
Linley miró a Delia, y mientras lo hacía, sintió una sensación cálida y agradecida en su corazón.
Teniendo en cuenta el nivel actual de Linley, ¿cómo podría ignorar que Delia había estado esperando fuera durante tres días completos?
A pesar de que estaba dentro del patio y separado de ella por una puerta, Linley podía sentir la presencia de Delia en todo momento.
Linley de repente extendió la mano y tomó a Delia en sus brazos.
Delia se sorprendió.
¡Linley nunca antes la había abrazado por su propia voluntad!
Sosteniendo a Delia en sus brazos, Linley bajó la cabeza.
La punta de su nariz rozó el cabello fragante de Delia.
El olor era muy embriagador.
Oliendo su aroma, Linley sintió que su corazón se volvía más tranquilo.
Era como si un pequeño barco solitario por fin hubiese llegado a un puerto.
—Delia.
Gracias.
La voz de Linley se escuchó junto a la oreja de Delia.
Abrazando a Linley y apoyando su cabeza en su pecho, Delia se sintió más feliz de lo que nunca había sido.
Había pasado años en el Instituto con la esperanza de eso, después diez años más de espera...
Ahora, parecía como si sus sueños estuviesen más cerca que nunca.
Después del día en que Linley salió del patio, él y Delia habían dado un paso más cerca.
A veces, podían decir lo que pensaba el otro de un simple vistazo.
Sólo que, Linley no empujaba más allá de las barreras finales entre ellos y Delia tampoco trató de hacerlo según su propio criterio.
—¿Cómo está su señoría? —dijo Gates en voz baja a Wharton en el patio de entrenamiento de la mansión.
Un rastro de sonrisa estaba en el rostro de Wharton.
—Después de salir de su patio, mi hermano ha estado muy cercano con la Srta.
Delia.
Cuando lo vi hace un momento, aún estaba sonriendo.
Lo más probable es que se sienta mucho mejor ahora.
Gates asintió levemente y dijo: —Cuando su señoría nos dejó durante tres días, realmente fue bastante preocupante.
—Quinto hermano, ¿crees que su señoría es como tú? ¿Qué fácilmente se abandonaría a la desesperación?
Otro hombre terriblemente grande y poderoso dijo con una risa.
—Segundo hermano, ¿por qué me estás criticando? —dijo Gates con descontento.
La mansión del Conde estaba muy tranquila.
Linley continuó viviendo una vida de entrenamiento tranquilo, mientras que, al mismo tiempo, hacía sus preparativos para salir a las Tierras Anárquicas.
………
—Su Majestad Imperial, Maestro Linley parece estar actuando como siempre lo ha hecho.
Él está concentrado en su entrenamiento.
No hay actividades anormales.
Pero, por supuesto, en el día de la boda de Lord Wharton, el Maestro Linley hizo una visita al clan Dunstan —informó el encargado de palacio respetuosamente.
El rostro del Emperador Johann estaba cubierto con una sonrisa.
—Maravilloso.
Puedes irte ahora —dijo el Emperador Johann con calma.
Sabiendo que Linley no había actuado fuera de lo normal, el Emperador Johann se sintió muy aliviado.
—Afortunadamente.
Afortunadamente, Linley realmente cree que lo que yo dije era la verdad.
—El clan Dunstan también supo cómo actuar.
El Emperador Johann estaba muy satisfecho.
Sabía que dada la influencia que el clan Dunstan tenía en el ejército, sin duda sabían la verdad del asunto.
Lo más probable es que se hubiesen enterado incluso antes que el propio Emperador Johann.
Pero era evidente que, Linley no había descubierto nada en su viaje al clan Dunstan, y verdaderamente creyó que Reynolds había muerto en batalla, con los soldados de la Ciudad de Neil siendo incapaces de rescatarlo.
………
Delia se quedó mirando una carta en sus manos, y luego miró a Linley.
Ella tenía una mirada miserable en su rostro.
—Delia, ¿qué pasa?
Linley miró inquisitivamente a Delia.
