Capítulo 214 - Actos Violentos
Esa escultura era una la cual Linley había acabado no hacía mucho tiempo.
Dada la habilidad actual de Linley, su escultura en piedra también estaba en un nivel muy alto.
Esa jovencita de cabello plateado examinó cuidadosamente la escultura desde todos los ángulos.
—Maravilloso.
Simplemente maravilloso.
Después de inspeccionar la escultura con gran cuidado por un tiempo, giró su cabeza para mirar a Linley.
—Hermano mayor Ley, tengo la sensación de que esa escultura tuya es mejor que las de mi maestro, pero no sé exactamente cómo describirla.
A pesar de tener a una chica tan adorable mirándolo así, Linley sólo se sintió irritado.
—Señorita Danlan, tengo que entrenar —dijo Linley con mucho tacto.
La chica de cabello plateado asintió.
—Está bien, voy a irme de inmediato.
Tan pronto como ella dijo esas palabras, Linley dejó escapar un suspiro de alivio.
Pero entonces la chica de cabello plateado continuó: —Sin embargo, hermano mayor Ley, después de haber terminado tu entrenamiento, tienes que enseñarme a esculpir piedra.
Linley endureció su rostro.
—Esculpir piedra es una de las formas artísticas de primer nivel.
¿Cómo puedo transmitir tan fácilmente sus secretos a los demás?
De hecho, la mayoría de los escultores de nivel maestro no aceptarían fácilmente discípulos.
—Oh.
La chica de cabello plateado bajó la cabeza con decepción, empezando a caminar hacia la pared cercana.
Y entonces, con un salto fácil, fue hacia el otro lado.
—Ella finalmente se ha ido.
Linley dejó escapar un largo suspiro.
Pero entonces, la cabeza de la chica de cabello plateado apareció desde encima del muro.
—Hermano mayor Ley, ten una buena sesión de entrenamiento.
Después de que hayas terminado, voy a venir a buscarte.
Después de hablar, desapareció de nuevo.
Lyndin volvió a su propio dormitorio.
Sentada en una silla, su rostro volvió a su frialdad habitual, y sus ojos eran tan helados y despiadados como siempre.
Si Linley la viese, él no sería capaz de creer que alguien fuese capaz de actuar tan bien.
—Ese Linley desconfía de todos, así que no permitirá que nadie se ponga fácilmente cerca de él.
Eso es bastante problemático.
Como un Ángel Descendido, Lyndin de verdad no quería que ella y los otros cinco Ángeles muriesen junto a Linley.
Sin embargo, como un Ángel, no podía desobedecer órdenes.
Un paso a la vez.
Si pudiese matar fácilmente a Linley de alguna manera, ¿no sería mejor que sacrificar su vida?
—Teniendo en cuenta la cantidad de atención que Linley ha mostrado hacia Jenne y Keane, no tiene sentido que fuese a ser tan cuidadoso hacia mí.
Lyndin había llegado a ese plan después de aprender acerca de cómo Linley había tratado a Jenne y Keane.
Mientras Lyndin pudiese llegar a una corta distancia física de Linley, dado su poder como un combatiente de noveno rango, de repente podría tenderle una emboscada a quemarropa en su forma humana.
Ella tenía más de un 90% de oportunidades de matarlo en ese tipo de situación.
—Tal vez fue debido a que sintió mi poder —Lyndin negó con la cabeza—.
Ese Linley no tiene sentido de la curiosidad.
Mencioné a mi ‘maestro’ varias veces, pero aún no me ha preguntado quién es.
Lyndin en realidad había preparado toda una cadena de líneas para engañar a Linley.
Aunque Lyndin parecía muy joven, en realidad, su edad real era probablemente mucho mayor que la de Doehring Cowart.
Sólo que los diez mil años que había pasado en el reino divino del Soberano Radiante no habían sido tan impactantes para ella como las décadas que había pasado allí.
………
—A partir de su personalidad y su actitud, esa chica de cabello plateado parece una pequeña princesa irrazonable —Linley frunció el ceño—.
Pero su poder...
En verdad, Linley era continuamente cuidadoso por las fuerzas de la Iglesia Radiante.
En lo que a él se refiere, las fuerzas de la Iglesia Radiante ya deberían haber sabido que se encuentra allí.
Y ahora, de repente, ¿aparecía una joven guerrera de séptimo rango? Incluso si ella parecía ser animada y linda, Linley no confiaría fácilmente en ella.
Antes de que él confiase en alguien, él tomaría su fuerza en consideración.
Si hubiese sido una niña débil que no tenía la fuerza para matar a un pollo, la actitud de Linley probablemente habría sido mucho mejor.
Después de todo, incluso si alguien le daba a una chica así un arma, ella no sería capaz de hacerle daño en absoluto.
Pero esa joven era diferente.
Si ella fuese a atacarlo repentinamente desde una distancia cercana, sería muy posible que ella lo lesionara en exceso o lo matara.
—¿Podría ser que el asesino que la Iglesia Radiante ha enviado tras de mí esta vez sea esa joven?
Pero recordando la mirada inocente y pura en los ojos de la chica de cabello plateado, a Linley le pareció bastante difícil de creer.
Esa noche.
La chica de cabello plateado llegó de nuevo, pero esa vez, ella fue empujando un carrito de comida de hotel a la puerta principal.
—Hermano mayor Ley, tomé el lugar del sirviente en la entrega de la cena para ti.
La voz clara de Lyndin sonó.
Su rostro estaba cubierto con una sonrisa, pero Linley, mirándola, sólo sentía que un dolor de cabeza le llegaba.
—¿Tú otra vez?
—Qué, ¿hay algún problema? —Lyndin frunció los labios, y luego rio tonta y disimuladamente—.
Hermano mayor Ley, te he traído la cena, así que enséñame a esculpir piedra, ¿de acuerdo?
—No.
Linley se negó.
—Tacaño —Lyndin arrugó la nariz—.
Cuando yo cocino para mi maestro, él hará cualquier cosa que le pida.
Eres un sujeto tacaño.
—Tu maestro es tu maestro, yo no lo soy.
Linley sencillamente no estaba de acuerdo.
Esa extraña era por lo menos de séptimo rango, y tal vez incluso más.
Linley no permitiría que esa mujer guerrera se acercase a él, y sin dudad, enseñar a alguien cómo esculpir piedra sin duda los obligaría a estar en contacto físico cercano.
Después de todo, ese periodo de tiempo era el período en que estaba esperando que la Iglesia Radiante actuase en su contra.
—Recuerda.
No quiero que entregues mi cena —dijo fríamente.
El rostro de Lyndin cambió, y ella lo miró enojo.
—Bastardo.
No sabes cuando alguien está siendo bueno hacia ti.
Definitivamente voy a decirle a mi maestro.
Él va a venir aquí y te matará.
—¿Matarme?
Linley miró la expresión enojada en el rostro de la chica.
—Claro.
Mi maestro es muy poderoso —dijo con arrogancia.
—¿Quién es ese oh-tan-poderoso maestro tuyo? —preguntó.
La chica de cabello plateado dijo con arrogancia: —Te lo diré.
El nombre de mi maestro es Haydson.
—El Santo de la Espada Monolítica, ¿Haydson?
Linley se sobresaltó.
En todo el Imperio O’Brien, si el Dios de la Guerra era considerado el experto número uno, entonces, sin lugar a dudas, el segundo más fuerte de los expertos sería el Santo de la Espada Monolítica, Haydson.
Él había estado en la etapa pico del nivel Santo desde hacía muchos años, y nunca había perdido un solo duelo contra los expertos de nivel Santo.
Era impecable tanto en términos de ataque como de defensa.
Además, él era una persona muy fría y remota.
Prácticamente nadie era capaz de impedir sus avances.
Un experto perfecto impecable, en el nivel Santo, destacaba por encima de todos los demás, era la razón por la que otros lo apodaron el ‘Santo de la Espada Monolítica’.
—Así que ahora que lo sabes debes tener miedo —la chica de cabello plateado rio con arrogancia—.
Pero no te preocupes.
Siempre y cuando me enseñes cómo esculpir piedra, no voy a decirle a mi maestro.
—No es de extrañar —Linley miró a la chica de cabello plateado—.
¿En qué rango estás actualmente?
—En el octavo rango ya —dijo la chica de cabello plateado con orgullo—.
¿Qué piensas? En todo el imperio, no muchos expertos de octavo rango que son más jóvenes que yo.
Linley miró a la chica de cabello plateado.
—Señorita Danlan, puede volver y decirle a su maestro que no estoy dispuesto a enseñarle escultura de piedra.
Quiero ver si va a venir a matarme.