Delia negó con la cabeza sin poder hacer nada.
—Esta es una carta de mis padres.
Dicen que mi abuela está gravemente enferma, y quieren que vaya a casa inmediatamente.
Mi abuela...
Una mirada preocupada y triste yacía en el rostro de Delia.
Linley extendió su mano para tomar la mano de Delia.
Mirándola, él la consoló: —No te preocupes.
Tu abuela va a estar bien.
—Linley, tengo que apresurarme a casa —Delia lo miró con impotencia—.
Había planeado ir contigo a las Tierras Anárquicas, pero ahora...
Linley sonrió y la consoló: —Está bien.
Ve a casa primero.
Teniendo en cuenta las habilidades de mi escuadrón, debemos ser capaces de establecer rápidamente una base en las Tierras Anárquicas.
En el futuro, cuando vengas a buscarme, será fácil encontrarme.
Delia miró a Linley, poco dispuesta a alejarse de él.
Pero su abuela estaba gravemente enferma.
La carta de sus padres la había puesto muy preocupada.
No había nada que pudiese hacer...
Sólo podía optar por salir y regresar al Imperio Yulan.
A la mañana siguiente, Delia montó en la parte posterior del Halcón Tormenta Trueno Salvaje y voló directamente de vuelta al Imperio Yulan.
………
Dentro de una ciudad en la prefectura en la provincia central administrativa del Imperio O’Brien.
Dentro de un patio propiedad de un alto y lujoso hotel.
Yale estaba hojeando casualmente una serie de cartas que había recibido.
—¿Hrm? ¿Algo sobre cuarto hermano? ¿Qué pasó con cuarto hermano? ¿Puede ser que prestó mérito militar y está a punto de ser promovido?
Un rastro de sonrisa yacía en el rostro de Yale.
En el pasado, de los cuatro hermanos, Yale y Reynolds eran los tipos playboy.
Habían perseguido chicas juntos.
Los dos habían actuado degeneradamente juntos, mientras que George y Linley habían sido más bien auto-controlados.
Abriendo la carta, Yale empezó a leer.
Y a medida que lo hizo...
El rostro de Yale de inmediato se puso blanco.
Su cuerpo de repente comenzó a temblar incontrolablemente.
Yale sostenía su cabeza entre sus manos y cerró los ojos.
Después de mucho tiempo...
él finalmente abrió los ojos.
Su rostro estaba totalmente pálido.
Ni una pizca de sangre podía ser vista.
—Imposible.
La humedad se podía ver en sus ojos.
Pronto, se volvieron rojos.
Forzosamente tragando el dolor en su corazón, Yale continuó leyendo.
Después de terminar…
—¡¡¡¡Cuarto hermano!!!!
Las lágrimas de Yale comenzaron a fluir.
Si uno fuese a preguntar a Yale, ¿quiénes eran las personas por la que más se preocupaba? Definitivamente no sería su hermano mayor biológico.
La relación entre ellos era relativamente fría.
Después de todo, dentro del Conglomerado Dawson...
Había muchas luchas y conflictos internos.
En los diez años después de abandonar el Instituto Ernst, aunque Yale había llegado a confiar en algunas personas, no había tratado realmente a ninguno de ellos como amigos de toda la vida.
En su corazón, sólo habían tres amigos de toda la vida.
Los tres que había hecho en su juventud.
George.
Linley.
¡Reynolds!
Yale se quedó allí, todo su cuerpo temblaba incontrolablemente.
De repente, un destello de luz apareció en sus manos, convirtiendo la carta en ceniza.
Yale era un mago tipo rayo.
Él era el más débil de los cuatro hermanos considerando que sólo alcanzó el nivel de mago de sexto rango.
—Príncipe...
¿Julin?
Yale apretó los dientes, todo su cuerpo todavía temblaba.
—¡¡¡En realidad se quedó allí viendo y dejando morir a mi hermano!!! No me importa quién eres.
¡Me aseguraré de que mueras!
Yale respiró hondo y cerró los ojos.
Él se obligó a calmarse.