La chica de cabello plateado se conmocionó, y luego su actitud se suavizó.
Rogando, dijo: —Hermano mayor Ley, te lo ruego, enséñame, ¿de acuerdo?
Mientras hablaba, caminaba más cerca de Linley.
Linley tomó directamente tres pasos hacia atrás, retrocediendo hacia su sala principal.
—Señorita Danlan, necesito descansar.
Debes regresar a tu propiedad.
Linley cerró la puerta de su mansión.
—Hmph.
La chica de cabello plateado soltó un bufido, luego se fue.
Los siguientes dos días, la chica de cabello plateado intentaría todo tipo de cosas; ella iba a comprar ropa bonita para llevar a Linley como un regalo, o pretendía ser muy lamentable y simplemente iría a ver a Linley.
Era como si ella se negase rotundamente a aceptar el hecho de que Linley no le enseñaría cómo esculpir piedra.
El cuarto día.
Esa mañana, Lyndin llegó al patio de Linley, una vez más, como lo había hecho cada día.
—Hermano mayor Ley, Me voy ahora —dijo Lyndin con una voz un tanto perdida.
Linley miró a la chica de cabello plateado con cierta sorpresa.
Esos últimos tres días, Linley había sido atormentado por esta chica hasta el punto de conseguir un dolor de cabeza cada vez que la veía.
Lo que es más, Linley estaba aún incierto en cuanto a quién realmente era esta chica.
¿Alguien que pertenece a la Iglesia Radiante?
¿O el discípulo del Santo de la Espada Monolítica?
Pero cuanto más tiempo había interactuado con Lyndin, más Linley llegaba a sentir que esa chica de cabello plateado realmente era del tipo juguetón y activo.
En realidad no creía que ella perteneciese a la Iglesia Radiante.
—Si ella es una asesina de la Iglesia Radiante, entonces estoy realmente asombrado por sus habilidades de actuación —dijo en secreto para sí mismo.
Lyndin miró Linley sin poder hacer nada.
—Hermano mayor Ley, siempre he adorado a mi maestro, y a mi maestro también le gusta la escultura.
Tenía muchas ganas de labrar una buena escultura para él, pero no estuviste dispuesto a enseñarme.
—Es inútil si no tienes tiempo y talento suficiente.
Linley negó con la cabeza.
Los ojos de Lyndin se iluminaron.
Rápidamente dijo: —Tengo tiempo y talento.
—¿Eres un mago tipo tierra? —preguntó de repente.
—No —Lyndin negó con la cabeza, luego preguntó inquisitivamente—: ¿Qué tiene eso que ver con ser un mago tipo tierra?
Linley negó con la cabeza y dijo: —Si no eres un mago tipo tierra, eso significa que no tienes el talento necesario para aprender a esculpir piedra de mí.
Linley estaba diciendo la verdad.
La Escuela del Cincel Plano requería que uno fuese un mago tipo tierra.
—Acabas de inventar eso —Lyndin dio un paso adelante, señalando a Linley con un dedo—.
Nunca he escuchado a nadie decir que para la escultura de piedra se requiera ser un mago estilo tierra.
—Hay muchas cosas que no conoces.
Linley rio con calma.
En ese momento, Lyndin estaba aproximadamente a dos metros de Linley.
Lyndin estaba calculando para sí misma: —Dos metros de distancia.
En su forma humana normal, soy más poderosa que Linley.
Debería tener la oportunidad de matarlo.
Originalmente, Lyndin había querido que los dos estuviesen incluso más cerca antes de hacer su movimiento.
Pero Linley no le dio la oportunidad.
—Hermano mayor Ley, sé que estás mintiendo.
Hermano mayor Ley, sólo quiero pedirtelo una última vez.
¿Estás dispuesto a enseñarme a esculpir piedra?
Lyndin lo miró con ojos esperanzados.
Linley negó con la cabeza.
—Oh.
Lyndin bajó la cabeza con desaliento.
Pero justo en ese momento, Lyndin cargó repentinamente contra Linley, moviéndose tan rápido como un rayo, mientras que desde el interior de la mano derecha de Lyndin, una daga apareció.
Dos metros.
Estaba demasiado cerca.
Pero luego, una extraña luz violeta brilló.
Lyndin sólo sintió como si ese destello de espada violeta brillase en todas partes, cambiando de posición constantemente.
De alguna manera, se envolvió alrededor de su daga y de su brazo.
—Hmph.
Lyndin inmediatamente dejó caer su daga mientras golpeaba con su mano izquierda directamente hacia Linley.
*¡Boom!*
Sus dos manos chocaron una contra la otra, y Lyndin apresuradamente cargó hacia adelante.
Pero Linley se movió de una manera extrañamente elegante hacia atrás, en un abrir y cerrar de ojos, retirándose a la esquina de la pared.
—Growl.
Haeru y Bebe estaban de pie al lado de Linley, pero antes que Haeru y los demás pudiesen atacar, Lyndin retrocedió inmediatamente.
—¿Quieres matarme?
Linley miró fríamente a Lyndin.
Levantando la cabeza en alto, dijo con enojo: —Ley, escucha.
Yo, Danlan, nunca he suplicado a nadie en toda mi vida como lo hice hace un momento.
Incluso cuando estoy con mi maestro, nunca he actuado así antes.
¡Tres días completos! He intentado todo lo que pude para rogarte que me enseñases, pero te niegas a hacerlo.
¿Y qué si quiero matarte ahora? ¿Hay algo malo en eso?
—Una lógica tan dominante.
Linley observó a Lyndin.
Lyndin se situó en la puerta de la mansión de Linley, mirándolo con enojo.
—Si tienes la capacidad para hacerlo, ven a matarme.
Mis compañeros aprendices van a llegar pronto.
¡Si te atreves a intimidarme, me iré a decirles acerca de esto!
En ese momento, el deseo de matar de Linley ya se había despertado.
Independientemente de que esa chica ‘Danlan’ fuese realmente la estudiante del Santo de la Espada Monolítica, o si ella no lo era, ella definitivamente había intentado matarlo en ese momento.
Pero Linley tenía esa extraña sensación de peligro.
No podía explicar claramente de dónde venía, pero ese sentimiento estaba advirtiéndole...
No persigas a Danlan.
Si lo haces, será muy peligroso.
—Hmph, no tienes las agallas para matarme, ¿verdad? Entonces me voy —Lyndin empujó la puerta de la casa arrogantemente, y luego comenzó a caminar hacia fuera.
Linley no salió tras de ella, sólo dio mentalmente una orden—.
Bebe, ve a través de los túneles subterráneos y echa un vistazo para ver lo que pasa afuera.
En ese momento, fuera de la puerta de Linley.
Los otros cinco expertos de noveno rango estaban todos fuera de la puerta.
Habían tomado posiciones hace mucho, listos para unirse con Lyndin en la Formación de Batalla Angelical en cualquier momento.
Cuando Lyndin salió del patio, ella usó sus ojos para señalar a los otros cinco.
Esos cinco siguieron en silencio detrás de Lyndin, saliendo rápidamente.
—Hmph —al salir del hotel, Lyndin estaba muy descontenta—.
Si en este momento, Linley hubiese salido detrás de mí, nosotros seis podríamos haber matado a Linley en un abrir y cerrar de ojos.
Pero se mantuvo escondido en su mansión, con esas dos bestias mágicas a su lado.
Incluso si los seis corremos dentro, dada la velocidad de Linley, definitivamente sería capaz de huir.
Lyndin sabía muy bien que matar a Linley en la capital de la provincia no era una decisión sabia.
Después de todo, McKenzie estaba viviendo en ese castillo cercano.
Dada la velocidad de McKenzie, probablemente podría sobrevolar hasta allí en un abrir y cerrar de ojos.
—Lord, ¿qué debemos hacer?
Los otros cinco estaban mirando Lyndin.
—Ejecuten la otra estrategia —dijo Lyndin con frialdad—.
En cuanto a matarlo en un ataque suicida, esa es una opción de último recurso, que se utilizará sólo si no tenemos otras opciones.
Los otros cinco asintieron.
Ni siquiera los Ángeles estarían dispuestos a deshacerse de sus vidas con demasiada facilidad.
—¿Hrm? —Lyndin de repente vio a un hombre y a una mujer, siendo escoltados por un buen número de guardias.
Lyndin había visto fotos de Jenne y Keane antes—.
No había ido a buscarlos, ¿pero en realidad ellos mismos se entregaron a mí?
Los labios de Lyndin comenzaron a curvarse en una sonrisa.
Siguenos en nuestras redes sociales @LasMejoresNovelasLigeras, y disfruta de este magico mundo!