El Conglomerado Dawson era muy influyente entre la gente común, y las ciudades fronterizas como la Ciudad de Neil eran ciudades que el Conglomerado Dawson veía como de gran importancia.
Los comerciantes y los nobles de allí tenían muchas relaciones con el Conglomerado Dawson.
¡Tal vez ese secreto podía mantenerse alejado de Linley, pero no había manera de que pudiesen mantenerlo alejado del omnipresente Conglomerado Dawson!
—No hay manera de que mi padre movilice las fuerzas del Conglomerado para hacer frente a un príncipe por mi causa.
Además, incluso si lo intentase, él no necesariamente tendría éxito.
Yale entendía eso.
El Príncipe Julin era el administrador de la Provincia Administrativa del Sureste.
Controlaba un gran número de soldados.
¿Cómo podría el Conglomerado Dawson pelear contra él?
—¡Tercer hermano!
De repente, Linley llegó a la mente de Yale, espontáneamente.
—¿Tercer hermano todavía no ha vengado a cuarto hermano? —Yale sabía muy bien lo mucho que cada uno de los cuatro se preocupaba por los demás.
Estaba seguro de que si Linley supiese por qué Reynolds había muerto, definitivamente iría a buscar venganza—.
Debe ser que el Príncipe Julin y el Emperador escondieron eso de él.
Tercer hermano no tiene una red de inteligencia.
Cada vez que Yale pensaba en ese joven adorable que lo había seguido, bebido y perdido el tiempo junto a él en el Paraíso de Agua Jade, él sentía un dolor amargo en su corazón.
—Cuarto hermano, te lo prometo, tercer hermano y yo definitivamente te vengaremos —murmuró para sí mismo.
De repente, Yale rugió con fuerza: —¡Asístanme! Hagan los preparativos para mí, inmediatamente.
Me voy a la capital imperial en este momento.
¡Rápido! ¡Me voy de inmediato!
En sólo cinco cortos minutos, Yale se montó encima de un fino semental, con dos guardias a su lado.
Corrió hacia la capital imperial a todo galope.
En el camino, Yale no se detuvo para nada, viajando día y noche, sin comer ni beber.
En el camino a la capital imperial, cambió los caballos en varias ciudades, sin dejar de darse prisa hacia la capital imperial a todo galope.
Después de dos días y una noche, Yale y sus hombres lograron llegar a la capital imperial.
Debido a su alta velocidad de viaje, los ojos de Yale estaban inyectados en sangre, y su rostro estaba tan pálido que parecía el rostro de alguien que estaba gravemente enfermo.
—Estamos aquí.
Desde lejos, Yale vio la mansión del Conde Wharton.
Después de dos días y una noche de viaje, Yale finalmente sintió un rastro de esperanza.
—¿Lord Yale?
Los guardias de la casa reconocieron de forma natural a Yale.
En el pasado, Yale a menudo había ido a visitar a Linley.
No había necesidad de que ellos hiciesen un informe antes de dejar a Yale entrar.
Sólo que, los dos guardias estaban desconcertados acerca de por qué Yale se veía tan demacrado.
—¡Tercer hermano!
Yale entró en la mansión, y luego comenzó a gritar con todo el poder de sus pulmones: —¡Tercer hermano, sal! ¡¡¡Tercer hermano, rápido, sal!!!
Tan pronto como Linley escuchó el grito de Yale, de inmediato corrió a gran velocidad fuera de su patio.
Al ver al lejano Yale, Linley se quedó aturdido.
En ese momento, el rostro de Yale estaba extremadamente pálido, y su cabello era un caos absoluto.
¿Era ese el impecablemente vestido, bien parecido y alegre jefe Yale?
Al ver a Linley, Yale inmediatamente corrió, agarrando a Linley por los hombros.
Sus ojos inyectados en sangre miraron a Linley, y dijo con voz sollozante: —¡Tercer hermano, es absolutamente necesario obtener venganza por cuarto hermano!
Siguenos en nuestras redes sociales @LasMejoresNovelasLigeras, y disfruta de este magico mundo!